Cuando la inteligencia se une a la sensibilidad, ahí nace Ana Aroca…

Ana Aroca

Ana cumplía 50 + 1 el pasado 18 de junio. Como buena géminis, se distingue por su ingenio y capacidad de comunicación. A veces Ana es como una niña, juguetona y divertida, al tiempo que es vital y fuerte como una joven de treinta. La edad no le ha restado un ápice de cualidad, más bien todo lo contrario, porque a ese carácter divertido y jovial, los años le han sumado esa maravillosa manera que tiene Ana, y solamente Ana, de pensar con el corazón y sentir con el cerebro. Para enamorar su alma siempre hay que dar algún que otro rodeo conquistando antes su inteligencia. En reuniones y fiestas, sin quererlo, ella siempre es el centro de atención por su alegría, carisma y agilidad mental. Y eso sin que se arranque a bailar, porque cuando se decide a ello, no hay nada mejor que mirar…

Ana es mamá de dos hijas y la mayor de tres hermanas, que la consideran como una madre para ellas. Dicen, y es imposible ponerlo en duda, que siempre ha estado (y está) acompañándolas, aconsejándolas y orientándolas en cualquiera de los muchos vaivenes que tiene la vida. Su padre, Juan, es su gran debilidad. Su familia, como todo su extenso círculo de amistades, tiene fe absoluta en su criterio porque está muy dotada no sólo de inteligencia, sino también de valores. La familia para ella es lo primero, lo demás siempre viene después.

Ana era una chica brillante en los estudios, y su formación académica unida a la enorme experiencia de quien vive intensamente y no pasa de puntillas por ningún sitio, han hecho de ella una mujer de enorme valía y atractivo personal.

Es una persona tremendamente perceptiva. Ella está siempre atenta a todo y a todos. Jamás se le pasa un detalle. Viste con elegancia y coquetería. El orden y la limpieza rigen su día a día, (qué pesá), cosa que puede ser incluso molesto (por ser suaves) para los amigos del caos.

Ana es una persona positiva, conciliadora, empática y amable con todo el mundo. Su eterna sonrisa cautivadora es la mayor de sus armas. Cuando Ana te mira sonriendo, el mundo se para. Analiza cada situación encontrando soluciones creativas ante cualquier circunstancia. Lo que a ella se le ocurre, difícilmente se le ocurre al resto de los mortales, porque jamás se queda en la superficie, tiende a buscar la raíz y no para de escarbar hasta que la deja al descubierto.

Ella es, como buena psicóloga, una gran escuchadora. Pero después de escuchar, nunca se va. Ana, tras horas de paciente escucha, siempre concluye de la misma manera. “Vale, te entiendo, pero ahora ¿cómo lo arreglamos? ¿qué piensas hacer al respecto?” Y no se va (por mucha prisa que tenga) hasta que no le dejas clara la hoja de ruta que vas a seguir… y ojo con no cumplirla, porque ella te va a llamar para asegurarse de que estás haciendo las cosas tal y como se acordó. Pero ojo, que si la cosa se pone muy muy fea y le dices que ni siquiera puedes conciliar el sueño de noche, Ana no duda en abrir su bolso de Mari Poppins (que siempre va a ir perfectamente conjuntado con su atuendo del día) y buscar en él hasta que encuentra la solución. Siempre encuentra “ese algo” que necesitas para dormir, porque aunque sea una pastilla juanola caducada, cuando Ana te la da, siempre es el remedio infalible para tu mal. (Y no es hablar por hablar)… Porque la cura no está en lo que se te da, sino en las manos y el corazón de quien te lo da… Romántica con matices, siempre soñó con que tal vez “alguien” alguna vez le regalaría la luna, pero siempre desde la tranquilidad de saber que si nadie apareciera para regalársela, ya ella iría a buscarla. Luchadora.

Desde Palos Punto Cero te deseamos que cumplas muchos años más y que sigas siendo ese bálsamo necesario para todos los que te rodean.

Ana, eres esa persona de la que nadie puede prescindir, y los que tenemos la suerte de tenerte cerca, agradecemos a la vida la enorme grandeza de tu compañía.

Los que te queremos, siempre que escuchamos estas letras de Rosana, nuestra mente nos dibuja tu preciosa sonrisa…

Con tu amor, siento calma

y a la orilla del rio

tu calor se me agarra y me llenas

el alma de luz y rocío.

Con tu amor siento ganas

en los cinco sentidos

y me llevas tan lejos, que apenas

recuerdo de dónde venimos.

Pues eso, querida “elegida”… que con tu amor sentimos calma a través de los cinco sentidos. Se te quiere, porque no hay forma de conocerte y no amarte…

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