El Ayuntamiento de Aljaraque ruega a la población “no difundir bulos” referentes a una inminente tala de pinos incontrolada en el pinar de La Sorda

Tras la confusión creada en la población por una publicación realizada por Alicia De Navascués en Facebook, varios vecinos se pusieron en contacto con este periódico para que nos interesáramos por “la inminente tala de pinos” que supuestamente estaba proyectada para nuestro pinar de La Sorda.

Tras contactar durante el fin de semana pasado con el alcalde de la localidad, David Toscano, el Ayuntamiento, en la mañana del lunes 19, lanzó un comunicado aclarando el tema. También se explica en dicha nota informativa las labores realizadas junto a la cementera y las Vegas.

Dicha nota comienza diciendo que “El pinar La Sorda es para nuestra localidad un auténtico tesoro y todo un referente medioambiental. Para este equipo de gobierno, como no puede ser de otra manera, es fundamental su conservación, disfrute y puesta en valor de forma continuada. De hecho, el consistorio se encuentra trabajando en una subvención que permitirá incrementar el valor medioambiental del ya rico ecosistema de la zona”. En referencia a la alarma creada por algunos vecinos, el Ayuntamiento aclara que “en La Sorda se acometerán acciones de desbroce y clareos para mejorar la masa forestal, actuaciones que se realizan de forma periódica”, puntualizando que “en el resto del monte del municipio se llevan a cabo desbroces, podas sanitarias, colocaciones de cajas-nido, establecimiento de majanos, plantaciones de árboles y arbustos o podas de formación, todas ellas conforme a la ley y a lo que aconsejan los técnicos y expertos de las diferentes administraciones”.

Desde el Ayuntamiento de Aljaraque informan, del mismo modo, que “las actuaciones que se realizan en la zona del Embarcadero (Las Vegas) corresponden al ‘Plan de aprovechamientos forestales de 2015’, remitido por la Consejería de Medio Ambiente y formalizado en mayo de 2019”.

Aún así, Aljaraque Punto Cero contactó con la empresa adjudicataria de este servicio en nuestro municipio, cuyo di- rector técnico asegura que “las señales en los árboles de La Sorda se deben a un error cometido cuando se marcó la zona de las Vegas, que por confusión de los trabajadores marcaron también pinos de La Sorda. Pero NO SE VAN A CORTAR. NI EL AYUNTAMIENTO NOS LO HA ENCARGA- DO, NI NADA POR EL ESTILO. LO HE EXPLICADO A TODO EL QUE ME HA PREGUNTADO, PERO PARECE SER QUE LOS VECINOS NO ACABAN DE CREERLO Y SIGUEN VIENDO CON MALOS OJOS EL ASUNTO DE LAS MARCAS EN LOS PINOS”.
Este tipo de tratamientos, como el que se ha aplicado al pinar de las Vegas, se llevan a cabo en los montes públicos de toda la comunidad andaluza y en otras comunidades autónomas, no sólo en la nuestra. Son trabajos siempre supervisados por la Consejería de Medio Ambiente, y son trabajos necesarios para la conservación del monte. Lo cierto es que “no hay polémica alguna cuando estos trabajos se acometen lejos de los núcleos poblacionales”.
Aljaraque tiene mucho monte público, y muchos de estos pinares, al estar muy próximos a los núcleos de población, y tener “un impacto visual inmediato negativo cuando se realizan estas labores, generan rechazo en la población, que no tiene en cuenta que, en un par de años, se percibe claramente la mejora del efecto paisajístico que de manera inmediata no podemos apreciar”.
En esta oposición vecinal es posible que haya de fondo “un problema cultural. La gente, cuando ve que se talan los árboles, piensa instintivamente que se está haciendo algo malo. Y es que nos han grabado a fuego que cortar árboles es un atentado contra nuestro medio ambiente, pero hay que saber que la mejor forma de conservar el monte es aplicando este tipo de tratamientos”.
El director técnico de la empresa adjudicataria insiste en que “no está proyectado cortar pinos en La Sorda, pero es importante que se sepa que precisamente este espacio está en alto riesgo de incendio al tener una masa de matorral continua que ocupa toda la superficie del suelo, y además las copas están muy juntas, por ello, la mejor forma de conservar el pinar sería llevando a cabo una actuación como la que se ha acometido en las Vegas”.
La filosofía de estas actuaciones sobre el monte es, entre otras, tratar de minimizar el riesgo de incendios. En caso de que se produjese un incendio sobre un área tratada, reduciríamos el riesgo de que este se propague en las dos posibles direcciones, una, por continuidad vertical, de abajo arriba, ya que por los efectos de la rodadura de la máquina con la que se trabaja, se produce el pisoteo del matorral que impide que el fuego se propague del suelo a las copas, y por otro lado, al realizarse una clara, también se evita que, en el caso de que ardieran las copas de los árboles, el fuego se propague con trayectoria horizontal de copa a copa.
La preocupación de los expertos es clara: el día que se inicie un incendio en el pinar de La Sorda, el pinar va a arder por completo ya que no se encontraría ninguna discontinuidad horizontal ni vertical. Además de estos riesgos derivados de la falta de mantenimiento del paraje, hay que añadir el riesgo de estar el pinar circunvalado por una carretera, que siempre está expuesto a esa mano irresponsable que tira la colilla desde el coche. Además, el pinar, por su cercanía a las viviendas, en caso de incendio, pondría en grave riesgo a las más próximas.
Como las actuaciones sobre estos pinares tan próximos a los núcleos de población siempre cuentan con la oposición ciudadana por el desconocimiento de todo esto, ningún gobierno municipal se atreve a hacer lo que realmente se debe- ría hacer para mantener el espacio y salvarlo de un incendio que, en caso de producirse, podría acabar con él por un tiempo incalculable.
Pero todos tranquilos, porque ya está más que confirma- do que los pinos de La Sorda, aunque estén marcados por error, no se van a talar…

Zona de las Vegas en proceso de tratamiento. A pesar del aspecto que hoy pueda presentar el pinar, los expertos aseguran que gracias a esta actuación, en caso de incendio, las llamas se enfrentarían a una discontinuidad vertical y horizontal que haría que la propagación del fuego se viera minimizada. El tiempo otorgará una mejora paisajística a la zona que hoy es difícil apreciar si no se es conocedor de la materia.

La Junta de Andalucía, tras la
marca de los árboles por parte de la empresa concesionaria del servicio, autoriza la corta (o no) de los pinos señalados

Las marcas realizadas por error genera una lesión mínima en los pinos y no va a afectar para nada a la salud del monte. En poco tiempo, apenas se notarán.

El hecho de que los tratamientos se estén realizando en época de reproducción de especies, en esta actuación en concreto en nuestros pinares, sólo afectaría a la tórtola turca y a la paloma torcaz. Los árboles que tienen nido, por protocolo, no se cor- tan. No obstante, tras la marca de los pinos, técnicos de la dele- gación de Medio Ambiente de la Junta revisa árbol por árbol y autoriza o deniega la corta Pinos señalados del pinar de La Sorda. Imágenes semejantes a las publicadas en el Facebook de Alicia De Navascués

Pinos señalados del pinar de La Sorda. Imágenes semejantes a las publicadas en el Facebook de Alicia De Navascués.

Debate en las redes

El post de la Arquitecta Alicia De Navascués titulado “EL PINAR DE LAS SORDAS NO ES UNA MERA FINCA FORESTAL: ES UN PARQUE PERIURBANO MUY APRECIADO POR LA SOCIEDAD. Su gestión no puede ser la de la silvicultura clásica basada en la explotación forestal, en la obtención de beneficios económicos”, abre un debate que parece cerrarlo el Ingeniero de Montes y profesor titular del Departamento de Ciencias Agroforestales en la UHU, Enrique Torres, argumentando lo siguiente:
“NO SON CORTAS MASIVAS NI ARBORICIDIOS, NI DESTRUCCIÓN DEL PAISAJE, SON CORTAS DE MEJORA. Con estas cortas de mejora se pretende:
– Reducir el riesgo de incendio, al romper la continuidad horizontal y vertical de la biomasa que pueda arder.
– Se reduce la competencia entre los árboles que siguen en pie, aumentando su vigor y mejorando su estado sanitario y desarrollando más las copas y el tronco. Con ello se consigue que aumente la producción de piñas, que puede ser aprovechada por la fauna silvestre y/o para ser recolectada para obtener un producto de KM 0, ecológico y muy sano que es el piñón, además de generar empleo en el medio rural. En un futuro, esas piñas y piñones servirán para regenerar la masa. Los troncos mas desarrollados servirán también en un futuro más o menos próximo, cuando toque regenerar la masa, para obtener madera, que es un material noble, renovable, sostenible, que sustituye con muchas ventajas al plástico, acero o al hormigón, en muchos usos, por ejemplo…¡arquitectura!
– Al reducir la densidad del pinar se favorece la sucesión natural y entran especies de matorral noble y otros árboles, como acebuches, encinas, alcornoques, etc.
– Al reducir la densidad de pinos se descompone más rápido la ca- pa de agujas y el suelo se enriquece de nutrientes, de lo que se beneficia toda la vegetación (herbáceas, arbustivas y arbóreas) aumentando la biodiversidad.
– La madera que se extrae, aunque sean troncos finos, se puede utilizar para hacer tableros aglomerados y sustituir al plástico, o para obtener energía y sustituye al petróleo. Además, las claras en una masa monoespecífica, regular y densa de pino piñonero tienen un efecto POSITIVO sobre el paisaje al crear discontinuidades, favorecer el cre- cimiento, desarrollo y estado sanitario de los árboles que quedan en pie, favorecer la sucesión natural al permitir la entrada de nuevas especies arbóreas (alcornoques, encinas, acebuches…) o arbustivas (palmitos, lentiscos, etc.), reducir la probabilidad de incendios (y en consecuencia un paisaje calcinado).
En definitiva, estas cortas de mejora contribuyen a NATURALIZAR el paisaje y, en consecuencia, tener un paisaje de mayor calidad.

Enrique Torres, Ingeniero de Montes y profesor titular del Departamento de Ciencias Agroforestales en la UHU:
“Las sociedades amantes del bosque celebran cuando se hacen actuaciones como la que se ha lleva- do a cabo en la zona de las Vegas, porque mejora la calidad del bosque. A eso se le llama CULTURA FO- RESTAL. A la queja pertinaz e infundada se le llama, por contra, incultura forestal”

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