Por: José Luis Galloso
Con apenas 14 años, el aljaraqueño César Adame Lozano ‘El Matador’ ya se ha ganado un lugar en la élite nacional del kick boxing. Alumno del Club Tanave Huelva, se ha proclamado recientemente campeón de España 2025 en K1, en un campeonato celebrado en Guadalajara que reunió a los mejores luchadores jóvenes del país. Su triunfo no ha pasado desapercibido en su municipio, donde el Ayuntamiento le ha brindó una recepción oficial para felicitarle y reconocer su esfuerzo.

Pero más allá de los títulos, la historia de César es la de un adolescente que combina estudios, entrenamientos y sueños de futuro. Un chico que se emociona con sus victorias y que también sabe hablar abiertamente de sus momentos más difíciles en competición.
El joven luchador reconoce que esta victoria tiene un sabor especial. “Volver a ser campeón de España me devuelve la ilusión que tuve en 2023, cuando gané con 12 años. El año pasado me quedé muy chafado porque perdí a los puntos en las dos modalidades y eso me dolió mucho”, manifiesta con su inocente madurez.
En casa, el título se ha vivido como una recompensa al esfuerzo diario. César sonríe al recordar cómo lo celebraron: “Mi familia se alegra mucho por mí, ellos están siempre ahí apoyándome. Sin ellos no sería capaz de llegar a donde estoy”.


Además del título nacional, César es ya triple campeón de Andalucía en Muay Thai, Light Contact y K1, una hazaña poco común a su edad. ¿El secreto? Para él está claro: “Es fácil porque me encantan todas las modalidades, y si pudiera haría más todavía. Solo necesito entrenar dos horas diarias con mi maestro y mi padre… y sacar buenas notas en el instituto”, explica entre risas.
Su día a día en el Club Tanave Huelva es exigente. Primero trabajo físico, después técnica con su maestro Pedro Periañez y finalmente ejercicios de manoplas específicos. “Cada día es distinto, pero siempre intenso. Hay que estar a tope”, resume.
La pasión de César por los deportes de contacto comenzó de la mano de su padre. “Con 8 años empecé a ir con él a ver entrenar Muay Thai. Yo quería practicar, pero era pequeño y tenían que ver si valía o era un trasto”, recuerda divertido.
Su primer maestro, el puntaumbrieño Carlos Rodríguez, fue quien le animó a dar los primeros pasos en Punta Umbría. Poco después, el salto al Club Tanave marcó un antes y un después: “El maestro Pedro me vio y pensó que ya tenía nivel de cinturón azul o verde, aunque no tenía ninguno. A los tres meses me llevó a mi primera competición en Benalmádena y gané el oro. Luego vinieron el Andaluz y el de España, también con oro. Fue un año increíble”.
El título y sus responsabilidades
El reciente campeonato de España fue una montaña rusa de emociones. “Llegué con mucha energía, aunque en la modalidad de low kick me tocó un rival muy experimentado que corría mucho por el tatami y eso me frustró. Pero al día siguiente entré al K1 con una mentalidad arrolladora. Sabía que no me iban a ganar por puntos”, explica con determinación.
Su camino hasta el oro incluyó un KO en cuartos de final, una semifinal de infarto contra Castilla y León y una final vibrante contra Baleares. “Al final lo gané con mucha ilusión. Me gusta mucho escuchar mi nombre como campeón de España, aunque lo que de verdad quiero escuchar es campeón del mundo”, confiesa.
Pero como cualquier adolescente, César también tiene que lidiar con los deberes y exámenes. “Es un poco difícil porque en el instituto no me ponen las cosas fáciles. Llego de clase a las 15.30, como y de 16.00 a 17.30 hago tareas y estudio. Luego entreno de 18.00 a 20.30 y después a casa, cena y a descansar. Así de lunes a viernes”.
Reconoce que es duro, pero también que la disciplina del deporte le ayuda a organizarse mejor. “Si quiero ser el mejor tengo que esforzarme en todo, no solo en el ring”.
Con esa filosofía es inevitable preguntarle por su referente en las artes Marciales. “Ilia Topuría”, responde en décimas de segundo. “¿Por eso lo de ‘El Matador?”, le preguntamos. “No, me apodo el matador porque de pequeño quería ser torero y cuando mi entrenador se enteró de mi pasado me dijo, ‘eres el verdadero matador’ y desde entonces me llaman así”, explica mientras nos muestra fotos de aquella precoz etapa con el capote.
Con el cierre de la escuela taurina de Huelva cesaron sus aspiraciones en el ruedo y optó con los guantes y la lucha en el ring, una alternativa donde parece haber encajado a la perfección.

Pensando en el futuro en el ring
Representar a Aljaraque y a Huelva en cada campeonato es para él un motivo de satisfacción. “Me da orgullo que confíen en mí, aunque este deporte necesita mucho dinero y todavía no hay mucho apoyo. Para mejorar necesito medirme a nivel internacional. Cuando hemos ido a Londres, los gastos han sido enormes y solo hemos tenido ayuda del Ayuntamiento de Aljaraque y un patrocinador familiar”.
Pese a las dificultades, su ambición no tiene límites y sueña con llegar alto. “Mi meta es ser campeón del mundo. Sueño con pelear en ligas internacionales como ONE o la UFC. Eso lo tengo claro, quiero ser el mejor en lo mío cueste lo que cueste”.
Mientras tanto, en el instituto sus compañeros lo felicitan con un “enhorabuena, campeón”, y algunos le preguntan por el kick boxing con curiosidad. “Si les gusta el kick boxing, que lo practiquen, aunque no puedan competir. Es un deporte que te da mucho”, dice César. El joven campeón se lo toma su triunfo con naturalidad, como un chaval de 14 años que sabe que todavía queda mucho camino por recorrer.
Con esa mezcla de inocencia adolescente y determinación de campeón, César Adame sigue sumando pasos en un camino que acaba de empezar, pero que ya apunta muy alto.







