La sección Gente Excelente de este mes va dedicada, como no podía ser de otra manera, a la Romería de la Bella, y nuestra protagonista del mes de mayo es la Rematante del Pendón de 2023, Rocío Trastallino. Hija adoptiva de Lepe y persona de sobra conocida en todo el pueblo, Rocío ha compartido el Pendón de la Virgen con infinidad de personas, tanto atendiendo las distintas peticiones que le iban llegando como llevándolo, por pura iniciativa, a aquellos lugares donde podía necesitarse, como, por ejemplo, hospitales. Es éste espíritu solidario, entre otras cualidades, el que la hace acreedora de ser una persona excelente
El mes pasado hablábamos con la que aún era Rematante del Pendón de la Virgen de la Bella, Rocío Trastallino, quien nos explicaba que ya vivía, en los días previos al inicio de la Romería, con una mezcla de sentimientos: “Por una parte, muchísima alegría porque queda muy poco para la Romería. Por otra, algo de nostalgia, como es lógico, pues el Pendón pasará a otras manos”. Ese momento ya ha llegado, pero Rocío cede el pendón con la cabeza bien alta y con la enorme satisfacción de haber honrado el cargo de Rematante del Pendón, y es que en su labor de ser portadora de la fe y la esperanza de la Virgen de la Bella, ha ido mucho más allá. “Aparte de satisfacer las peticiones que te van haciendo, me comprometí en la puja, y lo he cumplido, a compartir el pendón con todo aquél que quisiera portarlo en los distintos actos y cultos en honor a la Virgen de la Bella, pues no todo el mundo tiene las mismas posibilidades pero sí la misma devoción a la Virgen”, nos cuenta la Rematante del Pendón de 2023.
Al margen de lo anterior, algo que ha caracterizado el último año de Rocío ha sido su incesante labor devocional y solidaria llevando, por propia voluntad e iniciativa personal, el Pendón a lugares donde éste era necesario, como hospitales. En su firme propósito de compartir, el Pendón apenas ha estado unos días en su domicilio, llegando incluso a llevarlo hasta la localidad de Zafra: “He estado casi todo el año en Lepe, llevando el pendón allá donde se necesitaba y en mi casa de Sevilla apenas ha estado, pues aun cuando me quedaba en Sevilla, he llevado el pendón, por ejemplo, al hospital Macarena, al Virgen del Rocío o a la Clínica Infanta Luisa”, apunta Rocío Trastallino, que nos relata la preciosa experiencia vivida en la Clínica Infanta Luisa, donde tenía planeado “llevar el pendón sólo por un día, pero al ver que había muchos enfermos y que me pidieron que lo dejara, se quedó en la capilla, donde le hicieron una misa, para después ir llevándolo a los enfermos en sus habitaciones”.
Otro de los muchos capítulos de esta labor incesante de compartir el Pendón se vivió en Lepe, durante los días 6 y 7 de mayo, a escasos días de iniciarse la Romería: “Eliseo Arrayán, a quien le doy las gracias, me cedió un local donde el Pendón estuvo expuesto para todas aquellas personas que quisieran visitarlo. Allí, rezamos el Rosario a las 12’00 del mediodía y a las 18’00 de la tarde, pero ante la cantidad de gente que quería verlo, nos quedábamos hasta las 22’00 de la noche. La verdad es que fue muy bonito”, nos cuenta.
Es la cuarta vez que Rocío Trastallino ha tenido el honor de ser Rematante del Pendón de la Virgen de la Bella y no descarta una quinta. “Si la Virgen me da salud y fuerzas, nunca se sabe”, apunta al respecto. La inestimable labor que ha llevado a cabo este año no hubiera sido posible sin la ayuda de su hijo y su amiga Mari Carmen, que para Rocío es “más que una amiga, una verdadera hermana”. La Romería 2024 ha sido para Rocío el broche de oro a un año de devoción a la Virgen y de entrega desinteresada a los demás. Una Romería de la que ha podido disfrutar a pesar de sus problemas de corazón y espalda. Especialmente estos últimos hicieron que se le hiciera algo duro el camino de ida, aunque pudo cumplir el reto de llegar a la Cruz Primera: “Es muy importante porque hace años, cuando mi madre estaba enferma, me pidió que llegara a la Cruz Primera por ella y desde entonces cada año lo hago en su honor”, explica.
Aunque durante este último año apenas ha tenido el Pendón en casa, el ser Rematante del Pendón “era como si lo tuviese siempre”, nos dice. Pero claro, “ahora se siente el vacío. Entro en casa y la primera mirada va dirigida hacia donde estaba expuesto el pendón. Ahora tengo allí el pendón en miniatura”, apunta.
Sabedora de haber cumplido con altos honores la misión de ser Rematante del Pendón, Rocío se queda por encima de todo con el cariño recibido por parte del pueblo de Lepe, algo por lo que se siente “profundamente agradecida, porque son cosas que emocionan y más viniendo de los leperos. Ser hija adoptiva de Lepe es uno de los honores que he recibido de los que más orgullosa estoy. Me siento una lepera más, entre otras cosas porque siempre me he sentido hija de Nuestra Señora de la Bella”.