Juan Villar se enfunda la camiseta del San Roque 14 años después, los mismos que la afición lepera ha tenido que esperar para volver a ver un gol suyo. El club, en vilo ante la lesión sufrida por el atacante en los compases finales del partido ante el Cádiz Mirandilla
El San Roque de Lepe se encuentra en una situación complicada. Al cierre de edición de este periódico, el conjunto aurinegro se sitúa 15º en la clasificación, a 4 puntos de la salvación, que marca el Atlético Antoniano, después de empatar en casa ante el Mirandilla. Una nueva bala que se gasta, aunque los leperos tienen aún munición para apuntar al objetivo de la salvación. Los aurinegros tendrán que sudar la ‘gota gorda’ para lograr la permanencia y, para ello, el conjunto lepero se reforzó a conciencia en el pasado mercado invernal. Lamentablemente, el atacante de Aroche, que entró desde el banquillo en la segunda parte del partido ante el filial cadista, cayó lesionado en los compases finales. Una lesión que mantiene en vilo a la parroquia aurinegra.
A pesar de ello, y a falta de conocer con exactitud el alcance de su lesión, el de Juan Villar era uno de los fichajes que más expectación habían causado, por calidad, por trayectoria y por emotividad. El onubense regresa a Lepe 14 años después, tras algo más de un trimestre en el Recreativo de Huelva, club al que también retornaba este verano. Viva Lepe hablaba con el atacante días antes del partido ante el Mirandilla: “Volver a Lepe era la mejor opción, tanto desde el punto de vista personal como desde el familiar. Creo que es un momento oportuno para poder ayudar al San Roque en una situación que está siendo complicada pero que podemos sacar adelante. Podría haber esperado a venir en verano, pero me necesitaban ahora y eso fue clave en mi decisión de volver”, explicaba el atacante de Aroche.
Así, Juan Villar regresa a uno de los clubes que le encajó los dientes como futbolista, reencontrándose con una hinchada que guarda como oro en paño el recuerdo de sus goles con la elástica aurinegra. Unos recuerdos que han vuelto a volverse totalmente nítidos al ver al jugador celebrar un gol, 14 añoes después, con la camiseta del San Roque de Lepe: “En el plano personal, claro que da alegría el volver a meter un gol con el San Roque, aunque lo más importante, y para lo que he venido, es el colectivo. Tenemos que salir de la situación en la que estamos y me gustaría disfrutar el año que viene de esta categoría. Todo el equipo está volcado con el objetivo de la permanencia y nos lo vamos a dejar todo por tratar de conseguirlo”, apuntaba Villar.
A poco de cumplir 36 años, aunque en buen estado de forma y con una calidad que no se cuestiona, son inevitables las preguntas acerca de su futuro: “A día de hoy, mi intención es la de continuar el año que viene aquí. Creo que todavía puedo seguir aportando cosas al San Roque y si todo se desarrolla de forma, digamos, normal, y mantenemos la categoría, es muy probable que siga aquí. En el caso de que no mantuviéramos la categoría, podría plantearme la retirada, pero ahora mismo estoy centrado, como todo el equipo, en conseguir la permanencia”, sentenciaba el jugador aurinegro, quien explica algunos de los motivos de la rescisión con el Decano, pues “aunque tenía muchas ganas de volver al Recre, a mi casa, al final las cosas no salieron como quería y no he podido tener el peso que deseaba en la plantilla. Para estar en el banquillo, era mejor buscar alternativas y la del San Roque, me motivaba, pues quería y quiero ayudar al equipo a conseguir la permanencia”.
Tras 14 años, Juan Villar vuelve a ligar su camino al del San Roque de Lepe y lo hace de forma radical, pues la continuidad de su carrera futbolística podría depender de que el conjunto lepero consiguiera la permanencia. Son gestos como éste, además de su total y firme compromiso a la hora de dar un paso al frente en invierno e incorporarse a la disciplina lepera en una más que difícil situación, los que dan muestras de que Juan Villar es, sin duda, uno de los nuestros.
Lo que debía ser una etapa de total alegría, la de su regreso, se ve empañada por el peligro, al acecho toda la temporada, del descenso. No obstante, el jugador es consciente de que la afición juega un papel fundamental en la consecución de la permanencia: “Estamos en un momento muy importante de la temporada y la verdad es que los necesitamos a todos. Sabemos que no estamos en los puestos en los que nos querrían ver, pero nosotros somos los primeros que no queremos estar ahí. En el fútbol, cada temporada es diferente y todos los años se presenta alguna dificultad. Este año nos toca sufrir, pero esperamos estar el año que viene mejor y optar a otros objetivos. Pero ahora estamos con todas nuestras fuerzas puestas en sacar adelante la situación y el apoyo de la afición es fundamental para ello. Estamos capacitados para conseguirlo”.
Los próximos días serán fundamentales para conocer cuál es el alcance y las consecuencias de una lesión que no puede llegar en un momento más inoportuno. Los aurinegros contienen la respiración para no perder a una pieza insustituible de cara a conseguir una permanencia que ni mucho menos está imposible, pero que comienza a ponerse cuesta arriba.