La IX Legio Hispana de Punta Umbría convierte la tradición religiosa en una oportunidad para divulgar la historia de Roma
Con la resaca de la Semana Santa todavía en el ambiente y los cofrades haciendo balance de emociones, recorridos y anécdotas, nosotros queremos detenernos en una parte curiosa y a la vez profundamente educativa de estas fechas. Una aportación diferente que está comenzando a consolidarse como una tradición más en Punta Umbría. La presencia de soldados romanos en la procesión del Cristo de Pasión desfilando con rigor y sentido histórico.
Hablamos de la IX Legio Hispana, una iniciativa cultural liderada por Carlos Rodríguez Martín, y un grupo de entusiastas de la historia romana, de la que ya hemos hablado anteriormente en Periódicos Punto Cero. Lo que empezó siendo una propuesta llamativa ha terminado convirtiéndose en uno de los elementos más fotografiados, comentados y, sobre todo, con un carácter pedagógico de la Semana Santa puntaumbrieña.

“La gente muestra entusiasmo cuando nos ve acompañando al condenado, pero muchos no conocen apenas nada sobre la historia de Roma más allá de las películas”, explica Carlos Alameda, portavoz del grupo y también miembro activo de la Legión. “Por eso, estas fechas son también una oportunidad para acercarnos a la gente, para que sepan quiénes somos, que estamos aquí, que somos la Legión IX y que somos de Punta Umbría”.

Y es que, más allá del componente estético, la propuesta tiene una intención clara de hacer historia a pie de calle. Con una indumentaria perfectamente documentada, reproducida con precisión y basada en fuentes arqueológicas y textuales, los miembros de la Legión no son figurantes, sino recreadores históricos. Cada pieza del uniforme, cada escudo, cada insignia, responde a un trabajo riguroso de documentación y colaboración con especialistas en historia antigua, arqueólogos y museos.
En esta última Semana Santa, siete integrantes desfilaron con la Hermandad del Cristo de la Pasión, con quienes llevan colaborando al menos desde hace seis años. Lo hicieron representando distintos rangos de la milicia romana; cuatro legionarios, un signifer (portador del estandarte), un centurión primus pilus y un legatus, el más alto cargo militar presente.
“Nuestra participación parte de una colaboración sincera con el pueblo y con la hermandad que primero nos dio la oportunidad”, comenta Carlos. “Los romanos tuvimos que ver con la crucifixión de Cristo, y aunque nosotros representamos a una época posterior, el simbolismo tiene sentido. Acompañamos al condenado porque formamos parte de esa historia, somos romanos de rigor”.
Este rigor histórico les ha valido no solo el respeto del público local, sino también el reconocimiento de la comunidad de recreación histórica. La IX Legio ha estado presente recientemente en eventos de gran nivel, como las Saturnalias de Chester (Reino Unido) y en distintas visitas a Roma repartidas en los últimos años, donde han compartido espacio con otras agrupaciones de reconstrucción histórica del ámbito europeo.
En palabras de Carlos Rodríguez, la Legión no se limita a desfilar, sino que su misión es difundir la historia. “A través de la Semana Santa, abrimos una puerta a la curiosidad. Si conseguimos que un niño o un adulto nos pregunte por qué llevamos esa túnica o qué significaba ese símbolo, ya estamos cumpliendo nuestro objetivo educativo”, explica. Añade además que “Queremos crecer, ojalá más gente de Punta Umbría se una a esta iniciativa, porque actualmente muchos de nuestros miembros vienen de fuera”.
La legión trabaja todo el año, no solo en Semana Santa. Participa en eventos históricos, jornadas de divulgación, visitas a centros educativos y talleres en los que muestran cómo era la vida en un campamento romano, el uso de armas, las jerarquías militares, los valores del legionario y su vida cotidiana.
Sin embargo, es en la Semana Santa donde encuentran un escaparate ideal. “Aunque algunos solo se fijen en la imagen, hay una semilla que queda. Ver a un legionario romano entre nazarenos puede parecer una contradicción, pero es una forma de recordar que la historia religiosa y la pagana se cruzan. Y nosotros aprovechamos esa coyuntura para educar”, afirma Carlos Alameda.
Hasta la fecha, la Legión solo participa en esta única procesión, aunque no descartan colaborar en otras iniciativas si se respeta el carácter divulgativo y serio de su presencia. Para ellos, no se trata de disfrazarse, sino de representar con respeto y fidelidad una parte fundamental de la historia del mundo.
En definitiva, la IX Legio Hispana ha logrado que la Semana Santa en Punta Umbría no solo sea un viaje de fe y devoción, sino también un puente hacia el conocimiento. Han demostrado que la tradición y la historia pueden caminar juntas. Y que incluso entre tambores, cirios y costaleros, hay espacio para que el legado de Roma vuelva a pisar con fuerza las calles del presente.