¿Estás pensando en bañarte con las lentes de contacto puestas? ¡¡No lo hagas!!
Cuando hablamos de “bañarse”, nos estamos refiriendo a bañarse en un lago, en el mar, en la piscina, en un jacuzzi o incluso en la ducha.
En muchas ocasiones solemos olvidarnos de que llevamos puestas las lentes, y acabamos abusando de ellas.
Algunos usuarios, conscientes de la importancia de seguir las recomendaciones, las miman con extremo esmero y las limpian siguiendo las instrucciones de su óptica a pies juntillas.
Estos son los que -con toda probabilidad- no sufrirán ninguna complicaión en sus ojos.
Otros, en cambio, cometen errores en su día a día sin darse cuenta del riesgo que su mal uso conlleva.
Pero ¿por qué no es recomendable bañarse o ducharse con lentillas?
El agua, sea cual sea su procedencia, puede contener muchas amenazas invisibles para nuestros ojos. Las lentes podrían entrar en contacto con bacterias y otros agentes que pudieran causar infecciones en nuestros ojos.
Una de estas amenazas es la queratitis por Acanthamoeba.
«Queratitis» es inflamación de la córnea.
Y los “Acanthamoeba” son microorganismos que se encuentran en el suelo y en agua dulce.
Al ducharse o bañarse con las lentes de contacto puestas, la acanthamoeba puede quedar atrapada detrás de la lente y dañar al ojo. En caso de darse esto, la detección temprana es clave para la evolución de la infección.
Se trata de una infestación cuyas consecuencias pueden ser extremadamente graves, y que -en caso extremo- incluso puede poner en riesgo la visión.
Los síntomas de esta infección son:
• Infección ocular con ojos rojos y dolorosos.
• Visión borrosa con sensación de cuerpo extraño, lagrimeo y sensibilidad a la luz.
• Un periodo inusualmente largo de ojos rojos e irritados, incluso después de quitarse las lentes de contacto.
Es bueno saber que las lentes de contacto desechables diarias reducen, pero no eliminan el riesgo de infecciones oculares. Lo que sí es determinante es seguir siempre las recomendaciones del especialista respecto al uso y la limpieza de las lentes.
Aprovechamos la ocasión para recordar a todos aquellos que usan lentillas que, además de no bañarse o ducharse con ellas puestas, tampoco deberían dormir -ni siquiera una corta siesta- con las lentes de contacto.
Otra de las recomendaciones que hacemos a los usuarios de lentillas es que, al menos una vez en semana, dejen descansar a los ojos usando gafas.
En tu óptica podemos resolver todas vuestras dudas y ayudaros a diseñar hábitos saludables para vuestros ojos.