Melómano y coherente, Alberto suma un año más de aprendizaje diario

El pasado 2 de julio, Alberto cumplía 29 añitos. Y qué más da cuántos sean, él es de los individuos más presentes que conocemos. Cuando viaja, lo aprovecha. Cuando trabaja, da todo lo mejor de sí mismo. Y cuando quiere…lo hace de verdad. Porque así es él, de apariencia dura y corazón tierno. Alberto tiene esa personalidad que consigue, de forma natural, empatizar con los demás instantáneamente. Su coherencia y saber estar hacen que sea una persona escuchada y respetada.

Este ingeniero mecánico especializado en drones trabaja actualmente en la SEAT de Barcelona, y celebró su día en compañía de su novia y amigos. Y, decimos actualmente, porque Alberto no pierde la esperanza de volver a sus raíces, a Palos. Anhela su hogar, sus familiares, sus amigos de toda la vida…

Su primo Martín es uno de esos familiares con los que de niños eran un dúo invencible. Transformaban la casa de su abuela Candelaria en un campo de batalla y jugaban a “los ladrones”, en lo que “nos creíamos el CSI Miami. Teníamos que ir disparándole a todos los que estaban por allí. Alberto siempre utilizaba el bazooka, así os podéis hacer una idea de lo listo que es… ¡con un tiro ganaba!”, nos comenta entre risas. Martín le dedica a nuestro cumpleañero las siguientes palabras: “Aunque ya esté rozando el pureteo, la verdad es que es un crack. Se ha convertido en un tío inteligente, buena persona, familiar, gracioso… Solo le falta ser guapo como su primo, jaja… Yo creo que lo que le hace verdaderamente especial es la energía que trasmite. La forma en la que habla y la seguridad que da es algo innato de él.
Le deseo, hoy y siempre, que siga siendo él, que disfrute como merece y que sigamos nosotros disfrutando de él”.

Alberto no para. Ya desde niño apuntaba maneras, siempre ha sido curioso y activo. Practicó kárate hasta los once años. Después, empezó a patinar con rollers, combinándo lo con bicicleta. Hoy por hoy, le da “mucha caña” al entrenamiento físico, practica crossfit y le encanta. Los tatuajes también lo definen, sobre todo los realistas. Le fascina ir a concentraciones de tatuadores y estar tatuado por los mejores del mundo.

La buena música es algo esencial en su vida. Desde que tiene uso de razón, se ha visto atraído por todos los géneros.
Desde Post Malone a Janis Joplin, pasando por All Them Witches y Fabrizio Paterlini. Su madre confiesa que ha conseguido que esta afición también sea una tónica en su propia vida, y adora mantener largas e interesantes conversaciones que le hacen ver la gran persona que su hijo es, siempre con esta música de fondo. Ella, que se vuelca en cada aventura de Alberto, tiene cientos de anécdotas que contar. La última, cuando la sorprendió llevándola a ciegas a un teatro de Barcelona para ver y escuchar una banda australiana muy querida por ambos. “Este grupo nos ha acompañado en muchos momentos de largas charlas y es cierto que jamás pensé verlos en directo. Consiguió emocionarme”.

Sigue con: “Alberto es cariñoso, atento, responsable y afectuoso, muy amigo de sus amigos y muy familiar. Me sorprende cómo a pesar de la distancia y del tiempo que hace que no está en Huelva y, sobre todo, en su pueblo. Palos, nunca pierde el contacto con sus amigos y, cuando baja, es el motivo de reunión y celebración para todos ellos. Como madre te diría que no podría estar más orgullosa. Nunca ha sido un chico problemático y siempre ha sido buen estudiante”.

A quien escribe esto, Albertillo le ha enseñado el verdadero significado de la palabra “diversión”, en el mejor sentido posible. A encontrar el equilibro perfecto de mente sana, cuerpo sano personificado. Le tengo un cariño desde que lo conocí que pocas personas pueden superar. Hablamos dos veces al año y nos vemos aún menos, pero cada vez que nos reencontramos le doy el abrazo del siglo y retomamos donde lo dejamos la última vez. Es un amigo con los pies en la tierra, pero con ese punto de locura que lo caracteriza. Diría que gracias a él he aprendido a amar la música de los ’60 y a no tomarme la vida tan en serio, cosa que me hacía muchísima falta… ¡Te admiro y te quiero muchísimo, carapan!

Desde Palos Punto Cero, le deseamos un año repleto de buenas vibraciones y grandes oportunidades. ¡Nos vemos en agosto, Alberto!

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