“Mi única ambición es que los vecinos de Aljaraque encuentren en nuestro municipio ese lugar del que nunca quieran salir”
Madrileño, de 57 años de edad, casado con Ma Isabel, y con tres hijos, Alicia de 27 abriles, Antonio de 20 y Jaime de 13, Antonio se define como un enamorado de nuestro municipio y de nuestra provincia, a la que llegó hace ahora doce años.
Antonio Roche es un hombre que sabe muy bien lo que es empezar de cero, una persona que ha experimentado la vida en todas sus versiones, una vida que le ha enseñado que para poder ganar, hay que saber perder, y también decir adiós… Él es de los que piensan que el camino más corto entre dos puntos es la línea recta, que la vida está por encima de todo, que compartir con amigos momentos de tertulia nutre el alma, y que la familia es y debe ser siempre nuestro más preciado tesoro. Idealista, positivo, de trato amable y profundas creencias religiosas, Antonio Roche tolera mal la injusticia y la demagogia, y le gusta airear sus pensamientos sobre dos ruedas. La música irlandesa y el heavy metal le hacen saltar del sillón, un espacio que le gusta ocupar para bucear entre las páginas de un buen libro cuando el día va llegando a su fin. Antonio confiesa que se emociona ante todo tipo de manifestación artística, se ve a la legua que tiene una sensibilidad especial. Hacer maquetas le ayudó en momentos difíciles a desconectar, pero ya hace tiempo que no acude a ellas, prefiere disfrutar de las personas que tiene a su alrededor y trabajar para ayudar y mejorar lo que en sus manos esté.
Aljaraque Punto Cero tuvo ocasión de conversar con nuestro protagonista de hoy, un hombre con una clara y marcada vocación de servicio público, que vive la política de un modo muy particular.
¿Dónde quedó Madrid?
En los telediarios (se ríe). Madrid es un lugar maravilloso del que disfrutar en vacaciones, pero cuando haces vida allí, te das cuenta de que la gran ciudad te roba mucho tiempo en tu día a día. Los atascos, las largas distancias, el estrés y el individualismo marcan la vida de sus residentes. A mí, ese ritmo me llevó a sufrir varios infartos y a entender que debía cambiar mi dinámica de forma radical, descubrí que debía salir de Madrid para reiniciarme y llevar una vida más acorde a mi forma de entender la felicidad. Me dieron la opción de un traslado laboral a Huelva, y sin dudarlo, acepté. No me equivoqué.
¿Cuál ha sido tu trayectoria laboral?
Siempre he estado en el mundo de los seguros, un sector que me apasiona por- que me ha mantenido en permanente contacto con todo tipo de realidades. He aprendido mucho. He podido ver a lo largo del ejercicio de mi profesión que nada es para siempre, que todo se puede perder en un segundo, y que la peor decisión es aquella que no se toma. Los seguros me trajeron a Huelva, a Bellavista. El trabajo me ha regalado la posibilidad de iniciar una vida alejada de todo lo que me privaba la velocidad vertiginosa de Madrid. Mis infartos, Aljaraque, su gente y su entorno, me han mostrado que la vida es mucho más que hacer una gran cartera de clientes. Hoy vivo mi vida humildemente pero he ganado infinitamente en felicidad. Aljaraque me ha dado mucho, y siento la necesidad de devolver a mis vecinos lo mu- cho que ellos me han aportado.
Sales de una vida marcada por el estrés laboral para entrar en política. ¿Qué sentido tiene salir de Guatemala para entrar en Guatepeor? Ana, la política para mí es tan sólo un vehículo para acercarme a las necesidades de los vecinos y disponer de recursos para poder echar una mano allá donde más falta haga. Pienso que desde la política podemos acceder a más problemas y también a las mejores soluciones. Creo firmemente en el trabajo grupal, en las sinergias del trabajo en equipo donde uno más uno dejan de ser dos para ser tres o incluso cuatro. Estoy diseñado para trabajar codo con codo con los demás, porque pienso que la diversidad de criterios nos hace descubrir nuevas perspectivas si estamos abiertos a ejercer una escucha activa y tenemos la mente abierta al continuo aprendizaje. La política me ofrece la posibilidad de trabajar en equipo por el bien de muchos, responsabilidad que asumo con enorme satisfacción personal y alegría.
Intuyo que si llegaras a gobernar, tu vocación sería coordinar y dirigir los servicios sociales…
Preferiría dirigir los servicios generales. Los servicios sociales se enfrentan cada día a las situaciones más dramáticas de nuestro entorno inmediato. He de confesarte que sufro enormemente cuando me ponen por delante algún tema familiar sensible. Pienso que si tuviera que afrontar cada día reuniones de este calado, por la noche no lograría conciliar el sueño. Empatizo en exceso con las situaciones de necesidad, y hago mío cada problema de mi entorno, no soy capaz de pasar de puntillas por ningún lado, por lo que soy bastante vulnerable en este sentido. Creo que sufriría un enorme desgaste personal , y no podría aceptar un compromiso con un área de gestión para después no resistir. Tal vez esté cometiendo una torpeza política al confesarte mi debilidad, pero ese soy yo, pragmático, pero al mismo tiempo extremadamente sensible al dolor ajeno.
¿Cómo te sientes en tus labores como concejal?
Me siento, ante todo, muy agradecido a quienes depositaron en mí su confianza, una confianza que asumo con enorme responsabilidad. Me siento muy orgulloso de representar a mis vecinos en el pleno municipal. Tengo la suerte de contar con un equipo de personas en VOX con perfiles y capacidades muy diversas que trabajamos por nuestro municipio con mucha ilusión e intensidad. Disfruto de la elaboración de las mociones que llevamos a pleno y también me entusiasma participar en las decisiones que se toman en el mismo. Yo tengo claro que he venido a la política a sumar, a construir, y a mirar por los intereses de los vecinos de Aljaraque, y en esa dirección va siempre el sentido de mi voto. Cuando se presenta una moción que considero adecuada y buena para nuestro municipio, venga del grupo político que venga, mi voto es a favor. Es cierto que me entristece comprobar que -en ocasiones- en los plenos, el sentido del voto va más en función de quién presenta la moción que de lo que versa. No me gusta ni comparto esa miseria. Pero bueno, he de decir que, en general, me siento cómodo y feliz porque, además de llevar a cabo estas tareas de representación como concejal, como partido político, pero sobre todo, como vecinos de Aljaraque, mi equipo y yo estamos muy volcados en la tarea de recogida permanente de alimentos, una actividad que llevamos a cabo sine die para colaborar con Cáritas parroquial de Aljaraque, Bellavista y Corrales, cediéndoes los productos que recogemos en función de las necesidades que nos van comunicando. En este sentido invito a los vecinos a que sigan colaborando con la entrega de productos de primera necesidad y alimentos no perecederos en nuestra sede en horario de mañana.
¿Has sentido rechazo por el hecho de ser el portavoz de VOX?
El respeto, la tolerancia y el abrazo a la diversidad son mis principios. Cualquiera que se mueva en esa línea, tiene las puertas de mi casa y de nuestra sede abiertas, tenga la ideología que tenga. No me gusta la catalogación, no tolero la falta de respeto ni el rechazo de una ideología porque no sea compartida. Ahí, por mucho que me busquen, jamás me van a encontrar.
“Antonio Roche es una persona con una educación exquisita, de mirada cautivadora, decidido, bondadoso, respetuoso y colaborador. Empático e inmensamente sensible a la necesidad ajena. Tal vez ese exceso de empatía y sensibilidad pasen el límite de la virtud. No es partidario de la prohibición, sí de la regulación. Amable, de trato suave y fácil diálogo. Amante de nuestras tradiciones y de la naturaleza… Necesitamos muchos Antonio Roche para que nuestro mundo sea un lugar más puro, más amable, más humano”
(Ana Hermida. Editora de Periódicos Punto Cero SL)