El camposanto “Jesús del Gran Poder” estrenó mejoras y amplió su espacio justo a tiempo para la celebración del Día de Todos los Santos
Pasadas ya las celebraciones del Día de Todos los Santos y de los Difuntos, Palos de la Frontera ha vuelto a demostrar el profundo arraigo de una tradición que se transmite de generación en generación: la de honrar con respeto, cariño y presencia a quienes ya no están.
El Cementerio Municipal “Jesús del Gran Poder” volvió a ser punto de encuentro, oración y recuerdo para cientos de familias que acudieron a adornar las tumbas de sus seres queridos en unos días marcados por la emoción y la memoria. Este año, además, el camposanto lucía una imagen especialmente cuidada gracias a las mejoras acometidas por el Ayuntamiento.
Durante las últimas semanas, se culminaron distintas labores de embellecimiento y mantenimiento que se suman a una importante intervención en la capilla del recinto, donde se sustituyeron las antiguas puertas y ventanales de hierro por otras de PVC, más resistentes, duraderas y capaces de evitar filtraciones y goteras.
Asimismo, este año ha sido especialmente significativo por la reciente ampliación del cementerio, bendecida el pasado mes de agosto durante la misa presidida por el Simpecado de la Virgen de los Milagros. La actuación ha permitido sumar más de 2.100 metros cuadrados y 1.008 nuevos nichos, garantizando la disponibilidad de espacio para los próximos años y asegurando este servicio municipal hasta, al menos, el año 2050.
Con los jardines, muros y parterres recién rematados, y cada rincón preparado con esmero, el cementerio de Palos volvió a convertirse en ese lugar de paz y recogimiento donde se reencuentran las generaciones. Una cita anual que une al pueblo en torno al recuerdo, el respeto y la belleza de una costumbre que mantiene viva la memoria de quienes siguen presentes en el corazón de todos.
