Manuela y Juan Manuel se conocieron en el instituto con tan sólo 12 y 13 años, respectivamente. Empezaron, como niños, con tonteos (ella se había enamorado a primera vista), pero, por cosas de la vida, pronto tomaron diferentes rumbos.
Manuela conoció a otros chicos y Juan Manuel a otras chicas. Aún así, a pesar de todo, ella seguía enamorada de él. Así fue cómo el 3 de junio de 2016 volvieron a intentarlo, y… hasta el día de hoy ¡El 7 de agosto de 2021 sellaron sus vidas!
La pedida de mano estaba prevista hacerla en un viaje a Disneyland. Debido a las restricciones existentes por entonces, Juan Manuel la pospuso y le plantó el anillo el día de Reyes.
Nos cuentan sus seres queridos que preparar una boda en plena pandemia ha sido complicado, sin saber si podrían celebrarla o no, pensar en cuántos invitados podían ir, etc. Tras meses de dudas, lucharon como valientes por darse el sí quiero y disfrutar de su gran día. Llegó el momento y pudieron celebrarlo en grande junto a sus 200 invitados, rodeados de sus familiares y amigos más íntimos. Fue una boda muy deseada, puesto que Manuela es la pequeña de la casa. “Ella iba radiante, como una princesa, y en la cara se le notaba la alegría”, nos detalla su grupo de amigas.
Hace un tiempo, Manuela acompañó a su amiga Carmen como dama de honor en la boda de esta. Por ello, Carmen decidió devolverle dicho regalo cantándole en la puerta de la casa de los padres de Manuela justo antes de la ceremonia, junto a David, otro amigo. No se lo esperaba y la emoción se apoderó de toda la calle: “nosotras, como amigas, lo único que queríamos era verla disfrutar en su día y acompañarla”.
Así, se dirigieron a la iglesia de San Jorge Mártir y, tras el rito, se fueron al salón Azahares de Moguer para celebrarlo. Como no pudieron hacer la mítica barra libre, decidieron alquilar otro lugar para continuar la fiesta. Un lugar maravilloso con piscina y al aire libre donde estuvieron hasta altas horas de la madrugada. Al día siguiente, domingo, los acompañaron los familiares y amigos más cercanos comiendo una paella.
Respecto a la luna de miel, Manuela y Juan Manuel pasaron una maravillosa estancia por Galicia y Asturias y, ya después, se bajaron a Cádiz a pasar unos días de relax.
Las compañeras de baile de flamenco y amigas de Manuela, le dedican las siguientes palabras: “para nosotras, ella es nuestra ‘pesaíta’ porque es la más preguntona del grupo, jaja. Como amigas, queremos que sepa que siempre nos tendrá ahí para lo bueno y para lo malo. Ellos dos juntos son de admirar, han construido su casa con gran ilusión como toda pareja deseosa de formar su hogar y empezar a formar una familia. Os queremos”.
Desde Palos Punto Cero, felicitamos a los recién casados y nos alegramos de que, después de tanta espera, haya salido todo tan bien. ¡Enhorabuena, pareja!