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Es uno de los referentes en comunicación política en la provincia de Huelva y ha sido coordinadora de muchas campañas políticas ganadoras. Ha formado parte del Consejo Asesor de RTVE en Andalucía, fue presidenta de la Fundación Audiovisual de Andalucía e integró el Top 100 de Mujeres Líderes de España en 2016. Actualmente, presta servicios a empresas de primer nivel para llevar a cabo estrategias de comunicación integradas de marketing . Pero su amplio curriculum académico y sus éxitos profesionales, vienen de la mano de una mujer sensible, muy empática y servicial, para quien la familia es un pilar fundamental en su equilibrio vital. Reside en Punta Umbría desde principios de 2024 y disfruta del entorno natural de la localidad, en sus largos paseos con Daddy y Nzuri, sus dos “hijos perrunos” que también forman parte de la familia y que “siempre están ahí para recibirte con alegría” .
El otoño ha llegado a la localidad y el clima nos entrega algunos días cálidos que aun nos traen nostálgicos recuerdos del verano que acabamos de despedir y otros de húmeda lluvia con olor a tierra mojada que vaticinan la etapa invernal. Las calles de la localidad son tranquilas y sus rincones verdes cercanos al mar, invitan a pasear en sosiego mientras reflexionamos sobre los avatares de nuestro día. Pasan de las siete de la tarde y me encuentro con ella disfrutando del entorno en compañía de Nzuri y Daddy, sus dos inesperables mascotas que la siguen a paso pausado. Una sonrisa vital y una mirada sincera, anuncia unos agradables minutos de conversación.
María José Bayo Martín, es una mujer que irradia energía y cordialidad. A sus 47 años, es mucho más que una periodista de renombre en Huelva, es una comunicadora nata, una mentora generosa y un referente de compromiso social en la provincia.
Aunque es natural de Cartaya y un alma inquieta que deambula continuamente por el mundo, ahora reside en nuestra localidad “Nací en Cartaya y me considero cartayera, aunque tengo fuertes lazos con Lepe, ya que mi madre es de allí. Vivo en Punta Umbría desde hace unos meses con mi pareja, Miguel Ángel”, comienza con la sonrisa que la caracteriza. A través de sus palabras, evidencia que su infancia fue rica en amor y esfuerzo familiar. “Mis padres, Miguel y María, siempre lucharon mucho por salir adelante, y aunque no tenían muchos recursos, nunca escatimaron para darnos educación y valores”. El negocio familiar fue una parte central de su infancia. “Ellos administraban una bodega que había sido de mi abuelo. Cuando él falleció, mi padre heredó el negocio y lo transformó en un mesón que ofrecía carnes a la brasa. En aquella época, no había muchos lugares así en la zona, así que fue un concepto innovador”, explica. La visión de su madre y el esfuerzo conjunto de sus padres sentaron las bases para un éxito que atrajo a clientes de Sevilla y Portugal. “Siempre había que ayudar en el mesón y cuando hacía falta echar una mano, prefería quedarme y no salir con mis amigas. Me hacía sentir culpable no ayudar en el negocio” dice con nostalgia.
En el seno familiar es donde forjó los valores fundamentales de la mujer que es hoy día. “Me inculcaron el respeto por el trabajo bien hecho y la importancia de la dedicación y la constancia. Recuerdo que mi padre cocinaba con aceite de oliva cuando no era tan común, cuidaba cada detalle y eso me enseñó a valorar la calidad en todo lo que hago. Era una persona muy buena y yo procuro ser bondadosa y reflejarme mucho en él. Y mi madre, sobre todo, es una persona con mucha fortaleza y es para mí un espejo en ese sentido. Cuando me ocurre algo acudo a ella y siempre tiene algún consejo que darme ¡la llamo como cinco veces al día!”, confiesa entre risas. “Guardo muchos recuerdos de mis tíos y tías, maternos y paternos, que atesoro con mucho cariño en forma de valores que hoy están conmigo”, comparte con nosotros María José, mostrando el ambiente de cariño que le ha rodeado entre su gente.
La familia es un pilar fundamental en la vida de María José, pero tiene muy en cuenta que hay que encontrar el equilibrio reforzando varios soportes que son esenciales. “Para mí, la vida es como una mesa con varias patas y hay que repartir el peso. Lo primero es cuidarme a mí misma como ese pilar central; no podemos ofrecer lo mejor a los demás sin priorizar en nosotros, eso sí, sin caer en egos. La familia es una parte fundamental y en mi época de mayor ansiedad y estrés laboral aprendí que hay que aprovechar el tiempo con tu gente. Mi padre falleció pronto y, por motivos de trabajo, dejé de hacer muchas cosas con él y eso me pesa. Por otro lado, está el desarrollo profesional y el crecimiento personal, que es muy importante para mí, además de la amistad y una parte necesaria que hay que dedicar al ocio y al descanso”, argumenta mientras resalta la buena relación con sus dos hermanas y su familia política, sus suegros, con quien tiene una relación entrañable.
Una parte de su corazón la ocupan, sus dos perros, Nzuri y Daddy.“Son mis ‘hijos perrunos’. Daddy lleva 13 años conmigo y ha sido un pilar en mi vida. Nzuri llegó en un momento muy difícil, justo después de la muerte de mi padre, y fue una gran ayuda emocional,” dice, mostrando su amor por sus mascotas. “Los perros te enseñan a valorar las pequeñas cosas y a ser constante. Siempre están ahí para recibirte con alegría,” añade.
Una carrera de aprendizaje.
Su deseo de aprender no se limitó al negocio familiar. “Mis padres siempre hicieron un gran esfuerzo por nuestra educación. A pesar de los recursos limitados, me enviaron a estudiar a Estados Unidos cuando tenía 16 años. Fue una experiencia increíble que me abrió la mente y me hizo ver que el mundo es vasto y lleno de oportunidades”. La vivencia en un pequeño pueblo de Massachusetts le permitió entender distintas culturas y formas de vida. “Regresé con un buen nivel de inglés, lo que me ayudó en la selectividad, pero sobre todo, aprendí a ser curiosa y a querer explorar el mundo” dice.
María José no solo fue una buena estudiante, sino que siempre buscó ampliar sus horizontes. “Desde joven, estudié mecanografía y tomé clases de inglés incluso antes de que fuera obligatorio. Gracias a eso, escribo rápido y eso me ayudó mucho cuando comencé a trabajar en la agencia Europa Press”, explica.
Estudió en su Cartaya natal, donde se destacó por su dedicación y rendimiento académico, acabando COU con matrícula de honor, hasta que comenzó su etapa universitaria. “Estudié periodismo en Sevilla. Mi primer año fue algo novedoso y pasé de tener buenas notas a pasar el primer verano estudiando para recuperar algunas asignaturas que había suspendido. Salía con frecuencia a disfrutar del ambiente universitario, una novedad en mi vida, y me despisté un poco. En la Universidad ya no servía estudiar el día antes como en el instituto, así que me tuve que poner pilas”.
Después de completar sus estudios, comenzó su carrera profesional en la delegación de Turismo de la Junta de Andalucía. “Me llamaron para trabajar en prensa y organización de eventos. Fue una época emocionante, llena de aprendizajes y retos” recuerda. Sin embargo, su paso por un periódico local no fue satisfactorio… “Sentí que no encajaba en el ambiente, así que decidí buscar nuevas oportunidades” comparte. Fue entonces cuando se enteró de que se abriría una delegación de Europa Press en Huelva. “Mandé una carta muy bien escrita, aunque no tenía mucha experiencia. ¡Y me llamaron para la entrevista!”, dice emocionada. Su determinación y habilidad para comunicar se hicieron evidentes y tras esa experiencia, comenzó a forjar su camino en el mundo del periodismo. “En Europa Press aprendí mucho. Trabajar en una agencia de noticias es un desafío constante que te empuja a crecer profesionalmente. Estuve allí alrededor de cuatro años, y fue una etapa que me preparó para lo que vendría”, señala María José. Durante su tiempo en la agencia, desarrolló un estilo ágil y efectivo de comunicación, lo que le permitió ascender rápidamente en su carrera. Su trabajo la llevó a convertirse en parte del gabinete de prensa del PSOE en Huelva. “Me llamaron para cubrir una baja y me quedé porque me gustaba el ambiente y el trabajo. Comencé a subir en responsabilidades y me convertí en un referente porque tenía una visión muy innovadora de la comunicación política. Yo llegué con un libro de marketing político y era algo que llamaba la atención. Fui coordinadora de muchas campañas electorales ganadoras a todos los niveles, hasta convertirme en coordinadora general de una de ellas, un lugar que normalmente le correspondía al secretario general del partido. Todo ello sin ser militante ni ostentar un puesto orgánico”, explica con orgullo mientras hace un repaso de sus estudios especializados en esta materia. “Fui pionera en la incorporación de las redes sociales a las campañas política, algo que ahora es muy normal, pero que entonces no se usaba”, apuntilla. Esa etapa fue un trampolín para formar parte del Consejo Asesor de RTVE en Andalucía o presidenta de la Fundación Audiovisual de Andalucía (AVA). “Aquel fue un periodo fantástico y de mucho aprendizaje. Pienso que aporté mucho en cuestiones de comunicación transmedia y digital. Tengo un buen recuerdo de aquellos momentos”, dice mientras confiesa que le gusta mucho la comunicación política y empresarial.
Aquella fue la antesala del momento del que hoy disfruta en el mundo de la empresa, ofreciendo sus servicios de asesoramiento como profesional autónoma. “En 2019 decidí seguir formándome y ampliar mis conocimientos sobre tendencias de comunicación empresarial. En aquel momento entendí que el futuro pasa por la innovación tecnológica y me preparé en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, una de las mejores universidades del mundo. Actualmente, asesoro a empresas y organizaciones mediante estrategias de comunicación integrada de marketing (CIM) para que puedan conectar con sus públicos y aumentar sus ventas”. Entre los clientes de la multinacional a la que presta servicios, están empresas de primer orden a nivel internacional. “Algunas de ellas están presentes en el Ibex 35. Hacer este trabajo es para mí un sueño profesional, porque siempre he querido trabajar en equipos con mucha gente, hablando en inglés y que nuestras decisiones tengan un gran impacto en la sociedad. Además, soy mentora de profesionales que ejercen liderazgo en sus empresas, a los que ayudo a comunicar de manera eficiente y a crear su marca personal. Poder hacer esto desde Punta Umbría es lo mejor”, resume.
Un dato relevante de su trayectoria profesional, es el reconocimiento que recibió en 2016 dentro del Top 100 de Mujeres Líderes de España, por su proyección y capacidad de influencia. En el prestigioso ranking que realiza la organización Mujeres & Cia, fue distinguida en la categoría de ‘Mujeres Pensadoras y Expertas’. Reflexiones y compromiso social Durante nuestra conversación, María José reflexiona sobre la empatía, un valor fundamental en su vida y trabajo. “Soy muy empática, pero es algo que debo aprender a gestionar. A veces, si empatizo demasiado, me afecta emocionalmente. La empatía es esencial en la comunicación; te permite conectar a un nivel más profundo” explica.
Su capacidad para entender y escuchar a los demás es un aspecto que la define como profesional y como persona. Ese sentimiento está acompañado de un fuerte compromiso social. “Me he dado cuenta del poder transformador que tiene la comunicación, y eso me llevó a crear la iniciativa Huelva es Solidaria”, explica. Este proyecto busca garantizar que todos los niños y niñas de Huelva, especialmente aquellos en situación de vulnerabilidad, reciban un juguete en Navidad. “La idea es simple pero poderosa: queremos asegurarnos de que ningún niño se quede sin el regalo de los Reyes Magos. Para lograrlo, habilitamos puntos de recogida y colaboramos con el Ayuntamiento de Huelva y Cruz Roja”, detalla. María José menciona que la campaña ha sido apadrinada por figuras públicas como Carolina Marín y Martirio. “La respuesta de la comunidad ha sido maravillosa. Todos se han unido para asegurar que cada niño tenga una Navidad especial” dice emocionada. Esta iniciativa es un claro reflejo de su deseo de hacer una diferencia en la vida de los demás.
La vida en Punta Umbría, donde reside actualmente, también juega un papel importante en su felicidad. “Me encanta el aire, el aroma y la sal del mar. Ver los amaneceres aquí es un regalo” dice con una sonrisa. A pesar de los desafíos del verano, María José ha encontrado su lugar en esta comunidad. “Soy más de otoño y primavera; disfruto de las estaciones intermedias. Tengo muchas ganas de experimentar la Navidad aquí, aunque aún no lo he vivido” dice con entusiasmo.
Mientras cerramos nuestra conversación, María José habla sobre sus sueños y planes para el futuro. “Me gustaría seguir creciendo profesionalmente y, al mismo tiempo, disfrutar de la vida. Quiero vivir plenamente cada momento”, expresa con determinación.
Su relación con Miguel Ángel, un arquitecto de Punta Umbría, también entra en la conversación. “Nunca he estado casada, pero tengo una relación muy sólida con él. Me encantaría celebrar ese amor de alguna manera. Hago un llamamiento aquí: me gustaría casarme algún día y celebrar el compromiso”, dice entre risas y emociones. Miguel Ángel ha sido un apoyo fundamental en su vida. “Compartimos un espacio de trabajo en Huelva y disfrutamos de la vida juntos. Me encanta poder compartir mis sueños y proyectos con él”, añade. La conexión que sienten es evidente, y sus planes futuros juntos parecen prometedores.
Finalmente, María José reflexiona sobre su compromiso con la comunidad y el medio ambiente. “Es fundamental cuidar nuestro entorno natural. Necesitamos educar y crear conciencia sobre la importancia de cuidarlo, especialmente en un lugar como el nuestro, a orillas del océano, del que dependemos a nivel turístico y por sus recursos pesqueros”, concluye con un tono reflexivo.