La confirmación es uno de los sacramentos de la Iglesia. Junto con el Bautismo y la Eucaristía constituye el conjunto de “los sacramentos de la iniciación cristiana”, es decir, sacramentos cuya recepción es necesaria para la plenitud de la gracia que recibimos en el Bautismo.
La confirmación enriquece con una fortaleza especial del Espíritu Santo, y con ello quienes la reciben quedan obligados a difundir y defender la fe a través de la palabra y las obras, como verdaderos testigos de Cristo.
El obispo de Huelva en la iglesia de San Jorge fue nombrando, uno a uno, a los 33 adultos dispuestos a recibir la confirmación, que -acompañados por sus padrinos- fueron ungidos con oleo sagrado a la vez que los bendecía.
Este sacramento supone un importante paso en la vida de todo católico, ya que a través de él confirma su Fé Cristiana. Para acceder a la confirmación se requiere una adecuada formación previa.