“Llegamos finos, fuertes y listos a Hawái para pelear hasta el último día por el Mundial de Ultraman”

El ultrafondista Juan Bautista Castilla Arroyo ‘Chamba’, acaba de llegar a Hawái, donde afrontará uno de los mayores desafíos de toda su carrera deportiva. El valverdeño luchará para revalidar su corona en el Campeonato del Mundo de Ultraman, una de las pruebas más extremas y selectivas del planeta. Tras completar una temporada marcada por la exigencia, la regularidad y numerosos logros, el deportista llega a la cita mundial con la determinación que caracteriza su trayectoria.

Juan Batista Castilla Arroyo, Chamba, el ultrafondista valverdeño.

‘Chamba’ aterriza en Hawái después de un brillante paso por el Campeonato del Mundo Ironman 70.3, disputado recientemente. Allí protagonizó una actuación sobresaliente, con un sólido sector de natación y un espectacular segmento de bicicleta, lo que le llevó a situarse como primer español de su grupo de edad. Sin embargo, un pinchazo le costó treinta minutos decisivos. A pesar del contratiempo, supo transformar la adversidad en motivación.

Fue una prueba que puso mi cabeza a prueba, pero salí a correr disfrutando cada paso. Fue el mejor ensayo posible para Hawái”, afirma desde la isla estadounidense, donde ya ultima los entrenamientos previos al reto.
El valverdeño afronta este mundial siendo el único atleta del mundo que ha terminado entre los tres primeros en todas las pruebas de la Copa del Mundo en las que ha participado. Además, aspira a lograr un hito que nadie ha conseguido: subir al podio en las cinco pruebas que conforman el circuito internacional de este año, cuyo cierre tendrá lugar en Zacatecas (México).
Si lo logramos, seremos los únicos en conseguirlo. Vamos a pelearlo con humildad y ambición”, señala.

Una preparación más exigente
En sus primeras horas en Hawái, Chamba explica para Valverde Punto Cero que esta temporada ha sido especialmente compleja en lo físico y lo nutricional. La incorporación del Mundial Ironman 70.3 obligó a un ajuste exhaustivo de su peso corporal, una variable clave en disciplina de alto rendimiento.
Este año hemos tenido que hacer una rutina especial”, cuenta. “Al meter el campeonato del mundo de Ironman 70.3, hubo que ajustar muchísimo el peso. En una prueba de Ultraman no nos quedamos tan finos, porque es una prueba de ultraresistencia. Pero en un Ironman tienes que llegar fino desde el primer momento”.

El deportista asegura que este proceso de control del peso ha sido más prolongado que nunca.
En otras temporadas ajustábamos el peso tres o cuatro semanas antes. Este año hemos tenido que mantenerlo durante casi un mes y medio. Se nota muchísimo. Estoy más rápido, la recuperación es mejor… pero hay que tener cuidado para no perder musculatura en los primeros días del Ultraman”.
Chamba reconoce que llegan “muy finos” a Hawái y que uno de los principales objetivos será conservar la musculatura para afrontar con garantías el tercer día, el más duro del Ultraman, con 84 kilómetros de carrera a pie. “No queremos degradar músculo los primeros días. Necesitamos llegar con todas las posibilidades al tercer día y poder llevar ritmos altos”, apunta.

Chamba no estará solo en el Mundial. “A mi lado siempre viaja Javier Lecumberri, mi mano derecha”, explica. “Es policía nacional, está conmigo en todo momento y corre a mi lado. También están conmigo el lunes mecánico y el médico, que completan el equipo con el que venimos a competir. Todos tenemos que ser lo más eficaces y eficientes posibles para triunfar”.

Chamba junto a Lecumberri, en el aeropuerto de París, camino de Hawái.
Siempre hay tiempo para un capricho camino del Mundial de Ultraman.

El ultrafondista destaca que a pesar de los elevados costes de movilizar a todo el equipo e largas distancias, le obliga a buscar rutas más económicas y pasar muchas horas de viaje. Además, no siempre pueden viajar juntos todos los miembros del equipo. A pesar de ello, este modelo de trabajo, aunque reducido, les ha permitido ser precisos y competitivos. “Al final, se trata de adaptarnos. Con el mínimo personal y el mínimo coste, pero dando siempre el máximo”.

Su tierra por bandera
El nivel internacional de la competición no impide que Chamba lleve siempre consigo a su tierra, una ‘bandera’ que lleva siempre presente. “El deporte de alto rendimiento en España es difícil, pero este es mi hogar y aquí es donde quiero estar”, subraya.
El pasado 28 de febrero recibió la Bandera de Andalucía del Deporte, un reconocimiento que marcó un antes y un después en su carrera. “Es el reconocimiento con más prestigio que me han concedido. En los momentos difíciles, un premio así te da fuerzas para seguir adelante”, asegura. “Para mí es un talismán de cara a Hawái”.
Llevar el nombre de Valverde del Camino por el mundo es un orgullo. Aquí comencé a dar forma a mis sueños y desde aquí quiero seguir cumpliéndolos”, relata con orgullo.

A pocos días del inicio del Ultraman, Chamba transmite calma, seguridad y un entusiasmo que contagia. “Llegamos preparados. Vamos a disfrutar, a sufrir y a pelear. Este es el reto más exigente del ultrafondo mundial, pero también el más bonito. Vamos a por todas”.
Valverde del Camino, como siempre, viaja con él.

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