“Un evento de motocross como este no sería posible sin la gente que colabora con el motoclub”

Valverde del Camino volvió a rugir este fin de semana con el Campeonato de Andalucía de Motocross en el Circuito Municipal Las Arenas. Al frente de la organización estuvo el ‘Motoclub Valverdeño’, una entidad que atesora décadas de experiencia en estos eventos y que desde 2023 preside Ángel Quiñones Bando. “En Valverde se han hecho históricamente grandes pruebas y siempre hemos sido un referente en este deporte, en Andalucía y en comunidades limítrofes”, argumenta el dirigente.

Desde que la directiva que lidera asumió el cargo, uno de sus objetivos es acercar las carreras al aficionado que monta en moto. “En estos años, nuestra idea ha sido hacer carreras que se acerquen al socio y al aficionado que va a ver las competiciones. Sobre todo, que nuestros socios puedan correr y competir. Han sido cinco las carreras que hemos hecho durante este mandato”, explica. Por eso, además del motocross, el club ha recuperado el cross country en el ‘Cabecito Pelao’, “un formato que mezcla enduro y motocross en un recorrido cerrado de seis a ocho kilómetros, a vueltas en un tiempo determinado”. La apuesta responde a la tradición en la localidad. “En Valverde el enduro es lo que más se ha practicado y el motocross lo corre menos gente del pueblo”. En 2024 organizaron un Andaluz de cross country con “cerca de 40 valverdeños” inscritos y en enero de 2025 repitieron con una cita nacional y autonómica en la que “corrió mucha gente local”. En definitiva, ha sido una gestión que ha cumplido con sus expectativas.

Así fueron las vistas del público del Campeonato de Andalucía en Valverde del Camino. FOTO: Ayto Valverde

La prueba andaluza
Este fin de semana de motos en Valverde deja buenas cifras y grandes sensaciones. “Hemos tenido 114 inscritos”, detalla Quiñones. Aunque el campeonato es andaluz, “han venido pilotos de Extremadura que hacen el nacional; no puntúan aquí, pero Valverde les sirve para entrenar porque es un circuito de nivel”. En el paddock se contabilizaron “más de 300 personas” entre equipos y familias, a lo que se sumó un nutrido público. “Estuvimos en torno a 800 a 850 espectadores”. En total, más de 1.200 personas circulando por Las Arenas durante la jornada.

Ángel Quiñones Bando, presidente del Motoclub Valverdeño. FOTO: Valeca
El presidente, junto a Iván Azogil, vicepresidente del Motoclub, y Manuel Bando, pieza esencial en la organización.

La valoración de la federación fue “buena”, según el presidente, y la de los pilotos “muy positiva con la organización y el estado del trazado”. Detrás de una carrera así hay mucha mano invisible. “Somos alrededor de un centenar de colaboradores”, subraya. “Gente que deja su domingo y, si hace falta, la noche, para que todo funcione”. La preparación empieza mes y medio antes, preparando la pista, el riego, las zonas de público, etcétera. El día de la carrera debemos tener lista la zona de la cantina, el lavadero, las duchas y los servicios, la zona de mecánicos, la señalización y organizar el trabajo de los comisarios de pista. “Si hubiera que pagar a cien personas ocho o nueve horas, sería inviable. Así que la aportación desinteresada de nuestros colaboradores es vital”, admite. En la previa de esta edición “hubo averías de última hora; hubo compañeros que se quedaron hasta las tres de la mañana y a las seis y media estábamos otra vez de pie”.

El compañerismo fue uno de los grandes alicientes de la prueba. FOTO: Ayto Valverde

Hubo, no obstante, un asunto comentado, como fue el polvo en la última manga. Quiñones lo contextualiza. “Venimos de una época larguísima sin lluvias. En un mismo día conviven niños de ocho años en 50 centímetros cúbicos con pilotos veteranos en 450 centímetros cúbicos. No puedes presentar el circuito embarrado por la mañana, porque los pequeños no andarían”. Con el sistema de riego del club, la prioridad fue “equilibrar seguridad y durabilidad del firme. Sí, salió algo de polvo al final, quizá molesto para el público, pero no peligroso para el piloto. Si embarras a tope desde primera hora, el circuito se rompe y los horarios se van”.

Espectaculares saltos durante el circuito.
Podio de los más pequeños del Campeonato de Andalucía.

Esa cultura organizativa forjada durante décadas es el rasgo diferencial de Valverde. “El motoclub, dentro del ámbito nacional, está entre los que mejor saben sacar carreras adelante. Este año hemos demostrado, también con el cross country en barro extremo celebrado a principios de año, que la experiencia sirve. Buscamos alternativas, recortamos puntos conflictivos, ayudamos a sacar motos… La federación nos dijo que esta carrera en otro sitio no hubiese salido”.

La satisfacción personal del presidente llega a la vez que marca deberes a futuro. “Termino una carrera y ya estoy apuntando cosas para la siguiente. El balance es positivo sabiendo de dónde veníamos y lo que hubo que resolver”. Los comentarios que más le llegan “hablan de un placer correr en Valverde, de un circuito preparado y de una organización que funciona”.

La coordinación con los Cuerpos de Seguridad fue vital para el buen desarrollo del torneo. FOTO: Valeca

Nuevos retos
Y ahora qué. El objetivo que ilusiona a la directiva es recuperar el enduro. “Estamos en conversaciones con la Consejería de Medio Ambiente”, avanza. El reto es cumplir la normativa ambiental sin perder la esencia. “El enduro clásico entra por senderos y arroyos; hoy eso está fuera de la ley. Buscamos un punto de encuentro para no pisar zonas sensibles y, aun así, meter algunas trialeras, que es lo que le gusta a la gente”. El histórico ‘Cabecito Pelao’, “emplazamiento muy querido por el público porque está junto al pueblo”, sería uno de los ejes de ese proyecto, junto a otras especiales en el campo de Valverde.

En la base de todo late la afición. “En Valverde hay mucha afición y el motoclub tiene muchos años. Con equipo y compromiso, las cosas salen”, concluye Quiñones. La hoja de ruta es mantener el listón del motocross, consolidar el cross country que ha devuelto a muchos locales a la parrilla y, si la normativa lo permite, traer de vuelta el enduro que marcó a varias generaciones. El sonido del motor en Valverde del Camino vuelve a manifestarse como parte del ADN de sus aficionados y confirma que esta afición es referente en toda la comarca.

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