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Manuel Romero Arrayás, uno de los decanos del club Los Tigres de Valverde y referente indiscutible del trail onubense, volvió a brillar en la prueba de su localidad natal. Y es que el veterano corredor volvió a subir al podio del ‘Trail Ciudad de Valverde, Memorial Pedro Zarza Vázquez’ en su décimo primera edición. Obtuvo el oro en las categorías local y veterano, además de ocupar la cuarta plaza en la general.
Un resultado que corona una trayectoria de fondo y constancia, y que él mismo relata con la mezcla de ilusión y exigencia que lo ha llevado a lo más alto. “La carrera la viví con mucha ilusión, ya que venía de ganar las dos últimas ediciones”, confiesa mientras repasa el ingente número de corredores inscritos. En total fueron 566 inscritos participantes que convirtieron la Plaza Ramón y Cajal en un hervidero de camisetas, mochilas y abrazos de meta.
“Llegué en buen momento físico y me defendí bien tanto en las escaladas como en la superficie en llano”, relata. Además, salió con un plan simple y valiente. “Mi estrategia fue salir fuerte y dejarme llevar por las sensaciones”. Durante buena parte del recorrido peleó por el podio absoluto. “Un compañero y yo, fuimos en segundo y tercer puesto prácticamente toda la carrera”, recuerda. Pero el monte no perdona cuando aprieta el calor y los ritmos. “Me sobraron tres kilómetros al final de la carrera… me quedé sin energía y, cuando quedaba un kilómetro, me adelantó el corredor que quedó tercero. En ese momento ya estaba vacío”. El balance, a pesar del esfuerzo extremo, fue satisfactorio. “El recorrido estuvo espectacular y mucha participación; todo genial. Valverde tiene muchas posibilidades para carreras como esta y ofrece diferentes espacios”. Subidas que se empinan al 42 por ciento, crestas serpenteantes, bajadas técnicas, tramos para volar. “Somos unos privilegiados por el terreno que tenemos en Valverde”.
Y de terrenos Manuel sabe bastante, pues en esta última década ha recorrido toda la provincia con triunfos destacados. Entre ellos tres triunfos en la Subida a la Mezquita (Almonaster), cinco Cross del Agua de Galaroza, victorias en Calañas (hasta cinco veces), Zalamea, Campillo, Río Tinto, Las Cruces, Guadiana, La Zarza o La Puebla de los Castillejos, y un brillante tercer puesto en la Media Maratón de Valverde.

La historia de Romero con el trail se escribe desde hace más de una década. “Llevo más de 10 años compitiendo y me ha ido muy bien desde el principio”, dice. Su entrada en el monte fue, paradójicamente, por el césped. “Empecé a practicarlo porque jugaba al fútbol para estar en forma”. Luego llegaron los podios, las victorias y una identidad como corredor que hoy es parte del ADN deportivo de Valverde. Su palmarés local es envidiable para cualquier corredor ya que ganó la primera edición de la carrera y suma victorias en total. En 2014, en aquella edición inaugural de 50 kilómetros, grabó su nombre en la crónica valverdeña, marcando un tiempo de 4 horas 42 minutos y 48 segundos.


Manuel forma parte de su inseparable ‘Tigres de Valverde’, el club con el que compite y quienes lograron el primer puesto por equipo en la prueba valverdeña. Pero no es su única compañía, pues tiene otra de cuatro patas que también tira del corazón. “Me acompaña Luka, un braco de Weimar”, cuenta entre risas. Ese detalle dice mucho del corredor que hay detrás del dorsal, un deportista con disciplina y un vínculo con el entorno y una forma de entender el deporte como espacio de desconexión. “Me aporta satisfacción y desconexión”, resume cuando se le pregunta qué le da el trail.
El calendario no se detiene y su brújula ya apunta a lo próximo. “Mi próxima carrera es en el Campillo, para intentar ganar y cerrar la liga”, avisa. Queda Manuel para rato, por fortuna de Valverde y del trail onubense. Si algo dejó claro es que su historia es la de un vecino que ha convertido los caminos de su pueblo en un escenario de ‘sufrimiento consentido’ y diversión permanente.
También con gratitud celebra el éxito de la prueba. “Me gustaría destacar la organización, el marcaje, los voluntarios y el ambiente. Todo estuvo a la altura”, resume. “La cantidad de colaboradores ha sido increíble”, reitera







