Con motivo de la celebración de este día y atendiendo al enorme esfuerzo que han realizado durante toda la pandemia, Aljaraque Punto Cero ha querido conocer más detenidamente el trabajo y las sensaciones de algunos de ellos
El pasado 7 de abril se celebraba el Día Mundial de la Salud. Es cierto que siempre ha sido un día muy importante, pero con la situación que vivimos actualmente todavía lo es más. Durante todo este tiempo, hemos visto como el coronavirus nos ha sometido a una nueva forma de vivir muy distinta a la que hasta ahora conocíamos. Al comienzo, empezamos con el confinamiento domiciliario, pasando por las mascarillas o la necesidad de cumplir con responsabilidades individuales. Ahora, mucho tiempo después, nos encontramos en una de las fases más decisivas de la pandemia: la vacunación.
Si alguien merece aplausos y ovaciones, esos son los sanitarios que han estado al pie del cañón durante los momentos más complicados. Por este motivo, el Ayuntamiento de Aljaraque, a través de su Concejalía de Salud, que dirige Pedro Yórquez, se sumó a la celebración del Día Mundial de la Salud con un entrañable acto desarrollado junto al Consistorio, en el que se reconocía la labor de todos estos frente a la Covid- 19.
Durante dicho homenaje, se hizo entrega de un diploma a Miguel Ángel Fornell, director de la Unidad de Gestión Clínica de Aljaraque, como representante de los mismos. El trabajo que ha desempeñado Miguel Ángel durante todo este tiempo ha sido “interminable”, ya que el coronavirus ha requerido la implicación, no solo de él, sino de todos los que trabajan en el ámbito de la sanidad. “El mayor reto que he afrontado en el tiempo que llevamos de pandemia ha sido gestionar la cantidad interminable de demandas y coordinar todas las tareas administrativas, incluso otras que antes no existían. Si a todo esto se le suma la cantidad de nuevas tareas que se han debido realizar, como las pruebas PCR, la gestión de resultados o los estudios de familiares, hay que entender que la cantidad de trabajo ha sido interminable”, remarca Fornell.
Debido al gran número de medidas de seguridad que se han tenido que adoptar para frenar el virus, el cambio en la forma de trabajar ha sido radical, ya que han surgido nuevos métodos de trabajo a los que los sanitarios han tenido que adaptarse rápidamente. Fornell sostiene que, “aunque todavía la pandemia no ha terminado, lo que hemos podido percibir es que tenemos una tremenda capacidad de adaptación a estas nuevas formas de trabajo”, de hecho, Miguel Ángel informa que “algunos de estos nuevos modelos continuarán en un futuro con nosotros”.
Esta capacidad de adaptación a los nuevos métodos de trabajo no hubiera sido posible sin el tesón de todos y cada uno de los que componen los centros de salud de nuestro municipio, por lo que desde este medio nos hemos puesto en contacto con dos enfermeras que han trabajado durante la pandemia en el Centro de Salud de Aljaraque. Ellas son Beatriz Martín y Manoli Rodríguez, dos sanitarias que se han dejado la piel por y para el cuidado de todos los aljaraqueños que lo hayan necesitado.
Según cuentan, han vivido con mucho respeto todo este tiempo que llevamos de pandemia, aunque tal y como señala Beatriz, “dentro del equipo hemos estado más unidos que nunca a pesar de las dificultades”. Por otro lado, Manoli Rodríguez expone que ha tenido miedo de ser contagiada, “no pudiendo desarrollar mi trabajo, o incluso convirtiéndome en un vector para mis familiares”. Haciendo referencia a esta situación, Manoli desvela cuál era la rutina que ha seguido des- de entonces al llegar a su casa: “Mis llegadas después del trabajo han sido como rituales, ya que antes de entrar he tenido que despojarme de toda la ropa que llevaba, darme una ducha a fondo, limpiar todo bien con productos, etcétera”.
Haciendo alusión al gran volumen de trabajo que mencionábamos anteriormente, en el Centro de Salud de Aljaraque, en palabras de Manuela Rodríguez, “hemos sido punteros en el desarrollo del trabajo, ya que hemos llevado a cabo miles de pruebas contra la Covid-19”. Además, por otro lado, también señala que “hemos sido referentes a la hora de vacunar a profesionales sanitarios, cuidadores a domicilio, profesores, etcétera”.
Con respecto a las llamadas telefónicas, es curioso que no únicamente se han usado como método de prevención contra la Covid-19, sino que también han servido como medio de apoyo durante la etapa del confinamiento para las personas que han estado más solas.
Lógicamente, para los ciudadanos que desde siempre han estado acostumbrados a ser atendidos presencialmente, este nuevo método de trabajo les ha resultado extraño, pero deben ser conscientes de que es utilizado con la mejor de las intenciones, de hecho, Manoli Rodríguez argumenta que “los profesionales hemos sido vectores de contagio para ellos y por este motivo siempre los hemos querido proteger, pero esto no significa que hayamos dejado de explorar o atender a pacientes de manera presencial. La atención telefónica ha servido para poder conocer el estado de la persona y poder introducirla en un circuito u otro, y así tomar las medidas necesarias y evitar contagios”. Además, añade que “asimismo han servido para gestionar demandas administrativas o consultas clínicas totalmente banales que se pueden solucionar perfectamente por teléfono, como partes de bajas, dudas sobre medidas de aislamiento o realización de pruebas, etcétera”.
La pandemia también ha servido para sacar el lado más generoso y positivo de las personas, de hecho, estas dos enfermeras cuentan que “los usuarios, y nuestro pueblo en general, han sido bondadosos con el Centro de Salud de Aljaraque. En los momentos donde había más contagios, hemos tenido personas que se han acercado al centro para proporcionarnos mascarillas, pantallas, incluso nos han traído de comer. También hemos podido vivir todos los aplausos que nos han dado, los cuales agradecemos enormemente, pero lo que desde estas líneas pedimos es que cuiden de su salud y no bajen la guardia en ningún momento”.
Al igual que la pandemia ha servido para sacar este lado generoso y bondadoso de todos nosotros hacia los sanitarios, entre ellos se ha visto más que nunca visible la palabra “compañerismo”. Entre todos ellos han sabido formar una simbiosis sin igual, haciendo posible sacar adelante una situación tan complicada como la que atravesamos en la actualidad. Por nuestra parte, debemos recordar que no hay mejor muestra de cariño al personal sanitario que el hecho de saber comportarnos adecuadamente. Con la vacunación, estamos atravesando uno de los momentos más esperanzadores de toda la pandemia, y no queda otra que seguir remando juntos en la misma dirección. La luz ya se va viendo al final de este oscuro túnel, pero tenemos que continuar remando y con fuerza para que el final llegue tan pronto como sea posible. ¡¡Mucho ánimo aljaraqueños. Juntos lo conseguiremos!!