Juan Luis Martín Suarez (Juanlu), de 40 años de edad y natural de Bollullos del Condado, ha sido concejal de Ciudadanos en la oposición en el Ayuntamiento de Punta Umbría durante 3 años y medio, hasta que el pasado 30 de noviembre, en pleno municipal renunciaba a su acta de concejal ante la mirada de asombro de toda la Corporación.
Nadie lo podía creer. Ni los que estaban en el salón de plenos ni los que le esperaban fuera. ¿Quién lo podía pensar?…
Residente en Punta Umbría desde 2008, Juanlu es soltero y el hijo mayor de Juana y Manuel, sus grandes referentes de vida. Ellos le enseñaron el valor de la integridad y del esfuerzo. También le enseñaron que donde termina el esfuerzo comienza el fracaso, y que el hombre vale lo que vale su palabra. Unos valores que a día de hoy definen su marca personal.
Adora la Navidad, pero más que por su sentido religioso, por tradición. Su hermana, 3 años menor, aunque vive en Ayamonte, viene a Punta Umbría a pasar las Navidades junto a Juanlu y sus padres, que han encontrado en nuestro pueblo en punto de encuentro ideal para disfrutar de la convivencia familiar.
Nuestro protagonista es creyente pero no practicante, se quedó en la Confirmación. Después de ello, aunque alejado de los rituales cristianos de la Iglesia, se define como devoto de la Virgen del Rocío y de la Virgen del Carmen.
Conciliador y de trato suave, Juanlu ha afrontado en los últimos días una etapa de decisiones que no han sido nada fáciles para él, aunque sí necesarias para poder vivir con la tranquilidad de ser leal a su sentimiento y también a su criterio personal.
Las decisiones en él nunca son producto del impulso o la visceralidad. Todo lo contrario, la reflexión y la calma son sus mejores aliadas en los momentos de dificultad y de transición. Las prisas no están hechas para Juanlu, aunque se le reconoce una extraordinaria agilidad mental.
No da un paso sin antes medir sus consecuencias, pero una vez que lo tiene claro, tira adelante con todas las de la ley, pero eso sí, sin violencia, sin estridencias, minimizando los daños colaterales… Esas son sus formas, esa es su grandeza.
Ingeniero químico, con Máster de Ingeniería Medioambiental y Máster de Ingeniería de Fluidos Complejos, se especializó en Teoría de Números y Métodos Estadísticos de amplio espectro. En 2007 presentó su doctorado en Economía, aplicando la Teoría de Números a las ciencias sociales. En 2010 aprobó las oposiciones a profesor de matemáticas.
Hasta entonces, mientras estudiaba la carrera, trabajó en varias empresas para costearse sus inquietudes intelectuales (el valor del esfuerzo). Así, pasó por la hostelería, por empresas como el Corte Inglés, o Mercadona…todo sin perder de vista su objetivo profesional. Y tras aprobar las oposiciones, comenzó a impartir clases como interino trabajando por varias provincias, pero desde el 2008 que llegó a Punta no ha salido de la localidad donde ha dado clases de matemáticas, informática y tecnología. Desde 2016 está en el Saltés donde tiene su plaza definitiva desde 2018.
La directora del Saltés, Julia, también ha sido, y es, un claro referente profesional y personal por su capacidad de trabajo y de conciliar su vida laboral con la familiar, algo admirable para un hombre sin grandes responsabilidades familiares. A sus compañeros de trabajo los tiene siempre presentes y en muy alta estima.
Su trabajo como profesor ocupa gran parte de su vida, una profesión que le llena y le hace feliz. Es profesor por vocación, una vocación que descubrió siendo bien pequeñito, cuando en los recreos o en casa enseñaba a sus compañeros de clase todo aquello que no habían entendido. La decisión estaba tomada. Sería profesor. Todo fue llegando. Juanlu era, y es, un hombre de retos.
Le apasiona la informática, la ciencia, la física, la naturaleza, el campo y los paseos por la playa… El contacto con la naturaleza es su mejor opción de tiempo libre. Es persona de imperiosas necesidades sociales pero también necesita ese espacio personal en solitario para la reflexión y la tranquilidad.
Ante incidencias no suele reaccionar de forma impulsiva, es reflexivo y pragmático. Aunque no es persona de ejercer la autoridad, sí que ve necesaria en nuestra sociedad una autoridad asertiva: “Es importante que la persona que soporta una sanción entienda que la autoridad que se ejerce sobre él no es caprichosa sino justificada y que comprenda a la perfección los motivos que ocasionan esa sanción”.
Anda a caballo entre el conformismo y la ambición. Cuando algo no le agrada, busca el cambio a largo plazo, pero eso sí, sin prisas, sin sobresaltos… Tampoco le gusta improvisar. Es estratega y persistente.
Aunque su vocación ha sido -desde siempre- ejercer la docencia, también le ha acompañado a lo largo de toda su vida una fuerte atracción por la política. Desde muy joven fue diseñando su propio criterio ya que ninguna corriente le convencía. En 2.006 se tropezó, en un programa de tele 5, con un tal Albert Rivera. Le enganchó su filosofía. En marzo de 2015 decidió afiliarse al partido de Albert invitado por una centralidad con la que se sintió cómodo y afín. Siempre huyó del dogmatismo y nunca se ha identificado con los extremos ni entendió las etiquetas. Para Juanlu “la política está tan polarizada, que casi no hay lugar para posiciones centrales. Nos obligan a etiquetarnos continuamente. Yo soy antietiquetas. No me gusta que nos cataloguen a la mínima de cambio. Siempre hay que andar lidiando, según la situación, con comentarios reiterativos de eres de izquierdas o eres de derechas según venga la cosa. Pero no deberían ni deberíamos catalogarnos en ningún ámbito de la vida con tanta ligereza. En política tampoco. Si digo tal cosa, ya se me cataloga de izquierdas, si hago lo otro, soy de derechas, si apoyo una moción del PSOE, ya soy de izquierdas. Si no la apoyo, soy de derechas…. Y así siempre. Y todo en busca siempre de la rentabilidad política”.
Juanlu no es político profesional, es profesor y adora su profesión, pero reconoce tener una clara vocación de servicio público. Adora la política local pero también le gusta la política supramunicipal porque lo que quiere es mejorar la calidad de vida de la gente y entiende que hay decisiones que han de tomarse en un ámbito superior al local y que tienen una enorme repercusión en la gente de los pueblos, como pueden ser las comunicaciones. “Si en Huelva se hace el tan llevado y traído aeropuerto, Punta Umbría se beneficia de forma directa aunque la instalación se hiciera en Lepe, por ejemplo, como estaba proyectado”.
Juanlu fundó la agrupación local de Ciudadanos en Punta Umbría. En 2019 se presentó como candidato a la alcaldía por Ciudadanos logrando 400 votos (1 concejal). Desde que entró como concejal de oposición y portavoz de su grupo municipal hace 3 años y medio ha presentado alrededor de 50 mociones.
Tras cada moción hay muchas horas de dedicación, pero reconoce que en estos años de legislatura se ha tenido que enfrentar a dos temas que han requerido muchísimo tiempo de trabajo por su complejidad y por la enorme repercusión que tienen sobre nuestro pueblo: hablamos del proyecto de las torres y del adelanto del canon de Giahsa. Ha tenido que leer, estudiar leyes, jurisprudencia, estudiar el recorrido histórico de los temas, hablar con técnicos, visitar despachos, etc… un trabajo intenso de meses.
Para Juanlu “el equipo de gobierno de Punta Umbría no tiene un plan estratégico para nuestro pueblo. Actúa parcheando. Es cortoplacista. Hay sensación de que el pueblo se mueve a la deriva. Se cometen muchos fallos producto de la improvisación. No sabe gestionar la situación económica y no va más allá del parcheo para lograr el aplauso fácil e inmediato”.
Nuestro protagonista se siente satisfecho por el trabajo que ha realizado como concejal de oposición. “Me ha brindado la oportunidad de conocer a fondo los matices de Punta Umbría, conocer sus particularidades y la realidad de la situación que vive el Ayuntamiento. He defendido con fuerza mi posición ante el tema de las torres y del adelanto del canon de Giahsa. El equipo de gobierno ha demostrado que el único plan que tiene es seguir gobernando a costa de lo que sea. De hecho, es llamativo que no hay ni tan siquiera un pacto entre los concejales del PSOE y las concejalas no adscritas, no hay nada escrito, ¿dónde se ha visto eso? concejalas que cobran, junto con el primer teniente de alcalde, los sueldos más altos del gobierno de Punta Umbría”.
El hasta hace pocos días concejal de Ciudadanos denuncia que “a pesar de haber recibido el Ayuntamiento subvenciones importantes de instituciones supramunicipales y de tener el potencial que tiene Punta Umbría, no se ha abanderado ninguna iniciativa que promueva un cambio real de la situación de Punta Umbría a largo plazo. Y hay tanto por hacer…”.
Estamos viendo que, muchas veces, los gobiernos acuden al recurso fácil de la pandemia como justificación de la ausencia de gestión durante los últimos años. Pero a ojos de Juanlu, “en nuestro pueblo no ha causado tanto daño económico como nos quieren vender desde el equipo de gobierno. Muchas personas han venido a nuestro municipio a teletrabajar. Hemos tenido 1.000 nuevos empadronamientos durante la pandemia. Y aunque es cierto que se ha recaudado menos porque se quitaron impuestos a las terrazas, también hay que decir que se ha gastado menos, o nada, en festejos. Por lo que se ha compensado una cosa con la otra”.
Y si hablamos del problema de la vivienda en Punta Umbría y del del tan traído y llevado fracaso de las viviendas de protección oficial , hay que decir también que “si el Consistorio no estuviera tan endeudado, la iniciativa la podría haber promovido el propio Ayuntamiento, pero como tiene de 17 a 18 millones de euros de deuda, no se puede permitir acometer proyectos de esta envergadura”.
En definitiva, a día de hoy “no veo un proyecto de largo plazo para Punta Umbría. No hay manera de retener a la gente joven a pesar de que muchos quisieran quedarse aquí. No les estamos dando opciones, no hay industria, y el turismo ofrece solo un equilibrio frágil e inestable que no oferta posibilidades de empleo a nuestros jóvenes que no ven otra alternativa que irse fuera en busca de un futuro profesional”.
Juanlu tiene claras las deficiencias de la gestión municipal del equipo de gobierno y también las posibilidades de Punta Umbría. Sin embargo decidió hace pocos días soltar su acta de concejal… Cuando le preguntamos qué le llevó a tomar esta decisión, su respuesta fue que arrastra una situación de descontento en Ciudadanos desde hace seis meses, una situación que le ha llevado a reflexionar sobre su permanencia en el partido.
Juanlu no es persona de hacer sangre o de perjudicar a unos compañeros que siguen trabajando con ilusión por el partido que le vio nacer políticamente, a los que respeta y reconoce su labor. Por ello no quiso entrar en los detalles que motivaron su decisión. Sí argumentó que “no me siento útil dentro del proyecto de Ciudadanos en Punta Umbría”.
Hace tres o cuatro meses, en septiembre, desde Ciudadanos se le ofreció formar parte del Comité Provincial, pero ya él no se sentía identificado con la forma en la que se estaban gestionando ciertas cosas. Estimó que aceptar aquel puesto o volver a presentar su candidatura por la marca a la alcaldía de Punta Umbría sin estar convencido, no era honesto, y de ahí surgieron múltiples conversaciones que finalmente desembocaron en su baja del partido y su renuncia al acta de concejal… “Decidí desvincularme del partido. Evidentemente, no ha sido nada caprichoso. Hay cosas que me han ocasionado un daño personal importante. A pesar de ello seguí trabajando por Ciudadanos pero dando cortos pasitos hacia atrás. El primero de esos pasitos fue rechazar el puesto que me ofrecieron. Tras ello, avisé de que no quería presentarme por Cs a las próximas elecciones. Poco a poco fui dejando ver que no me sentía ya ilusionado con el proyecto… y así hasta que me di de baja en el partido y dejé el acta de concejal. Cada uno de esos pasos ha estado marcado por el dolor, en especial por dejar de acompañar con mi trabajo y mi ilusión a muchas personas que sé que están trabajando duro por la marca y que merecen toda mi admiración y respeto. Pero para ser honesto conmigo mismo tenía que salir del partido y sin duda, renunciar a mi acta de concejal”.
Para Juanlu es impensable abandonar el partido y mantener el acta de concejal: “por mucho que la actualidad política nos muestre concejales no adscritos en las Corporaciones, para mí es algo intolerable. Es una cuestión de conciencia y de principios. Si estás en un proyecto y dejas de confiar en él, lo ético es dar un paso atrás y dejar que el que venga detrás lo continúe”.
Juan Luis es un hombre de palabra. Su entorno inmediato lo sabe. Su círculo más cercano susurra bajito pero sin pausa que tal vez debió irse de Ciudadanos hace dos años. Juanlu calla cuando se le pregunta al respecto. Está claro que fue grande la desilusión. Tan grande que no encontró la forma de seguir. Porque como dicen los suyos, «Juanlu no es ni impulsivo ni caprichoso«.
Cuando nuestro protagonista comunicó en el pleno de Punta Umbría que abandonaba la política local, la respuesta de todos los grupos municipales fue unánime. Todos se interesaron por él y por su estado de ánimo. Todos se mostraron muy sorprendidos por la noticia y desconcertados. Pero para sorpresa de Juanlu, las llamadas y mensajes de cariño y apoyo eran continuas cuando su renuncia comenzó a rodar por la calle. Los trabajadores del Ayuntamiento, compañeros del colegio, familiares de alumnos, policías, gente que ha conocido gracias a la política…. Todos les trataron de convencer de que diera marcha atrás en su decisión, que no abandonara la política, que emprendiera un nuevo camino con un paraguas diferente, etc… Y junto a esa lluvia de mensajes, Juanlu recibe una oferta de “Por Huelva”, un partido que no contradice en absoluto su ideología ni sus principios, un partido respetuoso con su criterio y que “lo único que busca es mejorar la calidad de vida de los onubenses, que han sido los grandes olvidados durante largos años”.
La oferta de “Por Huelva” de montar el partido en Punta Umbría ha logrado ilusionar a nuestro protagonista que además siente que la decisión de vincularse a este partido “es una transición bastante natural en mí, pues no es disonante en absoluto con el discurso de mi trayectoria política, durante la cual jamás he criticado los partidos regionalistas. “Por Huelva” respeta mi criterio, mi autonomía, es un partido aséptico a nivel ideológico, y su principal objetivo es que a Huelva se le dé el lugar que debe tener. Nuestra provincia no debe seguir siendo la gran olvidada. Y en esa lucha me siento totalmente identificado y motivado porque es algo que siempre he defendido. En la hemeroteca no se va a encontrar ninguna contradicción ya que voy a seguir trabajando en la misma línea que he trabajado hasta hoy por Punta Umbría y por la provincia de Huelva. Por ello digo que esta va a ser una transición cómoda y coherente, y que lo que voy a hacer es poner a disposición de mis vecinos el remanente político que ha generado mi trabajo durante estos tres años y medio por Punta Umbría”.