‘Charo la cocinera’, despedida con grandes honores tras 47 años dando comida y amor
Rosario Gómez Moreno, más conocida como ‘Charo la cocinera’, se jubila tras 47 años como cocinera en el comedor del CEIP Juan Ramón Jiménez de Cartaya. Tras tantos años y tan buen hacer, todo el equipo del centro, y sus casi 700 alumnos y alumnas, le dispensaron una gran despedida que hizo inevitable que Charo se emocionara profundamente
El CEIP Juan Ramón Jiménez de Cartaya celebra en 2024 su 50 aniversario. Medio siglo en el que por sus aulas han pasado miles de alumnos y alumnas de distintas generaciones y sumamente diferentes entre sí, aunque prácticamente todos tienen algo en común: que han conocido a ‘Charo la cocinera’. Y es que Charo comenzó a trabajar hace 47 años, cuando apenas tenía 17 años de vida.
Este mes llegaba el momento de su jubilación, tras casi medio siglo de trayectoria profesional y desde el centro no se dudó en brindarle la despedida que sin duda merecía. “Para mí fue impresionante porque lo han estado preparando en las clases con los niños y en ningún momento me di cuenta de que me estaban preparando algo. Yo estaba montando el comedor, entró el equipo directivo a traerme un ramo de flores y ahí ya me emocioné por el reconocimiento a mi labor de tantos años. Pero veo que me llevan al patio y cuando vi esa avalancha de niños, todos aplaudiendo y con carteles que tenían mensajes de cariño hacia mí… Fue impresionante. Me quedé sin palabras, la verdad es que es el regalo más bonito que me puedo llevar después de tantos años. Ahí ves que hay muchísima gente que te aprecia. También me han puesto cosas preciosas en Facebook y me han llegado muchos mensajes por otras vías. Como digo, no tengo palabras para decribirlo. El homenaje en el colegio ha sido, sin duda, uno de los mejores días de mi vida”, explica Charo.
Las imágenes, que el centro escolar cartayero subió a su Facebook, hablan por sí mismas. Una Charo desbordada por la emoción, apenas podía contener las lágrimas mientras atravesaba, en el patio, un pasillo formado por dos hileras opuestas de niños y niñas, además de personal del centro. Todos ellos aplaudiendo, vitoreando a su cocinera y sujetando carteles con mensajes de cariño y agradecimiento.
Ahora, nuestra vecina afronta una nueva etapa en su vida. Una etapa distinta para la que, como ella misma confiesa, necesita un tiempo de adaptación: “Yo soy una persona bastante activa. Ahora, me levanto por las mañanas y me siento un poco extraña al no ir a mi cole y no hacer lo que diariamente he hecho durante casi 50 años. Me acuerdo de mi cole, de mis compañeros, de mis niños… Estoy como si fueran unas vacaciones, tendré que asimilarlo, lógicamente, poco a poco”.
47 años dan para mucho y en el ocaso de su trayectoria laboral, Charo recuerda con cariño a todas y cada una de las generaciones que han pasado por su comedor escolar: “Me conoce mucha gente y ahora le estaba dando de comer a nietos de los primeros alumnos y alumnas para los que cocinaba. Yo suelo ir mucho al Rompido porque mi marido es de allí y hay varias personas, ya adultas, a las que les di de comer y me dicen que qué rico estaba todo, y cuyos hijos o nietos están ahora en el comedor”.
Han sido muchas las emociones que nuestra Charo ha vivido en los últimos días. No todo el mundo puede decir adiós rodeado del cariño y el agradecimineto unánimes de todo su entorno de trabajo, algo que adquiere mayor envergadura si se tiene en cuenta que el CEIP Juan Ramón Jiménez tiene casi 700 alumnos y alumnas. Por todo ello, y por las muestras de cariño recibidas, también, fuera del centro escolar, Charo no quiere dejar pasar la oportunidad de dar las gracias: “Me siento súper agradecida y estoy muy satisfecha con la labor que he hecho durante años y es un orgullo que ahora, que finaliza mi trayectoria laboral, me lo agradezcan de esta manera. Me quedo con esa satisfacción y con el reconocimiento de mi cole, de mis compañeros y de mis niños, que me ven por la calle y me saludan y me dan besitos. Me quedo con todo eso. Muchas gracias a todos. Al pueblo de Cartaya en general y de forma más específica a mi colegio. No tengo palabras para decir lo agradecida que estoy con el reconocimiento que me han hecho”.
Toñi Sánchez Bueno, directora del CEIP Juan Ramón Jiménez:
“Charo siempre ha sido una mujer que se ha involucrado mucho, muy cariñosa, muy trabajadora, muy atenta y, en definitiva, muy buena compañera. Tenemos un comedor muy complejo, de casi 300 comensales, y ella siempre lo ha dado todo para que ese servicio saliese adelante. Con los niños, como digo, es muy cariñosa y atenta y siempre los ha tratado fenomenal. Han pasado por este comedor muchas generaciones de cartayeros y cartayeras, algunas de las cuales, ahora tienen a sus hijos en el comedor. Por todo eso es tan querida no sólo en el colegio, sino también en el pueblo.
Nosotros entendíamos que le teníamos que hacer una despedida a la altura de la gran persona que es y de los años que lleva en el colegio. Entonces, nos pusimos manos a la obra, todo el centro se ha involucrado. Hemos intentado plasmar lo que ha sido la figura de Charo para nuestro centro, con mensajes, cartelería, etc. Los niños sabían que íbamos a celebrar la jubilación de Charo, pero para ella era un secreto. Desde el equipo del centro, de personal docente y no docente, se le preparó su ramo de flores y su placa para que ella tuviese también una despedida honorable. Cuando el día del homenaje nos vio llegar con el ramo de flores, y luego la llevamos al patio y vio a los 700 alumnos del centro y a todo el equipo esperándola para darle la sorpresa, la verdad es que se emocionó mucho.
Como directora, me siento muy orgullosa de haber contribuido a que esa despedida, que las despedidas nunca son agradables, haya sido lo más memorable posible para ella y que se le haya quedado aún un mejor recuerdo de su colegio, de la que ha sido su casa durante tantos años”.
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