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SOS Peludos Leperos trabaja incansablemente en la protección de gatos en Lepe. Con Sonia Pérez Sánchez al frente, esta asociación esteriliza, alimenta y ofrece refugio a felinos desamparados, enfrentándose a grandes dificultades. Su labor busca concienciar sobre la importancia de los gatos en el entorno urbano y promover la adopción responsable.
La labor de ‘SOS Peludos Leperos’ se convierte en un rayo de esperanza para decenas de gatos asilvestrados en el municipio de Lepe. Esta asociación, cuya presidenta es Sonia Pérez Sánchez, se dedica a la protección de colonias felinas y ofrece refugio a un buen número de gatos. Sonia no está sola en esta tarea para los cuidados básicos a estos animales desamparados. Cuenta con la ayuda de Conchi Tocino, Manuel Jesús Suárez, Leticia Morgado, Pepi Núñez y Francisco Javier Gil.
Desde su constitución hace más de un año, la asociación ha llevado adelante una tarea compleja y fundamental: controlar la superpoblación de gatos a través de la esterilización y brindar atención a aquellos felinos que lo necesitan.
Su historia se remonta años atrás cuando el grupo de voluntarios comenzó con el proyecto ‘Callejeros Lepe’, germen de la nueva asociación constituida legalmente. “Hace siete años llegué al municipio y descubrí a un grupo que ya hacía esta labor. Sin embargo, no estaban constituidos como asociación”, explica Sonia. A lo largo de seis años, Sonia y sus compañeros impulsaron la creación de SOS Peludos para tener una estructura formal. “Nos constituimos hace un año y dos meses, y, aunque el camino ha sido difícil, sabíamos que era necesario para hacer algo más sólido”, señala.
El colectivo se enfoca exclusivamente en gatos, pues las colonias felinas del municipio son numerosas y la atención que requieren es inmensa. Actualmente, gestionan entre seis y siete colonias, situadas en distintos puntos de Lepe, donde alimentan a los gatos, los esterilizan y rescatan a aquellos que, por su sociabilidad o estado de salud, podrían ser acogidos en el refugio.
Refugio y necesidades
El refugio de SOS Peludos Leperos es un espacio de 200 metros cuadrados que alberga a unos 30 gatos, pero que tiene grandes necesidades a día de hoy. Sonia explica que este espacio no cuenta con las condiciones ideales y tienen muchas necesidades por cubrir: “Necesitamos una cubierta para protegerlos, hormigonar el suelo para evitar los charcos que se forman cuando llueve y así prevenir enfermedades. Pero nuestros recursos son escasos”.
La asociación no cuenta con un soporte económico estable. “Polisur, una empresa local, nos dona una cantidad mensual y le estamos muy agradecidos. Además, a través de teaming.net recibimos donaciones mensuales de 1 euros de unos 84 amigos de nuestra causa. Con esto y las recaudaciones de eventos, sobrevivimos”, comenta Sonia. La deuda que enfrentan en la clínica veterinaria es otra de las preocupaciones constantes. “Debemos 1.900 euros por tratamientos de animales callejeros, y el poder cubrir estos gastos es algo que nos preocupa”.
Ley de Protección Animal
La reciente Ley de Protección Animal, que asigna a los municipios la responsabilidad del bienestar de los animales callejeros, podría representar un cambio positivo para SOS Peludos Leperos. El Ayuntamiento de Lepe ha anunciado la incorporación de una nueva veterinaria interina para la gestión, que se integrará en el Servicio de Bienestar Animal y de Medio Ambiente del Consistorio lepero. Una incorporación que “ha supuesto un gran esfuerzo y que pretende mejorar el trabajo de colaboración, que ya existe, entre el Ayuntamiento y algunas asociaciones para la protección de los animales, entre otras cosas”, explica a Viva Lepe el concejal del área, Bibiano Oria.
Sin embargo, Sonia se muestra prudente sobre su implementación: “No todos los ayuntamientos tienen los medios o el interés de asumir esta responsabilidad. Esperamos que en Lepe puedan cumplir con lo que dicta la ley, ya que esto debería ser un esfuerzo de todos y no solo de los voluntarios”.
A diario, estos voluntarios enfrentan una doble batalla: la de cuidar a los animales y la de luchar contra el estigma social. Además, el compromiso de estos voluntarios no solo está en atender a los gatos del refugio, sino también en concienciar a la comunidad sobre la importancia de estos animales. “La gente nos ve como las locas de los gatos (dice entre risas). Algunos entienden la labor y contactan con nosotros cuando hay algún animal que necesita ayuda, pero otros no respetan nuestra pasión. Los felinos tienen su función en el hábitat urbano y son imprescindibles para controlar la presencia de otros animales como las ratas, en algunos lugares de tránsito para las personas”, explica Sobre la justificación del esfuerzo diario que realiza, Sonia lo argumenta desde el lado más humano. «A mi me hace muy feliz sacar a un animal de la calle, desahuciado, y lograr que una familia lo acoja en un hogar. Me cuesta expresar con palabras la satisfacción que eso me produce”, concluye la presidenta de SOS Peludos leperos.
