Por: J.L. Galloso
El próximo sábado 21 de junio comenzará el sueño de un alma rociera de a pie. Una peregrina que lleva a gala su devoción por la Virgen del Rocío tomará el testigo con la humildad y el orgullo de quien camina cada año con el corazón por las arenas. Bella González Cordero será nombrada oficialmente hermana mayor de la Real Hermandad del Rocío de Punta Umbría para la romería de 2026. Será durante la emotiva misa de acción de gracias que se celebrará a las 21.00 horas en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, y donde también se impondrán las medallas a la nueva junta de gobierno.
Este acto marcará el inicio de una “bendita locura” para esta puntaumbrieña profundamente rociera, que asume el cargo “con tanta ilusión como miedo”, pero sobre todo “con unas ganas inmensas de vivir y entregar todo” por su hermandad, expresa muy emocionada.

Bella lleva en su corazón desde hace años el anhelo de representar a su hermandad. “Este deseo habita en mí desde hace muchísimo tiempo”, confiesa. Su decisión no fue premeditada, sino más bien, según ella misma relata, una llamada de la Virgen. “No he sido yo quien ha elegido este momento. Ha sido Ella la que ha venido a elegirme a mí, y así lo siento”.

Ese vínculo especial con la Blanca Paloma es lo que la acompaña en este camino. Recuerda con cariño el año 2016, cuando un hermano mayor le colocó una medalla y le dijo que algún día le tocaría a ella. Desde entonces, la idea rondaba en su interior, aunque nunca encontraba el “momento oportuno”. Hasta que llegó. “El viernes era el último día para presentar la carta, y el jueves por la noche, dos amigas se sentaron conmigo y me dijeron: ‘¿Qué necesitas para hacerlo?’. Les respondí: ‘La aprobación de mis hermanos’. Esa misma noche les escribí un mensaje a ellos y me dieron el empujón que necesitaba”.

Al día siguiente, con la carta en mano, Bella se presentó como candidata, compartiendo la decisión con su madre apenas una hora antes, y con su padre esa misma noche. “El mensaje de mi hermano José Manuel fue mi empujón grande”, asegura. “Él me dijo hace años que cuando yo fuese hermana mayor, él sería mi carretero, y eso fue muy importante para mí”.
Arropada por su gente
Bella es consciente del reto que asume, pero también sabe que no está sola. “Tengo a mi familia detrás. Esto es una gran responsabilidad, pero sé que mis padres, mis hermanos, mis primos, mis tíos… todos van a estar ahí. También mis compañeros de trabajo, mis amigas y amigos de siempre. Me siento muy arropada”, afirma emocionada.
Esa ola de apoyo se ha hecho notar desde que anunció su decisión. “Hay gente que nunca ha ido al Rocío y me ha dicho que este año hará el camino por primera vez conmigo. Esas palabras me emocionan y me hacen sentir que ha valido la pena dar este paso”.
Y aunque su familia tiene profundas raíces rocieras, Bella se define como “una hija peregrina de a pie”. No tiene caballo ni carro, pero sí un corazón que late al compás de la fe y de la devoción más sincera. “El Rocío es sentimiento que nace dentro del alma… y es ese sentir el que habita dentro de mí”, afirma.
La misa del sábado marcará el punto de partida de una aventura que culminará con la romería del año 2026. “Lo afronto con muchas ganas, con mucha ilusión. El jueves, cuando llegó la hermandad y me vi arropada por tantísima gente, sentí una felicidad indescriptible. Algunas mamás de la guardería donde trabajo vinieron a acompañarme. Todo eso me emociona muchísimo”.
Bella tiene un deseo para el Rocío que viene. “Le pido a la Virgen que nos dé mucha salud, y que pueda ir acompañada por todo mi pueblo. Que nadie se quede atrás en esta bendita locura”.
Este sábado será, sin duda, un momento muy especial. Un acto que no solo celebra el inicio de su cargo, sino también la fe compartida de un pueblo entero. Bella invita a todos los hermanos y vecinos de Punta Umbría a asistir. “No hay nada que me haga más ilusión que ver a mi pueblo arroparme y acompañarme en esta bendita locura que empieza a caminar”.
Con la medalla de hermana mayor sobre su pecho y la Virgen en el corazón, Bella Cordero comienza a escribir su propio camino de fe y compromiso. Un camino que ya es de todos.