Poner en marcha un club deportivo es un reto apasionante, pero también lleno de obstáculos. ¿Cuáles son las principales dificultades que pueden surgir en el camino? ¿Qué valores deben guiar a una institución de este tipo desde sus inicios? En Aljaraque, el caso del CD Lamiya nos ofrece una respuesta inspiradora a estas preguntas.
Empezar desde cero con un proyecto tan ambicioso como la creación de un club deportivo genera inevitablemente una cascada de dudas: “¿Funcionará mi idea?”, “¿Y si no sale bien, qué hago entonces?” Estas preguntas rondaban la mente de Evaristo Martín, impulsor del CD Lamiya, un club deportivo con sede en Aljaraque. Aun así, decidió dar el paso y rodearse de profesionales comprometidos para convertir su sueño en realidad. Tras meses de esfuerzo colectivo —construcción, planificación, entrenamientos y coordinación— el 30 de noviembre de 2023 vio la luz el resultado: un club nacido de la constancia, la ilusión y el trabajo de muchas personas que hoy forman parte del alma del CD Lamiya.
El propio Evaristo Martín lo resume con emoción: “Hemos cumplido la ilusión de crear un proyecto familiar, un club social donde toda la familia pueda disfrutar de este espacio”. Una visión que también comparte el presidente de la Diputación de Huelva, David Toscano, quien destacó durante la inauguración que el CD Lamiya es “más que un espacio deportivo, un club para disfrutar en familia, llamado a convertirse en un referente deportivo a nivel nacional”.
Aunque Evaristo insiste en que este es un proyecto familiar, basta con detenerse en el nombre del club para entender hasta qué punto lo es. Lamiya es un homenaje a su madre, Emilia, fallecida hace años. Cuando era niño, solía buscarla por la casa preguntando: “¿Miya, dónde estás?”. Aquella tierna expresión de la infancia se transformó con los años en el nombre perfecto para dar identidad a su gran sueño. También quiso subrayar el papel fundamental de su padre en todo este camino: “Mi padre trabajaba con mucha humildad en un pueblo minero”, recuerda. Desde los siete años ya ayudaba en casa poniendo cafés, y confiesa que, cada vez que lo hace hoy, no puede evitar viajar mentalmente a aquellos días en los que empezó a aprender lo que significa el esfuerzo.
Pero el camino hasta hacer realidad el CD Lamiya no fue en absoluto sencillo. A lo largo de todo el proceso, tanto el propietario como los numerosos profesionales implicados tuvieron que enfrentarse a múltiples desafíos. Un proyecto de esta envergadura exige meses de trabajo intenso, coordinación y capacidad para superar obstáculos. Juan Antonio Díaz Alonso, director de Jucadi S.L., una de las empresas colaboradoras, lo resume así: “Este ha sido el proyecto más grande en el que he participado nunca. Ha sido muy complicado y, al mismo tiempo, muy gratificante formar parte de algo así”.
Desde el primer día, el espíritu familiar del proyecto impregnó cada rincón del CD Lamiya. Así lo asegura Juan Antonio Díaz Alonso, quien destaca la unión y compromiso de todos los trabajadores: “Éramos como una familia, todos remábamos en la misma dirección para que el club viera la luz y se convirtiera en un referente del deporte onubense”. Y así ha sido. El CD Lamiya acoge actualmente múltiples disciplinas como boxeo, pádel o natación, y sus modernas instalaciones han sido ya escenario de eventos de primer nivel. Entre ellos, partidos del Sporting de Huelva, equipo de la Liga F —la primera división del fútbol femenino— y entrenamientos del Real Club Recreativo de Huelva, el Decano del fútbol español. Para el club, esta colaboración representa un hito: “Es un orgullo para nuestro club comenzar nuestra andadura ligados al Decano del fútbol español. Nuestra intención no es otra que crecer de la mano del Recre”, afirma su director general, Alberto Rodríguez.
El Recreativo no ha sido la única gran institución onubense que ha apostado por el CD Lamiya. El Sporting de Huelva, equipo que milita en la Liga F, también ha confiado en estas instalaciones, utilizándolas tanto para entrenamientos como para disputar partidos oficiales. Desde el club agradecieron al CD Lamiya su hospitalidad, que convirtió este espacio en la casa provisional de las espartanas durante el arranque liguero. La colaboración resultó beneficiosa para ambas partes: el Sporting encontró un entorno óptimo mientras se finalizaban las obras en su campo habitual, y Lamiya fortaleció su posición como centro deportivo de referencia gracias al respaldo de una entidad de tal prestigio.
Estos acuerdos con entidades deportivas de primer nivel reflejan una de las grandes aspiraciones del CD Lamiya: expandir la marca Huelva, tal como expresaron sus propios directivos. Y no hay mejor forma de hacerlo que de la mano de los dos clubes más representativos de la provincia. Pensando en el futuro, el CD Lamiya también ha puesto en marcha iniciativas dirigidas a los más pequeños, como los campus deportivos, donde los niños y niñas dan sus primeras patadas al balón en un entorno de formación y valores. En estos eventos, numerosos profesionales se implican, ya sea con charlas impartidas por nutricionistas y fisioterapeutas, o con visitas especiales como la del jugador del Villarreal CF, Dani Parejo. Todo ello se enmarca dentro del “Proyecto MIYOTES”, una propuesta que promueve valores como el aprendizaje, el esfuerzo y la vida saludable. “Queríamos darle importancia a lo formativo”, afirman desde el club, convencidos de que educar es tan importante como competir.
Finalmente, el sueño se hizo realidad el 30 de noviembre de 2023. Desde entonces, el CD Lamiya se ha consolidado como uno de los grandes referentes deportivos de la provincia de Huelva. Sacar adelante una idea de tal envergadura no es tarea fácil, pero Evaristo Martín no solo logró ponerla en marcha, sino algo aún más complejo: mantenerla viva, en crecimiento y con un firme propósito.
La historia del CD Lamiya es, sin duda, un testimonio inspirador de esfuerzo, visión y corazón.
