Verano de 1995. Una adolescente de 16 añitos y otro de 20 cruzan miradas en un salón de juegos recreativos en Palos. Aún no lo saben, pero en poco tiempo no podrán vivir el uno sin el otro.
Alfonso solía frecuentar ese lugar mucho, al igual que ella. Cierto día, se dio cuenta de que había tenido un flechazo. Un sábado de ese mismo julio, quedó con un amigo para salir en Mazagón como cada fin de semana. Mientras lo esperaba en los recreativos, fichó a Rocío en la sala. Estaba con su novio y le pareció que algo iba mal. Ella salió del establecimiento alterada, a lo que Alfonso fue en su busca. Comenzaron una charla que duraría horas. Su novio la había dejado. Así, nuestro protagonista la escuchó y consoló, y avisó a su amigo de que ya quedarían en otro momento. Siguieron quedando cada día y empezaron a conocerse. Ya habían forjado una bonita amistad, hasta que el 5 de septiembre, ‘Peca’ pidió salir a Rocío por carta y ella…¡Aceptó!
Al principio, la familia de ella no aceptaba a su pareja. Con el paso del tiempo lo hicieron y, en 2006, tras varios años de noviazgo, decidieron poner fecha a su matrimonio para el 17 de agosto del siguiente año. La boda tuvo lugar en la Ermita del Rocío. Esperaron a que llegara la romería del pueblo y cuando finalizó, los recién casados se fueron de luna de miel. Pasaron unos días increíbles en Punta Cana y otros en Madrid, pues ‘Peca’ se moría de ganas por conocer el estadio del Atlético de Madrid.
Después de 26 años juntos, han pasado por baches, como todas las parejas, pero el amor que se tienen el uno al otro los mantiene unidos como el primer día. La ilusión de su vida es tener hijos, pero la vida aún no ha querido que ocurra: “Rocío, mi mujer, para mí es lo mejor que me ha pasado en la vida. Tenemos nuestros defectos, pero lo hemos llevado muy bien porque, por ejemplo, ella siempre me ha apoyado en todo lo que yo quería hacer”, nos cuenta ‘Peca’, quien no quería pasar la oportunidad de decirle a Rocío: “quiero darte las gracias por estos 26 años. Hemos vivido momentos malos y momentos muy buenos, pero siempre juntos. Sigo enamorado de ti como el primer día. Ojalá pronto la Virgen nos dé ese hijo que tanto queremos y sólo espero que sigamos cumpliendo muchos años más juntos. Te quiero mucho”.
¡¡QUE VIVA EL AMOR!!