La Cátedra Atlantic Copper premia, una vez más, el talento científico en esta segunda edición de los Premios TFG y TFM en la que el palermo Jorge Pérez ha sido reconocido por su trabajo ‘Estudio de la capacidad catalítica de los complejos del tipo ‘(NHC)MCI’ para la transferencia de nitrenos a sustratos saturados e insaturados’
La rectora de la Universidad de Huelva, María Antonia Peña, en el acto de entrega de estos premios en el campus de El Carmen, subrayó que trabajos como los premiados nos permiten visibilizar la excelencia científica, valorando que la Cátedra Atlantic Copper “nos permite detectar dónde está el talento en nuestra comunidad estudiantil ”, un talento que según la rectora “no podemos desaprovechar”, admitiendo además que los alumnos premiados en esta segunda edición tienen “un mérito doble” por haber tenido que desarrollar sus trabajos de investigación en un “escenario tan complicado como el que nos ha dibujado la pandemia ”.
Antonio de la Vega, director general de la Fundación Atlantic Copper, ha recalcado igualmente que, a través de los Premios TFG y TFM de la Cátedra se reconoce “la excelencia curricular, la dedicación y el compromiso” de los universitarios de Huelva, “permitiendo que estos jóvenes puedan des- arrollar al máximo su talento”.
Palos Punto Cero contactó con Jorge para conocer sus sensaciones tras este nuevo logro, quien nos reconoce que este premio le da “ese empuje para seguir en la misma línea y llegar en un futuro inmediato a ser doctor en química”. En busca de este nuevo reto, desde el pasado mes de marzo se encuentra matriculado en la Escuela de Doctorado.
Cuando preguntamos a Jorge sobre cómo recibió su familia y su tutora este reconocimiento, su respuesta fue clara, “lo han recibido con mucha alegría. Realmente lo que más me gusta de este tipo de premios es que ellos los disfruten, ya que, aunque están diseñados para poner en valor el esfuerzo del estudiante, también son una especie de incentivo a la familia, que ven que realmente el esfuerzo realizado ha dado su fruto”. En cuanto a su tutora, Jorge lo tiene clarísimo, “nada de esto podría haber sido posible sin ella. María del Mar Diaz Requejo es la que propone el trabajo, lo supervisa y da el toque necesario para que sea un gran trabajo”.
Jorge recogiendo su premio en el Aula Magna del edificio Jacobo del Barco del campus de El Carmen.