A sus 38 años y de origen checo, Lucie Peskova ha logrado uno de sus mayores sueños, el de tener un bebé creciendo en su vientre. “He querido ser mamá desde que tengo uso de razón y todavía no me lo creo”, afirma emocionada.
A Lucie le encantan los niños desde siempre. Cada vez que alguna amiga se queda embarazada o algún bebé nace a su alrededor, ahí está ella para mimar a ambos. Así, se vuelca durante todo el proceso dando todo lo que puede y un poquito más. Le gusta dar en esa situación lo mejor de sí misma, donde pone de manifiesto su grandísima empatía y bondad. Adora la vida y no lo sabe disimular.
Esta maravillosa mujer lleva viviendo en Palos quince años y, en sus propias palabras, “aquí me muero, vamos”. Confiesa que no existe un lugar en el que se sienta más a gusto que en nuestro pueblo y que es muy afortunada de haber encontrado amigas tan fieles.
Una de ellas es Mari, su compañera de risas y llantos. Se conocieron al poco tiempo de su llegada a nuestro pueblo y, desde entonces, son mejores amigas. Mari fue de las primeras personas que supo de su embarazo y está extremadamente feliz por ella. “La verdad es que se lo merece, cuando me lo dijo, no me lo creía, era un sueño hecho realidad. Lucie va ser una madre extraordinaria, la mejor, y estoy segura de que le inculcará todos los valores tan buenos que comparte conmigo y mis hijos. Es una persona que siempre me ha ayudado hasta cuando no ha tenido cómo, siempre ha encontrado la forma de hacerlo. En estos quince años de amistad, hemos tenido muchos “rifirrafes” y, como somos personas comunicativas, directas, que siempre nos decimos todo a la cara, al final acabamos enfadadas. Pero siempre es por poco tiempo, porque ambas sabemos que cada una es esencial en la vida de la otra. Te quiero mucho Lucie, y estoy deseando verle la carita ya”, dice Mari, con la mano en el pecho.
Sobre el embarazo, Lucie no está nada nerviosa, puesto que es algo que siempre ha deseado. Se enteró que estaba embarazada porque tenía unos días de retraso y, cuando se lo confirmaron, fue la mujer más feliz del mundo entero, pero la más triste al mismo tiempo porque su madre no pudo recibir la noticia con ella. “La verdad es que, aunque pueda sonar frío, creo que unos se van para darle paso a otros. Creo que mi madre murió para que yo pudiera dar vida a la criatura que ahora tengo en mis entrañas. Es triste, pero posiblemente sea así”…
La hermana de Lucie está muy contenta por el futuro nacimiento de su sobrino o sobrina. Junto al futuro papá, se mueren de ganas porque nazca ya, a pesar de que falten al menos seis meses. Desde la muerte de su madre, Karin y Lucie están más unidas que nunca y saben que el (o la) bebé nacerá y se criará con todo el amor posible.
En cuanto a la vida de embarazada, Lucie se nota muchísimo más cansada de lo normal, con muchos cambios de humor constantes y bastante sueño durante el día, además de estar sensible y llorar con cualquier cosa. Y, para los más curiosos… tiene claro el nombre en caso de que sea una niña y dudas si es niño, pero, por lo pronto, no tiene pensado decirlo hasta después de la fiesta que harán tras el nacimiento.
“Si pudiera, aunque ya lo hago, le diría a mi bebé que voy a intentar ser la mejor madre del mundo, que estoy aquí para cuidarlo y para protegerlo y que siempre será mi otra mitad”, nos cuenta Lucie, emocionada.
Desde Palos Punto Cero, no lo dudamos. Le deseamos un embarazo y parto sano y sin complicaciones. Muchísimas felicidades por la noticia y ¡con ganas de darle la bienvenida a nuestro pueblo!