Manuel y Jorge Robles Garrocho nacieron el pasado 7 de junio de 2022. Con casi 3 meses de vida, hablamos con sus padres, Pilar y Francisco, quienes nos relatan la pequeña odisea que han vivido, con algún momento de angustia de por medio, durante el embarazo y el parto.
Y es que una vez que reciben la noticia de que van a ser padres, en la primera ecografía les dicen que viene un niño. No sería hasta 3 semanas después, en la décima semana de embarazo, cuando les dicen que vienen mellizos.
Nos comenta Pilar, trabajadora del SAS, que el embarazo fue buen, aunque, eso sí, “tenía una señora barriga”. Y no era para menos, pues en su interior portaba dos mellizos que, cuando nacieron, pesaron 3’280 kilos (Manuel) y 3’160 (Jorge). Así, Pilar ingresó en el hospital el domingo 5 de junio, porque notó una contracción y al ser primeriza, y ser un parto gemelar, decidió curarse en salud. En el hospital, la llevan a monitores y deciden dejarla ingresada. Al día siguiente, estuvieron observándola todo el día y tenía contracciones cada 2 o 3 minutos. No fue hasta el martes 7 de junio a las 9’00 horas que la llevan a paritorio. A las 11’00 horas le ponen la epidural. Como sólo tenía 7 centímetros de dilatación, tras esperar, deciden llevarla a quirófano para practicarle una cesárea. Cuando todo acaba y comienzan a coser, a Pilar se le empiezan a pasar los efectos de la epidural: “Lo pasé muy mal, la verdad, pues me dolía mucho. Encima, escuchaba comentarios sobre algo de una incubadora y, claro, no sabía que estaba pasando”, explica Pilar. Lo que Pilar escuchaba y estaba ocurriendo era que Manuel, el bebé que nació primero, sufrió un distrés respiratorio durante el parto y tuvo que ser trasladado a la UCI.
Una vez que coge a Jorge en brazos y Francis, su pareja, le dice que Manuel evoluciona bien, se queda algo más tranquila. Eso sí, al día siguiente, en cuanto se lo permitieron, fue a ver a Manuel: “Estoy acostumbrada a ver gente en la UCI y siempre te da mucha pena, pero ver a alguien de tu sangre y tan pequeño con los cables, las sondas y demás, es una experiencia que te parte el alma. Afortunadamente, le quitaron ese día el respirador y los bibis le entraban bien”, recuerda Pilar con la voz entrecortada. Al día siguiente, Manuel abandonó por fin la UCI y el viernes 10 todos pudieron irse a casa, aunque con un nuevo obstáculo de por medio. Y es que el ginecólogo propuso, en primera instancia, dejar a Manuel ingresado y que Jorge y sus padres se fueran: “Dije que sin Manuel no me iba y, por fortuna, pudimos irnos todos juntos”, apunta Pilar.
Actualmente, Manuel se encuentra bien y ya pesa más de 6 kilos. De hecho, pesa más que su hermanito, Jorge, con algo menos de los 6 kilos de su hermano. Sin embargo, estos primeros meses han sido duros, pues “si un bebe te cambia la vida, imagínate dos. Mi suegra y mi madre nos han ayudado mucho. Manuel y Jorge comen mucho y, claro, los dos piden el bibi a la misma hora y, por lo general, de 4 en 4 horas. Sin embargo, ya llevan unos días en los les damos el último bibi a las 00’00 o 00’30 horas y hasta la mañana siguiente no vuelven a pedir. Parece que están cogiendo el ritmo y han comenzado a adaptar los ciclos vitales”, comenta Pilar.
Para finalizar, el mensajito que Francis y Pilar les mandan a sus hijos es el siguiente: “Es lo mejor que nos ha podido pasar en la vida sin duda alguna. Jamás pensaba que se podía querer tanto a algo tan pequeño”.