La Hermandad de la Vera+Cruz de Moguer vivió el pasado sábado una emotiva jornada en el marco del tercer día de Triduo al Santísimo Cristo de la Vera+Cruz, con una Santa Misa dedicada a la memoria de Antonio Borrero Ochoa, quien fuera durante veinte años el vestidor de las imágenes marianas de la corporación.
Coincidiendo con el día dedicado a la Virgen, sus hermanos hicieron entrega a la hermandad de unos enseres que serán utilizados por la Virgen de la Paz, Nuestra Señora de la Soledad y la Virgen de los Dolores, imágenes que Antonio vistió con dedicación y cariño en innumerables ocasiones.
Desde la hermandad se ha agradecido profundamente este gesto de la familia Borrero Ochoa, que permitirá mantener aún más viva la presencia de quien tanto aportó al día a día de la cofradía.
“Nuestro querido Antonio Borrero no solo ha aportado con su forma de vestir a la hermandad, sino a toda la Semana Santa en general, porque se encargaba de montajes de cultos y besamanos, e introdujo cosas que antes no se hacían en Moguer. Su aportación fue también al pueblo entero”, señaló el hermano mayor de la Vera+Cruz, Alejandro Pérez Noja.
Además, el hermano mayor quiso destacar que el mayor legado de Antonio “ha sido la amistad y los vínculos humanos que forjó en nuestra hermandad, donde dejó huella y donde tanto disfrutaba”.
Esta primera Cuaresma sin su presencia ha estado marcada por el recuerdo y el reconocimiento a quien fue un referente del vestir y la devoción en el ámbito cofrade local.
