La Reina de las Fiestas de Aljaraque comparte su experiencia personal y sus emociones al ser elegida y el profundo vínculo que tiene con las tradiciones locales. A través de sus respuestas, descubrimos no solo su amor por la cultura de su pueblo, sino también cómo este título ha marcado un antes y un después en su vida.
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Simpatía, madurez y energía positiva. La Reina de las fiestas patronales de Aljaraque es mucho más que una sonrisa bonita y guarda tras de sí una experiencia de vida en la que el concurso que la coronó tiene un papel muy destacado. En nuestro periódico de septiembre, María Pérez Domínguez es nuestra protagonista y la fuente de inspiración para muchas personas que se encuentran en un camino de superación.
¿Cómo sueles vivir las fiestas tradicionales de Aljaraque?
–Vivo las fiestas con mucho sentimiento, especialmente la Romería. Llevo cinco o seis años cantándole a la Virgen de los Remedios porque mi abuelo era muy devoto de ella y le gustaba mucho la procesión. Aunque soy vergonzosa, siempre me echo para adelante, ya que estas celebraciones significan mucho para mí. Este año, incluso me animé a escribir mi propia sevillana, dedicándosela a mi tío, y me ayudó mucho mi primo en esa tarea. Me gusta participar para mantener las costumbres de Aljaraque.
¿Hay alguna tradición particular de las fiestas que te emocione o te guste especialmente sobre otras?
–Me encanta la Romería y la procesión de la Virgen durante la feria. La ofrenda de flores de la Romería es un momento que me emociona especialmente, porque es cuando le canto a la Virgen. Me motiva mucho poder cantarle, y cada año es un momento muy especial para mí.
¿Por qué decidiste participar en la elección a Reina de las fiestas, te animó alguien?
– Siempre he sido un poco insegura y mi infancia fue un poco complicada porque sufrí bullying, así que me costó dar el paso. Sin embargo, mi madre y mi tía me animaron a hacerlo. Mi objetivo era pasarlo bien y vivir la experiencia. Lo veía como una forma de superar inseguridades y prejuicios que tenía a nivel personal. Al final, ese motivo de superación se convirtió en algo mucho mayor, y aquí estoy, siendo la Reina de las fiestas.
¿Preparaste de alguna manera el concurso, te ayudó alguien en esa tarea?
–Los días previos intenté imaginarme cómo sería el concurso y ensayé un poco en casa. El día del concurso todo salió muy espontáneo. Fue un día especial en el que me propuse disfrutar y olvidarme de mis nervios, y eso fue lo que ocurrió. Me sentí muy segura, como si hubiera una luz conmigo y la gente que me conoce también lo notó.
¿Cómo llevaste el hecho de desfilar en público? ¿Habías hecho antes algo parecido?
–Nunca había desfilado ni me había expuesto tanto a la mirada de la gente. A mí generalmente me da mucha vergüenza, incluso cantar en público. Sin embargo, el día que le canto a la Virgen es diferente, porque siento que ella me da fuerza y me resulta más fácil. Así que no, nunca había hecho nada parecido, pero lo llevé con una energía especial.
¿Recuerdas algún momento especial durante el concurso?
– Un momento especial fue el desfile, donde me sentí muy querida por el pueblo. La gente a mi paso me decía cosas muy bonitas y agradables, y me emocionó mucho ver desde arriba a mis abuelos y otros familiares. Sentí mucho apoyo, y fue un día que siempre voy a querer revivir.
¿Cómo te sentiste al ser elegida Reina?
– Al principio no era muy consciente de lo que estaba ocurriendo. Cuando nombraron a casi todas las damas, me di cuenta de que solo quedábamos mi mejor amiga y yo. Cuando dijeron su nombre fue un chute de alegría y una sensación de haber conseguido algo importante para mí, dejando atrás mis inseguridades.
¿Cómo te recibieron en casa después de ser elegida Reina?
– Mi padre se pasó toda la feria llorando de la emoción, ¡parecía que me iba a casar! Mis amigas y sus familiares me apoyaron mucho. Ese cariño me dio una gran energía, y me sentí muy afortunada de tenerlos a todos a mi lado.
¿Cómo ha sido tu experiencia representando a Aljaraque en las fiestas?
– Ha sido una experiencia única. Me lo pasé muy bien en la procesión de la Virgen, acompañada de mis amigas vestidas de mantilla. También disfruté mucho de la carrera de cintas con mis compañeras. He estado como en una nube durante todas las celebraciones, y el apoyo de la gente ha sido increíble. Incluso personas que no me conocían me paraban por la calle para hacerse fotos conmigo.
¿Crees que esta experiencia te marcará a nivel personal?
– Sí, por supuesto. Creo que todo esto ha marcado un antes y un después en mi vida. Haber ganado el concurso me ha demostrado que soy capaz de cumplir mis deseos y dejar atrás ciertos pensamientos negativos del pasado. Ahora miro al futuro desde otra perspectiva.
¿Qué le dirías a otras chicas que sueñan con ser elegidas Reina de las fiestas?
– Les diría que no duden en presentarse. Es una experiencia única, ya sea como Reina o como Dama. Les garantizo que lo pasarán muy bien rodeadas de sus familias y amistades, y es un recuerdo que les quedará para siempre. A veces los comentarios de la gente pueden desanimar, pero yo animo a todas a intentarlo porque la respuesta del pueblo suele ser muy positiva y motivadora. A mí me gusta mucho el mundo de la moda, pero nunca me he sentido dentro de los estándares de belleza. Esto me ha aportado mucha confianza y ahora me atrevería a tener alguna experiencia en ese sector.
