El Castillo de Cortegana: defensa, fe y legado en la Sierra de Huelva

En lo alto de una colina, vigilando el casco urbano de Cortegana, se levanta una de las fortalezas medievales mejor conservadas de la provincia de Huelva. El Castillo de Cortegana, construido a finales del siglo XIII, es mucho más que un vestigio arquitectónico: es un testimonio vivo del esfuerzo por proteger el Reino de Sevilla frente a los avances del Reino de Portugal. Esta fortificación formaba parte del entramado defensivo conocido como la Banda Gallega, que articuló una red de castillos en la sierra occidental onubense.

Este artículo forma parte de Tesoros Escondidos de Huelva, un proyecto impulsado por Periódicos Punto Cero con el apoyo de la Diputación de Huelva, para poner en valor el patrimonio histórico y monumental de la provincia. 

Contexto histórico: la Banda Gallega y la fortificación del reino

Tras la conquista cristiana del valle del Guadalquivir, el Reino de Castilla se enfrentaba a la necesidad de consolidar su frontera occidental. Fue en ese contexto cuando surgió la Banda Gallega, un sistema defensivo levantado por orden de Alfonso X el Sabio con la intención de proteger los nuevos territorios repoblados frente a las incursiones lusas. En ese entramado estratégico, el Castillo de Cortegana desempeñó un papel crucial como baluarte del Reino de Sevilla.

Su localización, al norte del término municipal, le permitía controlar las rutas hacia Portugal, así como comunicar con otras fortalezas cercanas como las de Aroche, Encinasola o Cumbres Mayores. 

Evolución, conservación y usos actuales

El castillo que hoy vemos es el resultado de siglos de evolución. Aunque su origen es militar, con el tiempo incorporó elementos residenciales y religiosos. Destaca el alcázar, donde se ubica la Torre del Homenaje, la capilla dedicada al Salvador, y otras dependencias que han sido restauradas y musealizadas.

Uno de los elementos más llamativos del recinto es su antigua cárcel, hoy reconvertida en museo arqueológico, que expone objetos encontrados en las excavaciones y piezas históricas que ayudan a interpretar la vida en la fortaleza entre los siglos XIII y XV.

Según recoge el portal oficial de turismo de Cortegana, el castillo comenzó a ser restaurado en los años 70 y ha sido objeto de diversas intervenciones que han garantizado su conservación y uso como espacio cultural. Desde el año 1985 está declarado Bien de Interés Cultural. 

Visitas guiadas y propuestas turísticas

El Castillo de Cortegana puede visitarse durante todo el año. Las visitas guiadas permiten recorrer sus diferentes estancias, subir a la torre para contemplar las panorámicas de la sierra y conocer el museo arqueológico en el interior del alcázar.

Además, el castillo se convierte en epicentro de la vida cultural del municipio, especialmente durante las celebradas Jornadas Medievales de Cortegana, declaradas Fiesta de Interés Turístico de Andalucía. Durante este evento, el recinto se transforma en un escenario de recreaciones históricas, espectáculos nocturnos, justas, gastronomía y artesanía medieval, atrayendo a miles de visitantes de toda España.

Se organizan también actividades escolares, eventos musicales y teatrales, visitas nocturnas y propuestas vinculadas al patrimonio natural y etnográfico de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. 

Mejor época para visitarlo

Aunque el castillo permanece abierto en todas las estaciones, la primavera y el otoño son los mejores momentos para disfrutar de la visita: el clima es templado y el entorno natural luce en su máximo esplendor. No obstante, el verano es la época con mayor afluencia turística, especialmente durante las Jornadas Medievales. El invierno, más tranquilo, ofrece una experiencia serena, ideal para quienes buscan disfrutar de la historia en silencio. 

Conclusión: historia viva entre murallas

El Castillo de Cortegana no es solo una fortaleza medieval: es un centro vivo de interpretación histórica, un escenario de actividades culturales y un emblema del patrimonio andaluz. Su implicación en la vida local lo convierten en uno de los grandes Tesoros Escondidos de Huelva. Visitarlo es sumergirse en el pasado, entre murallas que aún hoy resisten el paso del tiempo. 

Fuentes consultadas

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