José Manuel Santana, el joven de Lepe que rompe barreras a golpe de esfuerzo y sueños

Por: Nicole Vargas Mairongo

Una vida sin límites desde Lepe 

José Manuel Santana tiene 22 años, vive en Lepe y tiene claro su propósito: quiere ser monitor deportivo, seguir aprendiendo, y disfrutar cada reto que le ponga la vida por delante. Nació con Síndrome de Down, pero eso nunca fue un freno. Hoy realiza sus prácticas en una escuela de hípica, participa en teatro y sueña con pinchar música como DJ.

José Manuel posa para la cámara de Lapso Fotografía.

Cada meta tiene su esfuerzo y cada esfuerzo, su recompensa”, dice convencido. 

El diagnóstico y los primeros miedos 

Su madre, María Isabel Camacho, recuerda con claridad el día que nació José. “Nos enteramos al nacer, fue un impacto. Lo primero que piensas es: ¿qué será de su futuro? Y desde ese momento decidimos que haríamos todo lo posible para que tuviera las mismas oportunidades que cualquier niño”.

Desde entonces, la familia ha sido su pilar fundamental. “Lo importante es ponerse metas reales, a largo plazo, y trabajar día a día para conseguirlas”, afirma María. 

Educación inclusiva y decisiones clave 

José siempre estudió en centros ordinarios, plenamente integrado en el aula. Además del colegio, recibió apoyo del Centro de Atención Infantil Temprana Aspandle en Lepe y más tarde de la Asociación Onubense para la Normalización Educativa, Social y Laboral (AONES), en Huelva. “Ha sido una combinación de apoyos escolares y emocionales que lo han acompañado en todo el proceso de desarrollo”, aclara María Isabel. 

El deporte como motor de vida 

Desde pequeño, el deporte ha sido central para José. Empezó en baloncesto con 8 años, y también practicó natación. “Me eligieron capitán de mi equipo. He ganado muchos trofeos. El deporte es moverse, conocer gente, pasarlo bien”, dice con entusiasmo.

José Manuel celebrando la victoria tras un partido de baloncesto.
Con su equipo celebrando la victoria.

Su madre confirma que el deporte ha sido clave también para su integración social. “Le ha dado un segundo círculo de amistades fuera del colegio y una motivación constante”. 

De Cartaya a Huelva: crecer en autonomía 

Tras la ESO, José comenzó un módulo de Comercio en Cartaya, aunque no lo terminó. “Fue complicado, tenía mucha teoría y conceptos abstractos”, comenta su madre. Sin embargo, aquella etapa fue un salto clave hacia la autonomía: aprendió a coger el autobús, organizarse y moverse solo fuera del entorno familiar.

Ese paso le permitió afrontar después con más seguridad el Ciclo Medio de Guía en Medio Natural en Huelva, donde actualmente está terminando sus estudios.

El Ciclo Medio organizó una excursión para practicar barranquismo.

Prácticas en la escuela de hípica y nuevos retos 

José hace sus prácticas en la Escuela de Hípica de Lepe. “Me encanta montar a caballo. Aprendo a cuidarlo, a medir la fuerza cuando estoy encima. Los monitores son espectaculares”, cuenta feliz.

José Manuel practicando equitación (doma clásica).

Uno de los mayores retos que ha superado durante el ciclo fue aprender a montar en bicicleta, algo que no hacía desde pequeño por miedo. “Ahora la uso para ir a la escuela de hípica y al teatro cuando hace buen tiempo”, dice orgulloso. 

Teatro, música… y muchos sueños por cumplir 

Además de sus estudios y prácticas, José participa en el grupo de teatro de Aspandle. Además, tiene inquietudes artísticas. “Estoy aprendiendo a tocar la guitarra flamenca y quiero ser DJ. Me he comprado una mesa de mezcla”, cuenta emocionado. Como gran sueño por cumplir le encantaría ser monitor de deporte para entrenar a niños. 

Inclusión real: un camino por recorrer 

Aunque José ha tenido diversos apoyos, su madre denuncia que todavía hay mucho que mejorar. “La inclusión plena no existe si no estás encima. Hay que pelear mucho para que se den los apoyos necesarios. En el mundo laboral imagino que también encontraremos barreras”.

También señala la importancia de trabajar la concienciación desde la infancia. “No basta con hacer una campaña el Día del Síndrome de Down. Hay que trabajar desde las aulas, con o sin niños con discapacidad, para que cuando sean adultos ya tengan interiorizado que todos somos iguales”. 

Un mensaje para otros jóvenes 

Cuando se le pregunta qué les diría a otros jóvenes con Síndrome de Down, José no duda: “Que disfruten la vida, que cada reto se consigue con esfuerzo y con el apoyo de la gente que te quiere. Hay que luchar por cada meta”.

Con una sonrisa en la cara y muchos sueños en marcha, José Manuel demuestra desde Lepe que no hay barreras que la constancia, el amor y la ilusión no puedan derribar.

Foto de José Manuel con su hermana.

 

 

 

 

 

 

 

 

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