El club lepero, que cumple 25 años, ha experimentado una gran evolución en sus secciones femeninas, las cuales presentan un número de jugadoras muy similar al de sus homólogos en sección masculina
El 8 de Marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer como un recordatorio y homenaje a todas las mujeres que abrieron el camino hacia la igualdad y como jornada marco para reivindicar que se siga andando, y profundizando, en esta dirección. Con motivo del mes de marzo nos adentramos en un club, el Club Balonmano Lepe, que está haciendo las cosas realmente bien en este aspecto, si nos atenemos al balance de jugadores-jugadoras que presenta: “Ahora mismo tenemos alevín femenino, dos infantiles, un cadete y un juvenil, además del benjamín, que es mixto, lo que hace un total de 55 o 60 jugadores, unas cifras que están bastante parejas respecto a los equipos masculinos, que en total tendrán 5 o 10 jugadores más a lo sumo”, explica Cristina Alvarado García, coordinadora del club.
El conjunto lepero nació en 1999, por lo que celebra su aniversario en el presente 2024. Son 25 años de evolución en los que la coordinadora, que anteriormente era jugadora del Club Balonmano Lepe, ha observado el crecimiento de las secciones femeninas: “Las primeras fotos que recuerdo, de hace ya bastantes años, sí que eran sobre todo masculinas. No obstante, el balonmano femenino en Lepe lleva años siendo potente, aunque va por ciclos, por generaciones. Por ejemplo, hace poco tuvimos una etapa en la que el número de jugadoras pegó un bajón. Puede que fuese porque se pusieron de moda actividades como baile o zumba, que llamaban más la atención a las niñas, pero el año pasado, gracias a la liga LEB, en la que el CEIP Alonso Barba sacó un equipo y quedó campeón de la fase provincial y tercero en la fase final, tuvimos un repunte positivo”.
El gran hacer del equipo femenino de balonmano del Alonso Barba animó a muchas de sus jugadoras, que no estaban integradas en el Club Balonmano Lepe, a inscribirse. “Esto hizo que tuviéramos un gran crecimiento y, por ejemplo, nos viéramos en infantil con 25 niñas, por lo que hemos tenido que hacer dos equipos”, apunta Alvarado García.
Desde el club, la meta es seguir creciendo, tanto en secciones masculinas como, por supuesto, en las femeninas. Para ello, se realizan jornadas de puertas abiertas o ligas de recreo en el Alonso Barba con el fin de “captar a niños y niñas para que descubran el balonmano. Es una realidad que otros deportes, como el fútbol, no necesitan realizar captación porque tienen toda la visibilización mediática. Eso se ve a la perfección en nuestros equipos infantiles, donde tenemos bastantes integrantes porque a esas edades, el fútbol hace sus cortes y los no seleccionados vienen con nosotros”, argumenta la coordinadora del Club Balonmano Lepe.
En el caso de la captación de niñas, el gran ‘competidor’ es el baloncesto, pues “la federación trabaja muy bien el femenino. Por todo eso, lo tenemos más complicado a la hora de atraer a niños y niñas a nuestro club, pero compensamos con el esfuerzo y la ilusión que ponemos por transmitir la pasión por el balonmano y los beneficios, valores y enseñanzas asociados a la práctica deportiva”, comenta Alvarado García.
El deporte es, en cierto modo, reflejo de la sociedad en sus avances y retrocesos, en sus fortalezas y debilidades, y la evolución en materia de igualdad de la sociedad se palpa a la perfección, en los últimos años, en el deporte, especialmente en los deportes minoritarios, al no estar tan mediatizados. Es el caso del balonmano y del club lepero, aunque, lógicamente, no todo esto se debe a una cuestión meramente de avance social en general, sino al buen hacer y al mimo y cariño que los responsables del club ponen para cuidar su cantera, transmitir valores y mantener viva la llama de un deporte que, en Lepe, es bastante seguido.
‘Más que un club, somos una familia’ es el lema del Club Balonmano Lepe desde su fundación en 1999. Un lema que representa todo el compendio de valores y aprendizajes que se transmiten a los jugadores y jugadoras: “Una de nuestras principales misiones es la de educar. El deporte y la mejora técnica son importantes, pero lo fundamental es que un niño y una niña estén felices. No sirve de nada ser campeones si los niños no disfrutan y no aprenden. Por eso, para nosotros es vital crear familia, inculcar responsabilidad y transmitir todos los valores que el deporte lleva aparejados”, concluye la coordinadora del Club Balonmano Lepe.