La historia de Pedro y María: una prueba de la capacidad de amar sin límites

Pedro Rabadán Ramírez y su hija, María del Rocío Rabadán Vargas, participan juntos en distintas carreras populares superándose a sí mismos a diario. Y es que María, que tiene una parálisis cerebral, corre montada en un carro empujado por su padre, lo que no impide que ambos terminen todas las carreras con unas marcas excelentes.

La capacidad del ser humano para derribar barreras y amar de forma infinita ha sido probada en multitud de ocasiones y este mes conocemos una historia que da testimonio de ello. Una historia protagonizada por un padre, Pedro, de 50 años, y su hija María, de 20. Un padre y una hija con una relación y una afición muy especial. Y es que María, con parálisis cerebral, es una enamorada del deporte, especialmente de las carreras populares. A pesar de los obstáculos que María tiene para desarrollar esta práctica deportiva, su padre se ha convertido en las piernas de su hija y ambos corren juntos, desde 2019, en multitud de carreras populares: “Para mejorar la calidad de vida de mi hija, buscamos un carro de estos que se enganchan a la bici, para poder salir a pasear. Al final conseguimos uno especial para personas adultas, el cual tuvimos que pedir a un fabricante de Canadá. Empezamos haciendo senderismo y en estas, un amigo, mi buen amigo Gustavo, me sugirió la idea de correr una carrera popular. Tras pensarlo, nos animamos, por probar”, cuenta Pedro.

Pedro y María, en la media maratón de Sevilla

Esa primera carrera fue  en 2019, en la capital onubense, con motivo del Día Contra el Cáncer de Mama. Y lo que empezó como una mera prueba para padre e hija, se convirtió en el inicio de una gran afición: “Yo hago deporte, pero no corría. Sin embargo, me sentí cómodo en la carrera. Vi la ilusión que le hacía a María y, de nuevo, algunos amigos me proponían que participase en otras carreras, y allá que fuimos”, apunta el padre.

Nocturnas en Huelva, además de la media maratón y la 10k de la propia capital onubense, así como carreras populares prestigiosas en distintos puntos de Andalucía, como las medias maratón en Córdoba y Sevilla han sido algunos de los encuentros en los que la estampa de Pedro tirando del carro de María ha podido ser vista, para emoción e inspiración de corredores y público asistente: “La gente nos anima muchísimo. Me acuerdo de que en Córdoba, pensando que íbamos a ser los únicos de Huelva, de vez en cuando se escuhaba ‘María, ánimo, campeona’. La verdad es que es algo que te da muchísima fuerza para seguir”, explica Pedro, quien nos relata emocionado que “María, en las carreras, está súper alegre todo el tiempo, aplaudiendo constantemente”.

María muestra orgullosa un premio por la media maratón de Córdoba
Padre e hija, reconocidos en Córdoba

María va al colegio de educación especial Sagrada Familia y es su madre, Elisa Vargas Toscano, la que se hace cargo de ella gran parte del tiempo que no pasa en el cole. Una carga, por el esfuerzo que conlleva atender a una persona con parálisis cerebral, pero una bendición al mismo tiempo: “María tiene un sentido de la orientación que es una cosa inimaginable. Luego, el plano afectivo también lo tiene muy desarrollado. Es una niña muy cariñosa, siempre saludando y sonriendo”, ilustra la madre. Y es que las personas que sufren algún tipo de discapacidad, siempre tienen otras capacidades desarrolladas por encima de los estándares convencionales. Otra de las grandes aptitudes de María es “el ser consciente de disfrutar del momento y de las pequeñas cosas”, explica Elisa.

Bien equipados para combatir el frío y competir al máximo.

El amor es la mejor pértiga para saltar cualquier tipo de barrera, y de eso saben mucho Elisa, Pedro y María. En el caso de las carreras populares del padre y la hija, ya tienen un nuevo reto en mente, que es correr una maratón. Por su trayectoria, Pedro recomienda la práctica deportiva a todas aquellas personas con familiares que, como su hija, tienen alguna discapacidad: “Eso da visibilidad a ciertas situaciones y es positivo en todos los aspectos, ya sea en el físico, en el afectivo, en el social, etc. Hay material adaptado para poder hacer ésto y cuando lo haces, te das cuenta de que la vida no se acaba. Yo, lo más positivo que saco es la alegría que ella lleva. Acabo las carreras agotado, pero después la miro y veo que todo ha merecido la pena. Es como si ella fuera la que corriese y eso nos da la vida a los dos”.

 

María y Pedro, junto a su amigo Jesús Andivia
La imagen de la felicidad

 

Para continuar con su afición conjunta, la familia está abierta a colaboraciones de particulares y patrocinadores a fin de conseguir un carro de tipo corredor más específico y adaptado. Y es que el carro con el que corren Pedro y María, aunque de calidad, no es específico para corredores. No obstante, un carro específico para este deporte mejoraría mucho las prestaciones y el día a día de Pedro y María al practicar un deporte, de forma conjunta, que se ha vuelto esencial en sus vidas.

Para finalizar, y como de bien nacidos es ser agradecidos, Pedro, Elisa y María quieren dar las gracias a toda la gente que los apoya, tanto en nuestro municipio como fuera de él, especialmente a “Miguel Ángel Pereira, que siempre nos anima y nos propone que vayamos a carreras; a Jesús Andivia, que corre junto a nosotros en muchas carreras y al Club Hermes de Palos de la Frontera, que nos hizo a mí y a María socios honoríficos. Y, por supuesto, a mi club, el Club Kite & Wind Punta Umbría”, concluye Pedro.

Desde Aljaraque Punto Cero, recogemos este guante de agradecimientos y aprovechamos por dar las gracias a Pedro, a María y a Elisa. Gracias por darnos una lección de vida y por enseñarnos que la mayor barrera está en nosotros mismos, y que el amor es, sin duda, el mejor arma que el ser humano tiene para combatir la adversidad.

Llegando a la meta en la media maratón de Huelva

 

REPORTAJE PATROCINADO POR

 

Miguel Ángel Pereira:

«Pedro es de aquellas personas que cala y llega  a quienes amamos este deporte por su capacidad de hacernos ver que las circunstancias son sencillamente eso, circunstancias.  Ahora está en cada cual cómo asumir, afrontar y, en su caso, disfrutar de las mismas.
En muchas conversaciones, cuando tratas de realmente calcular el esfuerzo que puede llegar a suponer a una persona el correr empujando un carro, más allá de filtrar ese esfuerzo, que existe, que es palpable, Pedro reitera que él no sabe cómo correr si no es empujando el carro con el que, además de conquistar la sonrisa de su hija, que disfruta como nadie, sólo hay que verla, ha conquistado el respeto y la admiración de todas las personas que amamos este deporte.
Pedro es amante del deporte, y con su hija, ha sabido encontrar una manera extraordinaria de disfrutar de su pasión y mezclarlo con la felicidad de su hija».
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