“La afición del Recre es muy fiel y no hay nada que reprocharle, pero tenemos que apoyar al equipo hasta el último minuto de partido”

A sus 83 años, Juan Manzano Vázquez sigue saliendo de casa “con la misma ilusión de siempre” cada vez que juega el Recreativo de Huelva. Lo ha visto en todas las categorías, en tardes gloriosas y en domingos difíciles, pero nunca ha dejado de sentir al Decano como parte de su propia biografía. “Desde que tenía cuatro años el Recre forma parte de mi vida. Soy el socio número 6 del club”, resume. Y no es una frase hecha, porque es recreativista de cuna, ex presidente de la Federación de Peñas y alma histórica de la Peña Recreativista Navidad. Su nombre vive en la memoria sentimental del club más antiguo de España.

La suya es también la historia de una familia marcada por la elástica albiazul y el futbol. Su padre fue empleado del Recreativo de Huelva y visitaba el Velódromo desde muy pequeño para ver jugar al equipo de la ciudad. Hoy es padre de tres varones recreativista, uno de ellos, Juan Carlos Manzano, ligado a la Federación Andaluza de Fútbol y abuelo de un joven árbitro del fútbol, Mario, que milita actualmente en categoría Provincia. “Ser arbitro es toda una responsabilidad para ellos, cuando sales al campo sabes que tienes que hacerlo muy bien”.

El nombre de Juan Manzano aparece en cualquier repaso serio al movimiento peñista del Recre. Elegido presidente de la Peña Recreativista Navidad en 1979, permaneció veintitrés años (hasta  2002) haciendo un de trabajo discreto, con sacrificio y amor incondicional por el Recre. Bajo su mandato, la ‘Peña de la Navidad’ se consolidó como referencia, no solo por su antigüedad, sino por su implicación real en los momentos complicados del club. Aquel colectivo prestó apoyo económico al club en etapas de crisis, organizó desplazamientos, acompañamiento al equipo por toda España, puso en marcha actividades sociales y erigió un museo vivo del recreativismo en su sede.

Manzano, al frente de la Peña Recreativista de La Navidad.

De esa trayectoria nace también la Federación de Peñas del Recreativo de Huelva, impulsada por Juan y otros compañeros cuando apenas había “cuatro o cinco peñas organizadas” relata. Con el tiempo, aquel embrión se convirtió en un entramado fuerte de más de medio centenar de peñas repartidas por Huelva y fuera de la provincia. Juan ejerció como presidente de la Federación desde su creación, en 1991, hasta 1998. Hoy, tanto en la Peña Navidad como en la Federación, figura como Presidente de Honor, título que asume con humildad, pero también con el orgullo de quien sabe que ha dejado una huella.

Su memoria viaja hasta aquel histórico ascenso ante el Numancia, símbolo de una época en la que el recreativismo se multiplicaba. “Antes éramos poco más de dos mil socios; ahora hay peñas por todos lados”, recuerda. Habla de esos años como la confirmación de la grandeza del Decano. “El Recre era capaz de mover a toda una provincia, de unir barrios, generaciones y formas de pensar muy distintas alrededor de unos colores”.

Foto del XV Trofeo Colombino, con Juan Manzano tras la Carabela de Plata.

Sentado desde su asiento de socio y aficionado, Juan no evita el análisis de la situación actual del club. Habla con sinceridad, pero sin dramatismos. Le preocupa el ambiente enrarecido que se ha vivido en algunos partidos en el Nuevo Colombino, sobre todo tras derrotas dolorosas como la reciente frente al Yeclano, y el hecho de que el equipo no haya terminado de encontrar regularidad. Pero enseguida emerge su tono constructivo. “Creo que el míster no ha caído bien, por lo que sea, pero hay que dejarlo trabajar. No hay que ponerle trabas”, defiende.

No comparte los pitos durante el partido. “Hay que apoyar el equipo hasta el último minuto de partido. Si alguien quiere pitar, que lo haga cuando termine el partido. Durante el partido, hay que animar a los jugadores y darles un voto de confianza”. Lo dice alguien que ha estado décadas en primera línea peñista y que, por tanto, conoce bien el efecto que un ambiente cargado puede tener en el campo. “La afición del Recre es muy fiel, no hay nada que reprocharle. La masa social es incomparable en España”, subraya, con una mezcla de orgullo y ternura.

Eso no significa que no vea lo que ocurre sobre el césped. Juan tiene claro que en enero habrá movimientos en la plantilla. “Habrá bajas, porque hay futbolistas que no están rindiendo. El Recre debe fichar y va a fichar”, asegura. Y no duda en que “la prioridad es un delantero, ya que con la lesión de Quintana hace falta gol”. Sus palabras no suenan a exigencia airada, sino a diagnóstico de alguien que ha visto muchos proyectos distintos y sabe que todos necesitan ajustes.

A pesar de las dudas y de la categoría en la que compite hoy el equipo, su fe sigue intacta. “Esta categoría no se la merece el Recre. Como mínimo, tiene que estar en Segunda División”, afirma con rotundidad. Y se moja sobre los resultados al final de la temporada, porque cree que “el Recre acabará primero y ascenderemos. A la afición le hace falta un ascenso, llevamos ya muchos años”. En su voz se mezclan la lucidez del veterano y el deseo del joven aficionado que sigue dentro.

Recuerdos albicelestes

No todo es presente inmediato en la conversación. Cuando Juan habla del Recre, aflora también un respeto profundo por la historia del club. Valora iniciativas como el Museo del Recre, que considera esenciales para que las nuevas generaciones entiendan de dónde viene el Decano. Su recreativismo  es también memoria, responsabilidad y conciencia de que el club ha sobrevivido gracias al empuje de mucha gente anónima. Él fue una de esas personas que, desde la Peña Navidad y la Federación de Peñas, ayudó en momentos clave con campañas de accionariado, apoyo económico y estando “en la primera línea de batalla” cuando más falta hacía.

Juan Manzano Vázquez, fue presidente de la primera peña del Recre y de la Federación de Peñas.

Hoy, aunque ya no ocupa cargos, sigue siendo un referente y una insignia para el recreativismo. Quien lo escucha percibe que, para Juan Manzano, el Recre es una auténtica forma de estar en el mundo. Quizá por eso, cuando se le pregunta si se cansa alguna vez de ir al Nuevo Colombino dice: “mientras pueda, seguiré yendo. Salgo a ver al Recre con la misma ilusión de siempre”.

En tiempos de incertidumbre y resultados irregulares, la figura de Juan sirve de guía para muchos aficionados. Recuerda que el Recreativo ha llegado donde está gracias a gente que ha creído en él incluso cuando las cosas iban mal. Él es uno de esos recreativistas de cuna que han sabido convertir su pasión en trabajo, su amor en compromiso y sus recuerdos en una forma de futuro. Y, escuchándolo, se entiende mejor por qué el Decano sigue vivo.

Por: Jose Luis Galloso

 

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