Cristina García Bogado: “Practicar el tiro es para mí una manera de mantener viva mis tradiciones familiares”

Cristina García Bogado es una joven moguereña de 14 años que comienza a destacar en el mundo del tiro al plato, un deporte poco común pero muy presente en su vida familiar. La joven tiradora se prepara para importantes competiciones.
Cristina junto a sus padres, Manuel y Cristina.

A sus 14 años, Cristina García Bogado empieza a ganarse un hueco entre las jóvenes promesas del tiro al plato en Andalucía. Estudiante de tercero de ESO en el IES Francisco Garfias de Moguer, compagina sus estudios con una disciplina deportiva poco común en su entorno, pero profundamente enraizada en su historia familiar. “Además de un deporte, para mí es una forma de mantener vivas nuestras tradiciones. Mi abuela fue cazadora, mi padre también es cazador y aficionado al tiro, y desde pequeña el campo de tiro ha sido parte de mi vida”, asegura con convicción.

Cristina comenzó a familiarizarse con este deporte en el Campo de Tiro La Ribera, en Moguer, donde su abuela regentaba el bar y donde ella creció entre escopetas, pichones y tardes de tiro en convivencia. “Empecé a tirar con 9 o 10 años con una escopetilla que mi padre me regaló. Desde entonces no he dejado de practicar. Aunque he hecho fútbol, balonmano, boxeo o tenis, ninguno me llenaba tanto como esto. De hecho, dejé otros deportes porque me quitaban tiempo para ir a tirar”, confiesa.

Con solo 12 años dio el salto a la competición, participando por primera vez en el Campeonato de Andalucía de tiro al vuelo, donde se alzó con el primer puesto en la prueba puntuable disputada en Granada, en la categoría de damas. “Fue una experiencia inolvidable. Estuve con mi padre, mi madre y mi tío. Pasamos un fin de semana muy bonito. Además, el triunfo me dio confianza para seguir”.

Desde entonces, su progresión ha sido constante. En 2022 se proclamó campeona de Andalucía absoluta tras un emocionante desempate en la final, y en 2023 participó en campeonatos de España y Europa, compartiendo cancha con tiradoras de primer nivel. En estas competiciones conoció a una de las mujeres que hoy considera amiga y consejera deportiva, como es la campeona de Europa Marian Rodríguez Uris. Junto a Sara Vera, tiradora onubense muy presente en su trayectoria, ambas se han convertido en pilares fundamentales para Cristina. “Son mayores que yo, pero siempre me han acogido como una más. Hablamos casi a diario y en las competiciones estamos juntas. Me motivan muchísimo”.

Cristina se mueve con naturalidad en un mundo en el que predominan los hombres. “Nunca me he sentido menos por ser mujer o por ser más joven. Siempre he tirado con los amigos de mi padre y me he sentido bien. Yo voy a lo mío, me adapto rápido y disfruto”.

Su madre también ha sido un pilar fundamental en su trayectoria. “Ella es quien más me anima a entrenar cuando tengo un bajón. Le encanta acompañarme a las competiciones, aunque ella no tire”.

En la actualidad, Cristina se prepara para dos grandes citas, que son el Mundial de Tiro al Vuelo, que se celebrará del 29 de abril al 6 de mayo en Carmona, y el Campeonato de Europa de Tiro al Plato en O Pinhal (Portugal), a finales de mayo. Para ello entrena varios días a la semana. “Suelo entrenar casi todos los días. Desde el miércoles, que es cuando abre el campo de tiro, en adelante. Cuando tengo exámenes reduzco los entrenamientos, pero intento mantener un equilibrio. Mis estudios son prioritarios y sé organizarme bien. Me considero buena estudiante, me gustan mucho las matemáticas y educación física, y quiero estudiar Magisterio en Educación Física”.

El entrenamiento es exigente y requiere mucha constancia. Cristina cuenta con el apoyo de su entrenador, Antonio Marín Ortega, un reconocido tirador jienense con un increíble palmarés en competiciones nacionales e internacionales. “Es increíble cómo explica todo con ejemplos de la vida real. Tiene mucha paciencia y te hace entender lo importante que es la concentración. En el tiro, si tu mente no está en su sitio, el cuerpo tampoco responde. Esa disciplina me ha ayudado mucho también en los estudios y en mi vida personal”.

Cristina García Bogado junto a su entrenador Antonio Marín Ortega.

En su relato, Cristina deja ver una madurez poco habitual para su edad. Sabe que no es fácil dedicarse profesionalmente a este deporte, pero no descarta intentarlo. “Me gustaría competir en la élite en algún momento de mi vida. Sé que no es algo estable económicamente como profesión, pero me encantaría compaginarlo con mis estudios o mi trabajo algún día. Aunque sea como hobby, me gustaría seguir tirando siempre”.

En su entorno escolar, sus amigos la apoyan y celebran sus logros, aunque, como ella dice, “no siempre son conscientes del esfuerzo que hay detrás. Se piensan que es solo apuntar y disparar, pero el tiro es mucho más, como la colocación de pies, la concentración y muchos pequeños detalles que lo cambian todo”.

Cristina tiene claro que el deporte que practica no es solo una afición, sino un compromiso con una herencia familiar y una herramienta de crecimiento personal. “Este deporte me ha enseñado a tener paciencia, constancia, a no rendirme por un mal resultado. Y a sentirme orgullosa de quién soy y de lo que me gusta”. Entre sus sueños está conocer algún día a Fátima Gálvez, campeona olímpica y mundial de tiro al plato, a quien admira profundamente. “Es mi gran referente. Espero poder conocerla algún día y tirar con ella. Sería un sueño”. Mientras tanto, Cristina sigue sumando metas y aprendizajes. Y lo hace con la misma determinación con la que apuntó por primera vez, siendo solo una niña, en el campo de tiro de La Ribera. Porque en su historia no solo hay competición, también hay amor por una tradición, esfuerzo diario y un claro mensaje: el talento no tiene edad ni género.

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