Hay personas que dejan huella y Luis es una de ellas. Este palermo cumplió 42 años el pasado 7 de septiembre y su madre no puede estar más orgullosa de él. Es el hijo, marido, hermano y trabajador perfecto. Nunca tiene una mala palabra hacia nadie ni pasa dos o tres días sin ver a quien le regaló la vida. Gregoria, su madre, nos cuenta que tiene seis hijos y daría su vida por todos ellos, cada uno con sus defectos y virtudes, pero que Luis tiene algo: “la vida es así, tienes cinco dedos en la mano y ninguno son iguales. Pero mi Luis… Es un cachito de pan”.
En cierto modo, se deben mucho. Luis la hizo mamá por primera vez y fue el bebé más bueno del mundo. Aparentemente, no lloraba ni aunque estuviera malito, nunca le dio una mala noche a sus padres. Creció siendo un niño estupendo y nada problemático…Y es que sigue siendo así.
Para sus jefes, más que un trabajador, es parte de la familia. Cuando la esposa de su encargado cocina algo que sabe que a Luis le gusta, le invitan de inmediato. Los hijos de estos, igual de amables.
Dice Gregoria que si tuviera que ponerle algún pero a Luis sería el de que aún no se ha casado con su pareja después de 20 años juntos: “yo le digo ‘anda, cásate para yo ponerme la peina’ y él se ríe”. Así, agradece que su primogénito la visite una o dos veces por semana y que lo primero que le pida sea un beso: “qué más te voy a decir, hija, si pa’ una madre lo mejor que tiene son sus hijos”.
Desde Palos Punto Cero, le deseamos el mejor de los cumpleaños y que siga igual de encantador. Qué suerte tenemos de rodearnos de vecinos de este calibre…
¡¡FELICIDADES, LUIS!!