A estos prestigiosos premios educativos concurren docentes a petición de los padres y madres de sus alumnos. En el caso de Raúl, han sido las familias de sus alumnos y alumnas de Infantil de 4 años quienes le han propuesto para estos premios. A finales de julio se sabrá si pasa el primer corte y, en caso afirmativo, llegará el momento de acreditar distintos méritos para ser merecedor del galardón. Aun así, el docente nos confiesa que “el verdadero premio es que los padres y madres valoren tanto mi trabajo que hayan querido proponerme para los Premios Educa Abanca”.
Raúl Morano Muñoz, de 45 años de edad y maestro de Educación Infantil desde 2007, cumple su segundo curso en el CEIP El Puntal de Bellavista. Anteriormente, había estado en el Alonso Barba de Lepe, en centros de Nerva, Huelva e, incluso, de fuera de nuestra provincia. Cuando aterrizó en Bellavista, en plena pandemia, no podía imaginarse que en poco tiempo iba a ganarse a toda su clase y también, lo que es aún más difícil, a los padres y madres de su alumnado: “En un mundo, el de la Educación Infantil, en el que escasean los hombres aunque poco a poco se va tendiendo hacia la igualdad, lo que suelen esperar tanto alumnado como familias es a una mujer. Sin embargo, cuando me ven entrar el primer día observan a un hombre, de 1’92 metros de altura, con barba y greñoso. No es lo que se esperan y, claro, como ocurre con todo en la vida, hay perfiles que chocan porque son minoritarios”, explica Raúl, que apunta que “yo, al empezar en un nuevo grupo, siempre les digo a los padres y madres que las formas de dar clases son como las lentejas, que cada uno las hace de una forma distinta. Entonces, yo les explico pormenorizadamente cómo son mis lentejas”.
Parece ser que las lentejas de Raúl han gustado, pues las familias han pedido ración y media. Y es que en tan sólo dos años, los padres y madres lo han propuesto para los prestigiosos Premios Educa Abanca. ¿El motivo? Llevar a cabo dinámicas de trabajo novedosas, y que requieren de gran carga de trabajo para él pero que resultan muy estimulantes para los pequeños y pequeñas, además de conseguir conectar a los padres y madres con la educación de sus hijos y con la vida y el funcionamiento del propio aula.
Aunque todo lo que Raúl pone en marcha con su grupo es bastante más extenso, tenemos que ceñirnos al formato de esta página, por lo que trataremos de resumir sus acciones, intentando hacerle la justicia que merece.
Comprometido al máximo con su trabajo, Raúl es uno de esos maestros que están en constante formación. Fruto de ella, pone en marcha distintas formas de trabajar en el aula. Así, una parcela que el maestro potencia mucho es la lingüística. Para ello, cada día de la semana, a excepción de los martes que hay inglés, lleva a cabo distintas actividades para que sus alumnos y alumnas trabajen la lingüística, todo ello con la colaboración de las familias. Por poner un ejemplo, los lunes toca el ‘Cuaderno de fin de semana’, que es una actividad que consiste en que los pequeños y pequeñas, con ayuda de sus familias, dibujen en un cuaderno lo más relevante que hayan hecho o presenciado durante el fin de semana. Al finalizar el dibujo, tienen que escribir una palabra modelo que sugiera la acción que el dibujo representa. El lunes, ya en el aula, van contando lo que han hecho durante el fin de semana, enseñando su dibujo y su palabra, con lo que el proceso es muy completo, ya que se trabajan la expresión escrita, la expresión oral y se fomenta el aprendizaje entre pares, por no hablar de que la base central de todo ello es la competencia de aprender a aprender, es decir, la capacidad de un ser humano para adquirir por sí mismo conocimientos y destreza a la hora de enfrentarse a distintas situaciones, algo de vital importancia durante toda nuestra vida, pero, sobre todo, a edades tempranas.
La parcela lingüística se trabaja también los miércoles, jueves y viernes con distintas actividades, aunque todas ellas sumamente transversales, colaborativas y motivadoras. Para ello, afirma Raúl “se hace fundamental tener familias muy colaboradoras. A mí me gusta que algún padre y alguna madre vengan de observadores al aula. Pero, claro, en pandemia no ha podido ser. Por ello, tengo un blog, ‘La clase del maestro Raúl’, en el que se cuelgan fotos de las actividades que hacemos y también pongo vídeos de lo que sucede en el aula. Es una manera de abrir el aula a las familias a pesar del Covid”.
NEUROEDUCACIÓN
Otro de los aspectos novedosos que Raúl introduce en sus clases, fruto también de su formación continua, es la neuroeducación, enfocada a estimular la memoria y fijar la atención. Para ello, son muy importantes los descansos activos, que son parones de minutos en la tarea que se esté realizando pero sin cesar completamente de hacer algo (esto sería descanso pasivo). Así, al igual que ocurría con el trabajo lingüístico, los descansos activos que Raúl propone a su alumnado son muy diversos: hacer seguimiento visual de un objeto que el maestro va moviendo (pues el movimiento ocular activa una zona cerebral que permite que, una vez reanudado el trabajo, se esté más receptivo), coreografías, andar al ritmo de un pandero musical, etc. “Aunque estoy iniciándome en de la neurociencia, la verdad es que los resultados se van notando”, aclara.
AGRADECIMIENTOS
Para finalizar, Raúl no quería dejar pasar la oportunidad de manifestar el gran ambiente de trabajo que se respira entre todos los compañeros del CEIP El Puntal, sin olvidarse del ex director, Enrique Jabares. Por supuesto, “también quiero dar las gracias a las familias de mi alumnado por la confianza depositada en mí. Que pongan la educación de sus hijos e hijas en mis manos ya es un voto de confianza, pero que encima lo refrenden con este apoyo, es algo para lo que sólo me nacen gratitud y cariño. Son gestos y detalles que se quedan para siempre en la memoria de uno. Por ello, estoy eternamente agradecido a mis pequeños y a sus familias por creer y confiar en mí”, concluye.
