El Tribunal Suprimo pone en las calles de Punta Umbría el epicentro de la fiesta carnavalera

Llegó la hora de las chirigotas ilegales, las chirigotas callejeras. El arte y el ingenio más puro que, lejos de asumir los límites que impone el Carnaval oficial, llega a Punta Umbría de la mano de Los invisibles.

Sin más organización que la que les ofrece un local cedido por la asociación de vecinos de la barriada de San Sebastián, la callejera no cuenta con más capacidad que la de autogestionar sus ensayos que – según cuentan ellos mismos entre risas- , “ya es bastante”.

Para nuestros callejeros invisibles, el Carnaval es mucho más que una fiesta, es una forma de entender la vida, restándole gravedad a los acontecimientos y sumándole sentido del humor.

De igual modo, para nuestros protagonistas, el Carnaval, más que un concurso oficial de agrupaciones, es una fiesta anárquica, impredecible y mágica, capaz de arrancar carcajadas incluso de las almas más castigadas. Esa es la filosofía de vida que subyace tras estos tres personajes que no dudan en saltar a la calle con asertos de difícil discusión…

Cuando los invisibles irrumpen en la calle vestidos impecables de magistrados del Tribunal Suprimo, sus palabras podrán gustar más o podrán gustar menos, pero como nacen  ajenas a cualquier norma o escenario fijo, y no se someten a salas, ni a horarios, ni a fechas en el calendario, y además son tremendamente escurridizas, cuando uno las quiere pensar, ya llega tarde, y entonces poco queda por hacer que no sea reír y olvidar.

Porque el verdadero corazón de la fiesta late en la calle, Los invisibles se han impuesto este año como la cara más desordenada y divertida del Carnaval en Punta Umbría. Su espontaneidad, su mucha guasa y una mágica conexión con el público es, sin duda, su sello de identidad. La gente que va de paso, cuando los ve, no es capaz de terminar de pasar. La parada ante los invisibles es inevitable. Indiscutiblemente, tienen gancho.

Los invisibles sin toga durante el encuentro con Periódicos Punto Cero.

Mateo López, Francisco Javier Tinoco Ferrera y Francisco José Traves son tres puntaumbrieños de “taitantos años”, (qué más os da) a los que les une el pueblo, las vivencias acumuladas y el sentido del humor. Ah!! Y que no se me olvide!!!, la cerveza, por favor!!!. Se conocen desde siempre, de verse por las calles, de cruzarse disfrazados en los concursos de carnavales y de mirarse de reojo con dudosa admiración… Como para no quererse. Como para no quererlos…

Francisco Tinoco compone desde siempre. Dice Mateo que es “el mejor escritor de cuplés canallas de toda Andalucía”. Francisco refunfuña con ataque de humildad ante la periodista que los escucha con extrema cautela.

Pero ¿de dónde nace esta callejera? El año pasado, Francisco José Traves, o como lo suelen llamar, Francisco Parranco, verdadero artífice de toda esta historia, consigue tentar a Francisco Tinoco con la frase mágica: “no tienes pantalones de hacer una chirigota”. Nada más hubo que decir. Se pusieron manos a la obra y en la obra siguen…

Los tres magistrados del Tribunal Suprimo son hombres casados. Sus sufridoras mujeres se prestan al juego. Todo sea por perderles de vista aunque sea un ratito a la semana. Toda mujer requiere su descanso. Los animan e incluso les compran las cervecitas y las bolsas de patatas; les cortan choricito, y a veces, cuando se portan bien, hasta les preparan queso en taquitos, todo para que disfruten de sus ensayos, en los que siempre preside la mesa el buen humor y la creatividad.

Dicen los de Cádiz que el carnaval de calle es el más culto que hay, es salir a hacer la crítica de todo el año. Este año, los invisibles han ido de jueces del Tribunal Suprimo, y han dado “una miguita de caña” a Chaves, a Griñán, y a Rajoy, (que no es que lo merezcan…) “Salimos a la calle sin ningún tipo de censura periodística. La calle no se rige por ningún tipo de normas. No hay bases…” aclaran con expresión inocente. Ellos viven el Carnaval desde la anarquía, no van a pasacalles ni a actos organizados formalmente, tampoco buscan trofeos. Actúan sin ambición que vaya más allá de arrancar una carcajada en el público. “Si conseguimos que la gente de la calle, durante nuestra actuación olvide sus miserias y sus problemas, ya hemos cumplido una importante misión social. No queremos más”.

Es de imaginar que tras esas letras hay largas horas de preparación y al respecto les preguntamos. “Mira, mientras la comparsa o la chirigota canta, nosotros contamos. No ensayamos con la presión de tener que sincronizar muchas voces ni melodías. Somos sólo tres, por lo que necesitamos bastantes menos ensayos”.

Nuestros queridos magistrados se juntan una vez en semana, generalmente los viernes, en casa de alguno de ellos o en el local de la asociación de vecinos de San Sebastián que altruistamente les cede para sus ensayos. “Queremos aprovechar la ocasión que nos brinda este periódico para agradecer a la Asociación su colaboración altruista con nosotros”. Allí semanalmente se reúnen los tres, con la guitarrita, las cervecitas y las tapitas, y hacen una depuración de todo lo que llevan trabajado de casa. Y de ahí dan salida al esperado cuplé.

Según cuentan los invisibles a Periódicos Punto Cero, este año han podido vivir grandes momentos durante el Carnaval. “Ha sido algo espectacular”. Cuando les preguntamos por alguna anécdota en negativo cuentan divertidos que asistieron a una piñata oficial y que “al llegar, estaban en el minuto 60 con el Madrid recién marcado. Llegamos con todo nuestro arsenal y con todas nuestras ganas, pero rápidamente vimos el estorbo que estábamos siendo por el momento futbolístico que se vivía. Paramos y con las mismas, nos dimos la vuelta y nos fuimos a por las carcajadas a otro lado. Por lo demás, ha sido una permanente buena sensación”. Cuentan que “en Cádiz fue impresionante” y que en Huelva, “en los alrededores del Gran Teatro, una hora antes de la final, vivimos también un momento inolvidable”.

Cuando se les pregunta por lo que más les hace vibrar en sus actuaciones, no dudan en resolver que “cuando ves que haces cantar a la gente y se meten dentro del repertorio, coreando el estribillo, la felicidad te inunda”. Y es que todo se ha preparado para que la gente participe. “Cuando logras implicar a la gente y las escuchas tararear los repertorios a tu son, es algo sensacional. Ese detalle denota que has logrado crear una buena callejera, pues esa participación es exactamente lo que se busca”.

No es el estilo de los invisibles hacer sangre con la crítica. Sus sentencias siempre se mueven lejos de la ofensa y tratan los temas de actualidad huyendo del humor fácil y la chabacanería. Miman sus letras para que ningún colectivo se pueda sentir herido o molesto, pues tienen claro que el Carnaval y el humor no debe complicar la vida a nadie, que su única finalidad es la diversión y abrir un paréntesis donde el sufrimiento quede fuera aunque sea sólo por un rato. Tampoco usan palabras malsonantes. No es su estilo. Y aunque son conscientes de que el humor es algo muy subjetivo, tratan de crear sus críticas con un cuchillo sin afilar para que nadie se pueda cortar.

Afirman que muchas veces se sorprenden con la reacción del público ante sus letras. “Hemos llevado a la calle algunos cuplés pensando que no iban a caer en gracia y sin embargo han logrado arrancar grandes carcajadas, y por contra, otros que hemos sacado con la certeza de que iban a ser una bomba, han llegado a la calle y pasaron sin pena ni gloria. El público es imprevisible. Es como el teatro, hasta que no se abre y se cierra el telón, los actores no tienen ni idea de la impresión del público. Nos admira comprobar cómo incluso un mismo cuplé en un lugar determinado provoca una marea de carcajadas monumental, y diez metros más allá y media hora después, el mismo cuplé deja a la gente impasible… ¿por qué? Pues ni idea”.

Una vez concluido el carnaval 2023, les preguntamos por sus expectativas para el futuro. Sorprendentemente ya tienen doce cuplés escritos para el año que viene. Y es que cuando la creatividad está en modo ON, es imparable. Afirman que “nos pasamos la vida sacándole punta al lápiz. Hay días que estamos sembrados y nos brotan las ideas a borbotones, y otros días que se nos pasan en blanco. Pero estas cosas funcionan así. Son las maneras que tiene la creatividad de jugar con nuestras mentes. Ya no nos sorprende».

Para crear cuplés, dicen que hay que tener conectado «un chip» muy concreto en la cabeza…»Los cuplés de las chirigotas callejeras son muy cortitos, no permiten irse por las ramas, hay que trasladarlos a la calle sin mucho maquillaje. Son cuatro versos, y quince o 20 segundos. Deben ser letras que las entienda la inmensa mayoría de la gente. En fin, todos estos condicionantes son los que marcan la dificultad de su composición«.

Los invisibles presumen de tener un repertorio para Punta Umbría específico para el pueblo; cuplé y repertorio para Huelva, y cuplé y repertorio para Cádiz, porque cada localidad tiene sus particularidades. «Mucho curro… pero ¿y cuántas cervezas hay detrás de cada cuplé?” dicen mirándose entre risotadas….

Decía Confucio y confirma nuestro Tribunal Suprimo que “Si amas lo que haces, nunca será un trabajo”… Para ellos componer no es trabajo, es felicidad. 

Aquí os dejamos una muestra de cuatro cuplés de los magistrados dedicados a nuestra tierra…

 Google

Si tú buscas en Google

Direcciones en Punta Umbría

Hay una aplicación que actualiza el nombre todos los días

Yo busqué está mañana

Una tienda de deportes

Y me puso la dirección tubería rota número doce

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 Vaya con la escalerita

De la torre almenara

El tío que la diseñó se quedo tranquilo con «to» sus castas

Estudio de arquitectura se denota en su trabajo

Pero también se denota y es que de historia estudió un carajo

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Desde que vivo solo

Tengo el piso to tirao

Y cuando yo no estaba entraron en casa y man  robao

San llevao to er dinero

Que tenía bien escondío

Lo bueno es que pa encontrarlo me ha dejao er piso to recogío

Pensé en poner una alarma

Después de que me robaran

Y al ver to  recogío dije pa mi yo no pongo nada

Y le dejao a los ladrones

Escrito en una ventana

A ver si podéis venir a robarme una vez  por semana.

 

Para ellos, los ratos de ensayo y los ratos de actuar son toda una terapia para el estado de ánimo. “Unos cogen la bicicleta y se tiran al campo a sudar, otros cantan flamenco y pasan sus ratos libres tratando de acompasar sus voces con los acordes de una guitarra, otros bailan, y nosotros sacamos punta al lápiz para dibujar sonrisas en la calle”.

Y como tienen buen sacapuntas, no se cortan en justificarse diciendo que “como dicen los psicólogos que toda persona debería disponer de un 30% de su tiempo para sí mismo, pues ese es nuestro 30%.  Y luego está ese disfrute de nuestras mujeres e hijas al perdernos de vista esos ratos. Y anda que no lo agradecen…” (carcajada suprima).

Antes de concluir este encuentro con nuestro periódico pedimos a los magistrados que nos dijeran unas palabritas para sus vecinos de Punta. Este fue el mensaje que os han hecho llegar….

En estos tiempos que corren tan malos, acércate a quien te haga reír. Sean felices, por favor…

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