Por: José Luis Galloso
En la última etapa de la vida, muchas personas mayores experimentan sentimientos de soledad, aislamiento o baja autoestima. La falta de espacios donde compartir sus vivencias o ser escuchados con atención y respeto puede agravar estas sensaciones. Consciente de esta realidad, el Ayuntamiento de Aljaraque ha apoyado una iniciativa tan sencilla como poderosa, la de escuchar a los mayores y ofrecerles un lugar donde su voz tenga presencia. Así nace una actividad profundamente humana y transformadora que ha dado como resultado la publicación de La Revista de Mayores de Aljaraque.
La revista recoge los relatos de 13 vecinos y vecinas de Aljaraque y Corrales, personas mayores cargadas de recuerdos, experiencias y emociones que han querido compartir con la comunidad. En sus páginas encontramos vivencias personales, escenas cotidianas del pasado, memorias del trabajo en la mina, de las calles sin asfaltar del pueblo o de las fiestas de antaño. Todo ello se complementa con fotografías antiguas extraídas del Archivo Municipal y de aportaciones personales, que reconstruyen la historia visual de los enclaves más emblemáticos del municipio.
Detrás de esta experiencia se encuentran Mercedes Fernández Blanco, ‘Mertxe’, y María del Mar Giraldo Laino, ‘Marimar’, dos mujeres que han llevado a cabo esta labor en el marco del Proyecto Formativo para Mayores de 45 años de Gestión de Recursos Humanos, impulsado por el Ayuntamiento de Aljaraque. Durante sus prácticas en el área de Asuntos Sociales, y más concretamente en el Centro de Participación Activa (CPA), propusieron esta actividad como complemento práctico del proyecto que han desarrollado a lo largo de la temporada.
“Lo que más les gusta es que los escuches, que les preguntes. Tienen tanto que contar… y cuando se sienten escuchados, se emocionan. Pensamos que merecían un espacio propio”, explica Mertxe. La propuesta fue sencilla y hermosa. Organizamos un taller en el que los mayores compartieran sus recuerdos y, con ese material, dar forma a una publicación que sirviera de homenaje, testimonio y legado.
Con el respaldo del equipo técnico del Ayuntamiento, se pusieron en marcha los encuentros en Bellavista, Corrales y Aljaraque. La respuesta fue inmediata y los mayores se apuntaron con entusiasmo y comenzaron a narrar pasajes de sus vidas, muchas veces entre risas, otras con emoción contenida, en ocasiones acompañados de fotos que traían de casa, y otras simplemente con la fuerza de su memoria. “Los escuchábamos, tomábamos nota, transcribíamos… luego revisábamos los textos, corregíamos y diseñábamos las páginas de la revista”, cuenta Marimar.
El resultado final es una obra coral, una crónica del municipio donde las historias particulares se entrelazan con la historia colectiva. Figuras como Blas, que relató su vida en la mina de Corrales y los años duros del clasismo y la falta de recursos, o Diego, que enfrenta los primeros síntomas de Alzheimer y vio en este proyecto una oportunidad para “no olvidar lo vivido”, aportan profundidad y humanidad a una publicación que va mucho más allá del papel.
“Fue muy emocionante”, coinciden Merche y Marimar. “No solo para ellos. Para nosotras también fue enriquecedor. Nos sentimos privilegiadas de poder escuchar esas historias y de ayudar a que no se pierdan. Al final, el objetivo era darles voz y rememorar sus experiencias de vida a través del relato”.
Pero la revista no solo sirve para preservar memorias individuales; también cumple una función comunitaria, mostrando a las nuevas generaciones la historia del lugar en el que viven. “Hoy muchas personas han venido de otros municipios, de otras provincias. Aljaraque ha crecido muchísimo en las últimas décadas. Pero tiene una historia hermosa, fuerte, humilde… y queríamos que se conociera”, afirma Merche.
Uno de los grandes descubrimientos del proceso fue, por ejemplo, la existencia de un molino mareal en el municipio, desconocido para buena parte de la población actual. “Esa es la riqueza de este tipo de trabajos. Que no solo sanan, entretienen o emocionan a los mayores, sino que además recuperan patrimonio, identidad y memoria histórica para todo el pueblo”, señala Marimar.
Los protagonistas de la revista
Para Diego Molina Ruiz, enfermero jubilado, profesor universitario y autor de un amplio número de libros, participar en el taller ha sido una experiencia profundamente enriquecedora. “Ha sido muy positiva. Me ha permitido recordar etapas buenas de mi vida y mantener la mente activa”, explica. Diego, vecino de Corrales desde hace décadas, quiso aportar su conocimiento sobre la historia local y su experiencia. “Quise compartir algunos episodios que un vecino autóctono de Corrales, Manolo Lamiel, solía contar hace décadas a los que llegábamos aquí para quedarnos. Sobre todo aquello relacionado con la mina de Tharsis y el papel de Corrales en aquella operativa; cómo llegaba el mineral, cómo funcionaba la central eléctrica y cómo lo cargaban en los barcos. Era una historia que no podía perderse”. También compartió historias sobre el Belén Viviente de Corrales, algunas de ellas recogidas en una publicación del propio Diego.
“Ha sido una experiencia muy bonita”, cuenta Rosario Feria, otra de las participantes del taller. “Durante varios días pudimos recordar tanto los momentos antiguos como los más recientes de nuestras vidas, especialmente desde que llegué al pueblo”, relata esta vecina de Aljaraque desde hace décadas, cuando llegó desde Punta Umbría. Para ella, lo más valioso fue compartir esos recuerdos en compañía de otras personas. “Me agradó mucho la compañía y, sobre todo, escuchar las historias de mis compañeros. Cada uno tenía algo especial que contar, y eso hizo que el taller fuera realmente enriquecedor”, concluye.
Todos destacan la labor de las monitoras Mertxe y María del Mar. “Han hecho un trabajo excelente y nos han hecho pasar unos momentos muy satisfactorios. Esta revista ayuda a recuperar la memoria de Corrales y Aljaraque y a que no se olviden nuestras raíces”.
Bajo el título Imágenes de nuestra memoria, la revista dedica varias páginas a fotografías antiguas que muestran cómo era la vida en Aljaraque hace décadas, con calles de albero, fiestas populares, la antigua biblioteca o escenas familiares que hoy resultan entrañables y sorprendentes. Este capítulo agrega un gran aporte para el interés de los lectores, con imágenes que muestran un pasado que en ocasiones no es tan lejano, pero que arroja luz sobre lo que ha cambiado la provincia en apenas unas décadas. Algunas de ellas las mostramos en este artículo.
La Revista de Mayores de Aljaraque pone el broche al proyecto y rompe el silencio de nuestros mayores, recordando que sus experiencias son herramientas útiles para los más jóvenes. Además, incide en la idea de escuchar a los demás, una práctica especialmente necesaria para empatizar con las personas de nuestro alrededor y mejorar la convivencia.
