¿Hay alguien en nuestro pueblo que no conozca a Roberto? Nuestro protagonista de hoy es, desde bien pequeño, una persona que, sin pretenderlo, llama la atención. Con tan solo 26 años de edad y en plena pandemia global, Roberto se ha liado la manta a la cabeza y ha puesto en marcha su propio negocio, La Pepa, en la plaza de los lunares de Aljaraque.
Pero esta valiente decisión llega basada en la prudencia y en el conocimiento del sector que le han otorgado los años de trabajo en la bodega Güi-Güi y en la cafetería Boston de nuestro pueblo.
Pero los que conocen a Roberto tampoco se han sorprendido. Esa mente inquieta y creativa siempre está a punto para emprender. Roberto apuntaba maneras desde bien
pequeño. Siendo un niño de diez años promovió su primer gran proyecto que hizo que su nombre retumbara con fuerza por todos los rincones de nuestro municipio. La Semana Santa infantil lo lanzó a la fama, y fruto de esta meritoria iniciativa fue nominado y premiado con tan sólo doce años al primer premio joven de la primera edición de los premios “Aljaraqueños del Año”.
Han pasado unos cuantos años desde entonces, pero Roberto sigue siendo una persona muy querida y admirada en nuestro pueblo, y no sólo por los de “su quinta”, sino por vecinos de todas las edades. Su bar, La Pepa, es frecuentado por todos aquellos vecinos que buscan ese punto de encuentro dinámico que avanza al ritmo que marca el calendario de nuestras tradiciones locales.
Su carácter extrovertido y amable, su disponibilidad permanente para echar una mano allá donde haga falta, su vocación de servicio y su enorme responsabilidad, hacen de él una persona excepcional y ejemplar.
Por todo ello, Roberto Hurtado ha vuelto a ser nominado al Premio Joven.
José Cruz – Portavoz del Grupo Municipal Cs de Aljaraque:
Es un gran motivo de orgullo que un joven aljaraqueño, y en los difíciles momentos que estamos atravesando, tenga el golpe de valentía de emprender y hacerlo con las ganas e ilusión que lo está haciendo.
Sin duda, Roberto Hurtado es un ejemplo a seguir para nuestra juventud por su valentía, por sus ganas de trabajar y por las ganas de sorprender cada día a sus clientes con ese toque creativo y dinámico que da a su negocio, que, lejos de ser el típico bar, ofrece ese inmejorable punto de encuentro para quienes buscan el sabor de lo nuestro tanto en lo culinario como en el ambiente. Roberto es ejemplar porque trabaja con pasión y profesionalidad, pero sobre todo por- que no esperó a que la suerte le lloviera del cielo, él ha ido a por ella…