Un enclave marinero lleno de encanto al que ha llegado con mucha fuerza el turismo. El Rompido es uno de los lugares de la provincia de Huelva que ha experimentado un crecimiento casi vertiginoso dentro de la industria turística. Lo que hace solo algunas décadas eran los vestigios de un pequeño poblado de pescadores, donde la pesquería tuvo grandes momentos, especialmente a principios del siglo XX con la creación de la almadraba de Nueva Umbría, hoy se ha transformado en un atractivo destino, con restaurantes de alta cocina, visitantes internacionales y una interesante proyección para el futuro.
Ahora, a sus muchos atractivos naturales y gastronómicos, se suma un nuevo espacio cultural y turístico que honra su pasado como es el Centro de Interpretación ‘El Faro’. El edificio del antiguo faro de El Rompido, una de sus joyas patrimoniales, ha sido recuperado por el Ayuntamiento de Cartaya con el apoyo de diversas administraciones, como la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (AGAPA), de la Junta de Andalucía, y de la Autoridad Portuaria de Huelva.
Desde hace unos días, el lugar alberga una exposición permanente que narra la historia pesquera del enclave, sus especies naturales y los lugares de interés del entorno. Ofrece además un recorrido temático por las torres almenaras de la provincia de Huelva, la tradición de la almadraba de Nueva Umbría y el valioso patrimonio natural que rodea a El Rompido, como el Paraje Natural de las Marismas del Río Piedras y la Flecha.


La estancia más destacada de la muestra es la sala central donde se muestra la antigua lente del Faro que ha sido devuelta a su lugar de origen, tras más de 50 años desde el cierre del mismo. Esta construcción es un lugar histórico de la costa onubense con mucho significado, ya que se construyó en 1861 bajo el diseño de Ángel Mayo y es el faro más antiguo de la provincia.
Con una estructura troncocónica y una linterna decagonal, esta torre de 13 metros de altura fue durante más de un siglo la guía de los marineros que navegaban en las inmediaciones de la desembocadura del Río Piedras.
Tras dejar de funcionar en 1975, el faro quedó en desuso, y su histórica lente fue trasladada a las Cocheras del Puerto de Huelva. Durante 22 años, vecinos y asociaciones de El Rompido reclamaron la vuelta de este valioso símbolo. Finalmente, gracias a un trabajo conjunto entre el Ayuntamiento de Cartaya, la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (AGAPA), la Junta de Andalucía y la Autoridad Portuaria de Huelva, la emblemática lente ha regresado a su hogar.

Manuel Barroso, alcalde de Cartaya, expresó durante la inauguración que «hoy es un día muy importante para Cartaya y, sobre todo, para El Rompido». El primer edil destacó que este centro es «un espacio vivo que permitirá a los visitantes conocer nuestro rico patrimonio».
Por su parte,la concejala de Turismo del Consistorio cartayero, Patricia Millán, comento que “nuestro objetivo es convertir nuestro viejo faro en un edificio flexible, capaz de albergar una exposición que utiliza a la vez medios tradicionales y nuevas tecnologías, y todo ello, en un enclave privilegiado, con vistas al pueblo y al Paraje Natural”.

Edificios emblemáticos ligados a su tradición marinera
El Rompido es único en la provincia por contar con dos faros en su paisaje. Al histórico faro de 1861 del recuperado edificio, se le suma el nuevo faro activo desde 1976. Con una altura de 31 metros y un alcance luminoso de 24 millas náuticas, este segundo faro asumió el papel de guía marítima tras la modernización de la navegación en la costa onubense.
Desde ambos faros, la vista es impresionante con un tapiz de marismas, arena y agua que se entrelazan formando uno de los paisajes naturales más valiosos de Andalucía.

En la misma línea, la tradición marinera de El Rompido no puede entenderse sin hablar del Real de la Almadraba de Nueva Umbría, declarado Bien de Interés Cultural. Este conjunto de edificios industriales, situado en la Flecha del Rompido dentro del municipio de Lepe, fue construido en 1928 para explotar las artes de pesca de atunes mediante la técnica de la almadraba, una práctica que data del siglo XIII.

Durante las décadas de 1930 a 1960, más de 900 personas llegaron a habitar el Real durante la temporada de pesca, en un hervidero de vida y trabajo que marcó una época dorada para el litoral onubense. La historia del Real de Nueva Umbría sigue hoy muy presente en la memoria colectiva y diversas iniciativas buscan su recuperación como centro de interpretación del patrimonio marinero.
El Centro de Interpretación ‘El Faro’ de El Rompido recoge parte de esta memoria, enseñando a los visitantes cómo el trabajo de las almadrabas formó parte esencial de la identidad del lugar.
Tradición y proyección turística
El Rompido, con su mezcla de tradición pesquera, naturaleza paisajística y moderna infraestructura turística, ha sabido evolucionar y lucha por mantener su esencia, una misión que encarnada con especial interés por quienes residen en este lugar todo el año. A través de proyectos como la recuperación del faro, la localidad refuerza su apuesta por un turismo cultural y sostenible que pone en valor sus raíces marineras.
Pasear por sus calles, degustar su gastronomía o contemplar la puesta de sol desde su paseo marítimo es mucho más que una experiencia vacacional, es entrar en contacto con la esencia de un pueblo marinero en Huelva, con un pasado quiere seguir presente.

Tardear en los rincones de El Rompido y participar de su oferta hostelera, es en estas fechas un plan más que aconsejable. Ahora, con el faro brillando de nuevo, El Rompido ilumina aún más fuerte en el mapa turístico de Huelva.