Por: José Luis Galloso
La Romería de la Santa Cruz de Punta Umbría de 2025 ha sido, en palabras de su presidente, Alejandro Riera Martín, “una romería muy especial”. No solo por la notable afluencia de público y el ambiente vivido en el recinto de La Norieta, sino también por el significado personal que ha tenido esta edición, la última bajo su mandato tras cinco intensos años al frente de la Hermandad.

“Esta romería ha demostrado que la devoción de los puntumbrieños por la Santa Cruz sigue creciendo”, explica Riera con emoción. El Viernes de Romería volvió a ser el día más señalado para muchos, especialmente para el propio presidente. La jornada estuvo marcada por la alta participación de romeros y carros en el camino desde el pueblo hasta el recinto romero, en un ambiente festivo, lleno de cánticos al Santo Madero y fe compartida.
Uno de los momentos más emocionantes del viernes fue la subida de la Santa Cruz a hombros de los costaleros por la calle Cristóbal Martín Betancort, un acto que volvió a desatar la devoción en La Norieta. A las puertas de la ermita se vivió otra escena memorable: la inauguración de dos nuevos azulejos con las imágenes de la Santa Cruz y del Simpecado de la Hermandad, un proyecto iniciado en 2009 cuyos bocetos por fin se han materializado este año.
“Ha sido impresionante ver la cantidad de casetas y familias que han pasado el fin de semana en el recinto”, destaca Riera. Según sus estimaciones, la afluencia de público se ha doblado respecto al año anterior, consolidando esta temporada como una de las más concurridas de los últimos tiempos.
Sin embargo, no todo fue alegría. El sábado de romería quedó marcado por el fallecimiento inesperado de una vecina de Punta Umbría en el recinto romero. Como muestra de respeto, tanto la Hermandad como el Ayuntamiento decidieron suspender los actos previstos, entre ellos el rosario y la actuación musical. “Fue un momento muy duro para todos”, reconoce el presidente. La Hermandad ha querido aprovechar para expresar su más sentido pésame a la familia.
El domingo recuperó el pulso festivo y devocional de la romería con una jornada cargada de actos y emociones. Destacó especialmente la recepción de hermandades vecinas, como la de la Virgen de los Remedios de Aljaraque y la de San Isidro Labrador de Cartaya, además de las hermandades de Gloria y Pasión de la propia Punta Umbría. La misa romera, cantada por el grupo ‘Al Son del Mar’ bajo la dirección de Rosa Reyes de la Rosa, fue, en palabras de Riera, “una misa espectacular”.
Una de las grandes novedades de esta edición fue la procesión de la Santa Cruz en un nuevo paso a parihuelas, en lugar del habitual templete. “Ha sido una decisión bien acogida por los romeros, porque transmite una sensación mayor de cercanía y humildad, más acorde con una procesión en el campo”, explicó.
Como es tradición, antes de la procesión tuvo lugar la subasta de flores, cuadros y regalos, culminando con la puja por la vara del Hermano Mayor para 2026, que recayó en la Peña Los Burros. Fue un momento de agradecimiento a la familia Campo, Hermanos Mayores en 2025 y cuyo papel ha sido valorado enormemente por el presidente. “Han hecho una labor magnífica, de sobresaliente”, elogió Riera.


Para Alejandro Riera, esta romería ha sido también un cierre emocional. “Me derrumbé en la misa del domingo. Era mi última romería como presidente, y el que me conoce sabe lo que la Hermandad significa para mí”. Tras cinco años de intenso trabajo, siente que la Junta ha cumplido con creces. “Nos vamos con la sensación de haber hecho crecer la romería, especialmente en lo que respecta a la participación real de los romeros en el pinar”.

Riera no quiso dejar de recordar al desaparecido Antonio Sánchez, a quien considera un pilar en estos años de mandato. “Este mandato también es un homenaje a él”, subrayó. Entre los logros más destacados de su presidencia, mencionó la celebración del 75 aniversario de la Hermandad, con dos salidas extraordinarias: una en mayo, con la imposición de la Medalla de Oro de la Ciudad, y otra en septiembre, recorriendo los orígenes históricos de la Hermandad.
Por último, dedicó palabras de agradecimiento a su Junta de Gobierno, a las camaristas, a los vecinos, al Ayuntamiento local, “tanto con Aurora Águedo como con José Carlos Hernández Cansino al frente”, y a los distintos Hermanos Mayores que han colaborado con la Hermandad en estos años.
Con emoción contenida y la satisfacción del deber cumplido, Alejandro Riera cerró la procesión el lunes, envuelto en emociones contenidas y palabras de agradecimiento. “Ahora es momento de dejar paso a otras personas. Pero lo importante es que la romería crece, y con ella, el corazón de Punta Umbría”.