Juan Luis Pacheco Cruz: “Me siento orgulloso de mi pueblo y de su gente. Somos respetuosos con las opiniones diferentes y compartimos el amor por la Virgen de los Remedios”

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Juan Luis Pacheco Cruz nació un 20 de octubre por cesárea en el hospital Manuel Lois de Huelva.

Hijo de Brígida y José, al que todo el mundo llamaba “Pacheco” por su apellido, Juan Luis es el menor de cuatro hermanos, un orgulloso aljaraqueño enamorado de las devociones populares y de la gente de su pueblo.

Juan Luis atendió a la petición de Periódicos Punto Cero de entrevistarlo…

Juan Luis Pacheco es el presidente de la Hermandad de la Virgen de los Remedios.

Juan Luis, ¿Cuándo arranca tu profundo sentir religioso?

Desde niño siempre sentí gran inquietud por el hecho religioso.

Desde mi Primera Comunión fui monaguillo con D. José Miranda, de quien aprendí mucho y del que guardo muy buenos recuerdos.

En aquel entonces los monaguillos no solo ayudábamos en misa, también nos hacíamos cargo de otras tareas como -por ejemplo- los toques tradicionales de las campanas que se tocaban manualmente. Recuerdo que cuando había un entierro en horario escolar, el cura me hacía un justificante para que me dejaran salir a la hora del sepelio y tocar las campanas por el difunto. Algo que sería impensable a día de hoy.

Guardo buenos recuerdos del colegio, de mis compañeros de clase y de mis profesores D. Romualdo, Dña. Angela o Dña. Jhosebe. En esos años como monaguillo conocí a varios sacerdotes que prestaron su servicio en la Parroquia de Aljaraque, de los cuales fui aprendiendo mucho. Me mantuve de monaguillo hasta que me fui a hacer el servicio militar, “la mili”.

Desde niño, estuve siempre ayudando en la Parroquia en el montaje de los pasos de Semana Santa y las salidas de la Virgen de los Remedios en agosto y por Romería. Aprendí mucho de Pepe Gallardo, que se encargaba de todas esas cosas en años muy difíciles, apenas había medios para sacar una procesión, pero él siempre se las ingeniaba y ponía todo su talento para que pudieran salir los pasos dignamente en su día.

También quiero hacer mención a mi padrino de Confirmación, Francisco Magro, conocido por todo el pueblo como “Frasco”, quien me animó, junto con Pepe Gallardo y Pepita Pérez a entrar en la Junta de Gobierno de la Hermandad, lo cual hice nada mas regresar de la mili.

¿Cuáles son tus primeros recuerdos de infancia?

En mis primeros recuerdos, desde muy niño, aparece la Virgen de los Remedios y la Romería.

Recuerdo mis primeros caminos de la mano de mi madre, la Ermita antigua, el sonido de su campana, los cohetes, los caballos y las enrramás de eucaliptos. Cuando regresaba de la Romería, solía venir de vuelta sentado en la carreta de la Virgen.

¿Qué nos cuentas del ámbito laboral de tu vida?

Entré a trabajar en el Ayuntamiento de Aljaraque muy joven, a los 21 años comencé a ocuparme del cementerio, donde sigo trabajando como sepulturero. No es un trabajo nada fácil, aunque pueda parecerlo. Relacionarse con la muerte y el sufrimiento de las personas que han perdido a un ser querido no deja indiferente a nadie. A mí tampoco, pero sin embargo tengo que reconocer que me ayuda mucho en este sentido mis convicciones religiosas y la seguridad de que no termina todo con la muerte, sino que, por el contrario, comienza una nueva Vida que no tiene fin y en la que ya no hay llanto ni dolor.

Quiero aprovechar la ocasión para añadir que cuento con buenos compañeros. Los encargados de los distintos departamentos del Ayuntamiento que siempre están dispuestos a mejorar las condiciones del cementerio, como igualmente hacen con todo lo relativo a la mejora del pueblo. También, por parte del gobierno municipal siento que se esfuerzan para que podamos dar el mejor servicio posible a la ciudadanía.

¿Qué valores aprecias más en una persona?

Pues valoro sobre todo la sinceridad y la transparencia, la naturalidad y coherencia entre gestos y palabras. En general me gusta la gente sencilla.

Salvo que alguien quiera contarme un problema o tenga alguna circunstancia en la que yo pueda ayudar o aportar algo, en general no me gusta meterme en la vida privada de nadie. La vida de cada uno es sagrada.

¿Cuáles son tus aficiones? ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

Me ha gustado siempre pintar, en particular óleo sobre lienzo. En la Iglesia de Aljaraque hay algunas obras mías, como la Santa Cena de la Capilla del Sagrario, los evangelistas en la Capilla de Padre Jesús o la imagen de San Sebastián que lleva su estandarte. Para la Iglesia de San Agustín pinté las 14 estaciones del Viacrucis.

También me gusta la música, la cual expresé en su tiempo con el “tamboril rociero”. Durante años estuve contratado en varias romerías de Huelva. Esta afición la comparto con mi sobrina Tamara, la cual forma parte del Grupo de Tamborileros de la Hermandad.

Por otro lado, también me gusta mucho leer, en particular me gustan los libros de filosofía, historia y teología.

¿Cuál es tu relación con la Hermandad de la Virgen de los Remedios?

Actualmente ocupo el cargo de presidente de la Hermandad de la Virgen de los Remedios, aunque he desempeñado otras funciones dentro de la Junta de Gobierno a lo largo de los años. Para mí, servir en la Hermandad es algo vocacional, no importa como pueda uno ayudar o colaborar, lo importante es tener actitud de servicio.

¿Cuál es la actualidad de la Hermandad?

Considero que hay dos pilares fundamentales en la tarea que desempeña la Junta Directiva: por un lado estaría el mantenimiento y promoción de los actos lúdicos y festivos, con el patrimonio cultural y material que administramos y con el compromiso con las tradiciones de Aljaraque; y por otro lado, el más importante, la celebración y transmisión de la fe, velar para que el culto a la Virgen sea verdadera expresión religiosa y sirva para el bien espiritual de las personas, fomentando siempre su devoción en nuestro pueblo y más allá de él. Para una mayor expresión de la fe que vivimos, es necesaria que ésta vaya unida al ejercicio de la caridad y ayudar a las personas más necesitadas, para lo que empleamos buena parte de los recursos económicos de los que disponemos.

¿Qué momentos y vivencias quedaron impresos en tu retina para siempre?

En la Hermandad, a lo largo de tantos años, son muchas las vivencias que recuerdo con cariño y con cierta satisfacción, como por ejemplo, la construcción de la Ermita, la realización del templete de plata o el paso del 15 de agosto, también el reconocimiento por parte de la Santa Sede del Patronazgo Canónico de la Virgen de los Remedios, como su celebración en 2010, y ya más recientemente, la restauración del manto procesional.

¿Todo es felicidad en el ejercicio de tu cargo?

Es cierto que es grande la satisfacción de ver concluidas las obras que emprendemos, y que a lo largo de los años son muchas las vivencias bonitas junto a la Virgen que no cambiaría por nada, aunque también los problemas que se presentan, los propios errores y las circunstancias de cada momento, traen el sabor amargo de la incomprensión y a veces de la crítica injusta. En este sentido, por mi parte estoy siempre dispuesto a escuchar, dialogar y pedir perdón si es necesario y, por supuesto, rectificar. Todas las rosas tienen sus espinas y en este caso no iba a ser menos, pero de todo se aprende y todo sirve para crecer interiormente y mejorar cuanto sea posible.

Las personas que me acompañan en la Junta de Gobierno son muy importantes para mí, y aunque a veces tenemos nuestros lógicos desencuentros, nos mueven los mismos sentimientos y procuramos realizar con profundo amor todo lo que nos ha sido encomendado. Destaco sobre todo la dedicación del secretario de la Hermandad, Pepe Romero, quien es fundamental para mí, así como a las camaristas de la Virgen que me soportan con cariño y que son primordiales para presentar su imagen lo más digna y esplendorosamente vestida en todo momento. Todos mis compañeros de la junta son mis hermanos, y cada uno, en su puesto, hace que la Hermandad funcione y se puedan cumplir los objetivos que nos marcamos. Sin ellos nada sería posible. Aquí quiero tener un especial recuerdo a Dña. María del Carmen Charro, fallecida recientemente y que ha dedicado muchos años a la Hermandad, como vocal y como camarista, realizando gran parte de los vestidos y mantos de la Virgen; nos queda el consuelo de que ahora se encuentra junto a la Virgen a la que tanto quería.

¿Qué proyectos te ocupan como presidente?

Actualmente tenemos la imagen de la Virgen de los Remedios en Sevilla, siendo sometida a un proceso minucioso de restauración y conservación que está realizando el prestigioso licenciado en esta materia D. Pedro Manzano Beltrán. Estas labores están especialmente enfocadas en la consolidación estructural y funcional de la imagen, aunque lógicamente se trabajará también a nivel estético con mínimas actuaciones de limpieza superficial.

El regreso de la Virgen estará condicionado a las estrictas necesidades requeridas, por lo que aún no podemos determinar una fecha exacta, aunque esperamos que entre finales de marzo o principios de abril podamos ya tenerla entre nosotros.

¿Alguna ilusión excepcional?

Estamos muy ilusionados con el Coro Flamenco Infantil que dirige Juan Manuel Gómez Castillo. Tanto los niños que lo integran como su director, están esforzándose para ofrecernos momentos preciosos en próximas fechas. Seguramente, cuando regrese la Virgen al pueblo y podamos festejarlo, nos preparen alguna sorpresa.

Y para terminar… ¿Te queda algo por decirnos?

Simplemente decir que me siento profundamente orgulloso de ser Aljaraqueño. Que me encanta mi pueblo y su gente. Que, a pesar de ser un pueblo sencillo y humilde, es un pueblo trabajador y solidario, respetuoso con los que piensan diferente y es un pueblo que vive con pasión la Romería de la Virgen de los Remedios, ya con esto último lo digo todo.

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