Es tiempo de Cuaresma y los cofrades puntaumbrieños se preparan para la Semana Santa. Algunas de las novedades para esta nueva temporada de Pasión llegaron durante las Carnestolendas, de la mano de la Hermandad del Santo Cristo del Mar y María Santísima de los Dolores.
La más antigua de las cofradías locales hizo pública su decisión de designar a Sergio Cazorla Álvarez, nuevo capataz del paso del Santo Cristo del Mar, un nombramiento que ha sido recibido con entusiasmo tanto por el propio concesionario como por su cuadrilla de costaleros.

Cazorla asume esta responsabilidad tras una larga trayectoria vinculada al mundo del costal. “Llevo casi 20 años cargando, siempre en el paso del Cristo. Desde los 14 años formo parte de esta familia cofrade. Recuerdo que tuve que iniciarme con la autorización de mi padre”, recuerda con orgullo haciéndose eco de su devoción por los titulares de su cofradía. En los últimos años ha desempeñado funciones como segundo capataz, y ahora la Hermandad ha depositado en él la confianza de liderar una cuadrilla con más de 40 costaleros.

“Para mí es un orgullo inmenso. La Hermandad del Cristo del Mar significa mucho en mi vida y este paso tiene un valor especial para mí. Asumir el cargo de capataz supone una gran responsabilidad, porque no solo se trata de guiar un paso, sino de representar el sentimiento, la fe y el compromiso de toda una cuadrilla”, señala.

El nuevo capataz también ha querido destacar la importancia del equipo humano que le acompaña. “Llevo conmigo a Alejandro Riera y Aitor Maestre como contraguías a Aitor. Son personas muy comprometidas, a pesar de la juventud de Aitor, que me aportan mucha confianza y fuerza. La cuadrilla está muy entregada, y eso es lo más importante. Los costaleros son el motor y el alma del paso. Para mí es lo más importante de una hermandad”.
Sobre la responsabilidad que ahora asume, Sergio tiene muy clara la importancia de su misión. “La tensión existe, porque no se puede fallar. Hay que cuidar cada detalle, cada levantá, porque llevamos sobre nuestros hombros no solo el paso, sino una imagen con un valor inmenso para todo un pueblo en todos los sentidos”.
El nuevo capataz se muestra ilusionado con esta nueva etapa y afronta la próxima Semana Santa con emoción. “Va a ser una Semana Santa muy especial, también para mi familia. Mi hijo es chico todavía, pero ya me pide ir a mi lado con su traje. La devoción se hereda y se transmite”.
Desde la Hermandad se ha valorado muy positivamente su designación, reconociendo en Sergio una figura cercana, con experiencia y profundo arraigo cofrade.







