GENTE EXCELENTE
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El paso de Laura García Caro por los Juegos Olímpicos y su incansable dedicación al deporte son un reflejo de su fortaleza y compromiso, no solo con su carrera, sino también con los valores que representa. Su historia es un ejemplo de perseverancia y esfuerzo para los jóvenes leperos y para todos aquellos que sueñan con alcanzar lo más alto en el deporte. Es por eso que su ciudad natal ha decidido entregarle la Mención de Honor en la Gala del Deporte celebrada hace solo unos días.
Laura García Caro, marchadora olímpica y orgullo de Lepe, volvió recientemente a su ciudad natal para recoger una merecida mención de honor en la Gala del Deporte celebrada hace solo unos días. Este reconocimiento, otorgado por su localidad, es una muestra del profundo afecto que el pueblo lepero siente por una deportista que ha llevado su nombre a los más altos escenarios internacionales. “Fue una gala muy bonita donde se premió a muchos deportistas de Lepe. Es un orgullo ver cómo crece la pasión por el deporte dentro de nuestra ciudad”, declaró Laura durante la ceremonia, con evidente emoción.
García Caro, especialista en marcha atlética, se ha destacado no solo por su talento y perseverancia, sino también por su constancia en representar a España en competiciones de alto nivel. En los Juegos Olímpicos de París 2024, alcanzó un destacado séptimo puesto, lo que le permitió obtener un diploma olímpico. “Llevaba un ritmo infernal en París, con el calor y la humedad que hacían. Fue una prueba muy exigente, pero conseguí mantenerme hasta el final”, recordó Laura sobre su experiencia.
El diploma olímpico, además de ser un logro relevante en su carrera, es el resultado de años de sacrificio y esfuerzo. “Lograr buenos resultados en unas olimpiadas es lo más grande que cualquier deportista puede conseguir, y mi mejor resultado en unos Juegos Olímpicos”, afirmó con orgullo. Este logro se suma a su participación en los Juegos de Tokio 2020, donde las condiciones fueron diferentes, pero igualmente desafiantes. “Tokio fue más complicado por el cambio horario y la pandemia, que nos dejó sin la posibilidad de tener a nuestras familias cerca”, explicó. Sin embargo, comparando ambas experiencias, García Caro considera que en París se sintió más preparada: “Tener a la familia y amigos cerca, además de la experiencia acumulada, fue un plus que me ayudó mucho”.
La preparación para los Juegos de París fue extremadamente rigurosa. Durante meses, Laura se aisló en la Sierra de Madrid, dedicándose exclusivamente a entrenar, comer y dormir, enfocada en alcanzar su mejor rendimiento. “Vivía por y para entrenar, casi no tenía vida social. Algunos amigos se adaptaban y subían a verme, pero la verdad es que estuve muy enfocada”, confesó. A pesar de la dureza de la preparación, asegura haber disfrutado del proceso: “A veces, cuando solo piensas en el resultado final, no disfrutas del camino. Esta vez, tras un periodo de lesiones y sin poder competir, me sentí muy agradecida de poder entrenar de nuevo al más alto nivel”.
Ahora, tras la intensa preparación y la competición olímpica, García Caro ha disminuido el ritmo de sus entrenamientos. Después de un merecido mes de descanso, ha comenzado a retomar su rutina en Madrid, aunque de manera progresiva. “Ahora hago deporte, pero a otro nivel. Estoy volviendo poco a poco a los entrenamientos más intensos”, explicó.
Además de su carrera deportiva, Laura también está estudiando psicología, una pasión que combina con su vida profesional. “Terminé enfermería y ahora estoy acabando psicología. Me gustaría seguir otro ciclo olímpico más, siempre que mi estado físico me lo permita”, añadió sobre sus planes de futuro.
El reconocimiento recibido en Lepe no es solo por sus logros deportivos, sino también por la manera en la que ha sabido mantener los lazos con su pueblo, a pesar de estar lejos gran parte del tiempo. “Siempre siento el apoyo de Lepe, aunque lleve muchos años fuera. Es muy bonito cuando regreso y puedo saludar a tanta gente”, comentó sobre su conexión con la comunidad. En su regreso a la Gala del Deporte, Laura también tuvo la oportunidad de compartir con jóvenes promesas del deporte local, a quienes ofreció un mensaje de motivación: “Es esencial que sigan practicando deporte, aunque los estudios sean exigentes. El deporte nos enseña valores que nos ayudan a organizarnos y a ser constantes en todo lo que hacemos”. Laura, consciente de la importancia que el deporte ha tenido en su vida, anima a las nuevas generaciones a no abandonar sus entrenamientos, incluso en momentos difíciles. “Siempre digo que es mejor sacar un poquito menos en un examen, pero no dejar de entrenar. El binomio entre estudio y deporte aporta tanto a nuestra vida que merece la pena esforzarse por mantener ambos”, concluyó.