“Puedo decir que todo lo que soy te lo debo a ti. Gracias, MAMÁ”

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Inauguramos nuestra sección ‘Gente Excelente’ con una persona que en Lepe casi no necesita presentación, pero para quien no la conozca, entrevistamos a Carmen Castañeda Martín, de 34 años, y de Lepe de toda la vida. La moda es una de sus pasiones, de hecho tiene estudios relacionados con este campo, y aunque hace sus pinitos como modelo, actualmente trabaja en el ámbito de la ayuda a domicilio. Tiene 3 hermanas y vive junto a una de ellas y a su madre, quien es el pilar fundamental de su vida. Mujer empoderada, alegre y trabajadora, ha luchado mucho por llegar al punto en el que ahora se encuentra, el de sentirse una persona realizada.

 

Posar ante la cámara, una de las grandes pasiones de Carmen Castañeda.

 

Antes que nada, y para quien no te conozca, ¿Cómo te definirías?

Creo que soy una persona extrovertida y muy echada para adelante. Soy callejera y casera a partes iguales y mi familia es del pueblo de toda la vida, una familia muy conocida. Por eso, quizás, también yo soy muy conocida en Lepe. ¿Qué cualidades valoras en una persona? –Sobre todo la nobleza, la bondad y la humildad. Tengo la fortuna de tener gente así en mi círculo cercano, son buenas personas, personas con luz y que vayan de frente. Todas estas son cualidades que yo valoro muchísimo.

¿A qué personas consideras referentes en tu vida?

En el plano mediático, mi referente es Beyoncé desde que yo era adolescente. La seguridad que transmite, su empoderamiento y su fuerza me han ayudado mucho en multitud de momentos de mi vida como un modelo a seguir en esos aspectos. Hablando de mi entorno cercano, sin duda mi gran referente es mi madre. Es la que me ha aportado el saber y la educación, la persona que me ha hecho ser quien soy. Ha sido madre, amiga confidente, todo. Quien me encubría ante mi padre cuando yo manifestaba mi verdadero ser. Entre mi madre y yo hay una unión tal que si me despegara de ella es como si me quitaran una parte de mi ser. Por eso es mi MAMÁ, en mayúculas. También tengo que destacar a mi amiga íntima Cristina Ruiz, que siempre ha estado para todo y a la que considero, más que amiga, una hermana.

Al nacer, te asignaron género masculino. ¿Cuándo te das cuenta de que no eres un niño?

Desde muy pequeña. Por poner un ejemplo, yo tengo fotos, con unos 4 años, en los que tengo toallas en la cabeza y tapándome el pecho. Además, se apreciaban formas de comportamiento de niña más que de niño. ¿Tus padres se dieron cuenta? –Sí, era muy evidente. Es que yo lo tenía clarísimo y esas cosas se ven. Yo le decía a mi madre que yo era una niña y le preguntaba que por qué tenía “eso” en mis partes. Tenía muy claro que algún día sería una mujer completa y ya por fin lo soy. Por una parte, me hubiera gustado haber completado este proceso antes, aunque pensándolo bien, quizás mi momento era ahora, con más madurez, porque cada uno tiene su momento exacto para cada cosa.

¿Cómo has vivido, desde pequeña y hasta poder ser una mujer completa, esta situación?

Por muchos momentos ha sido un infierno. Ya te digo, es que yo lo sentía desde pequeña. No es el caso de que estos sentimientos vienen de más mayor. Por eso, yo no salía de casa porque veía a mis amigas con falda y yo no quería ponerme ropa de niño. En la romería también lo pasaba mal porque yo quería ir de flamenca. Lo he sufrido internamente, aunque no lo manifestaba. En el colegio, ya sabes, los niños son crueles, aunque he de decir que por fortuna nunca llegué a sufrir bullying como tal. Sin embargo, el gran salto, el poder proyectar mi verdadera identidad, lo di al fallecer mi padre, porque él no lo aceptaba. De hecho, antes de su fallecimiento ya comencé, por prescripción médica, a hormonarme, y eso lo hacía a escondidas.

¿Llega un punto en el que te cansas de hablar del tema?

–Sí, un poco. Es triste cómo en pleno siglo XXI sigue siendo noticiable esto y verte con titulares como ‘Una chica transexual, reina del carnaval de Lepe’. Eso ocurrió en 2019 y salió en varios medios. Soy una mujer, punto, con mis cualidades y mis defectos. Carmen Castañeda, lepera, con el pelo largo, una chica a la que le gusta Beyoncé. No sé, cosas que me definan de verdad. No soy Carmen Castañeda, la que antes era un hombre. Eso no me define. Creo que hay que darle naturalidad al tema y avanzar como sociedad con respeto y educación, que son las bases de todo.

¿Te ves toda tu vida en Lepe?

No, me veo en un futuro en Sevilla. Es una ciudad que me encanta. Sin embargo, eso me lo plantearé el día que falte mi madre. Hasta entonces, no quiero separarme de ella. Es el pilar de mi vida y mi tiempo es para estar con ella.

Para finalizar, ¿Qué mensaje le gustaría lanzarle a sus vecinos de Lepe?

La vida es un regalo y estamos aquí 3 días mal contados. Que cada uno viva su vida como quiera, con respeto y sin juzgar a nadie. n

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