“El yoga pretende que conectemos con ese susurro interior que nos lleva a la calma”, Inés Limón

Hoy, 21 de junio, se celebra el Día Internacional del Yoga, una jornada que invita a reflexionar sobre el impacto positivo de esta práctica milenaria en la salud física, mental y emocional. Para conocer mejor en qué consiste, a quién va dirigida y cómo puede transformar nuestra vida, hemos conversado con Inés Limón, profesora de yoga en Valverde del Camino.

A través de su experiencia personal y profesional, Inés nos ilustra sobre los fundamentos del yoga, sus múltiples beneficios y la manera en que cualquiera, sin importar su edad o condición, puede iniciarse en este camino de autoconocimiento, equilibrio y bienestar.

¿Cuánto tiempo llevas practicando yoga y cómo lo descubriste?

Mi práctica de yoga empezó con mi primera inhalación al nacer. Luego fui descubriendo el movimiento y, hace algo más de 10 años, descubrí que esas posturas que siempre había realizado desde pequeña y esas respiraciones conscientes también se conocían con el nombre de yoga. A su filosofía llegué gratamente en 2016, con una necesidad imperiosa de frenar, de parar y sentirme bien con ello. Yo, que siempre había practicado bastante deporte, notaba mi cuerpo demasiado rígido y mi mente demasiado rápida, y pensaba que la práctica de yoga consistía en ‘dejar la mente en blanco’ y flexibilizar el cuerpo. Así que comencé a acudir a alguna clase esporádica, y desde 2019 lo practico diariamente. A veces, con 10 minutos es suficiente, y otros días se convierten en largas jornadas de 7 y 8 horas de práctica.

Un susurro que llega desde el interior y te lleva a la paz.

¿Qué te llevó a practicar yoga?

Me encantaría decirte que llegué al yoga sana y con muchas ganas de descubrir su filosofía práctica, que es justo desde donde la estudio ahora. Sin embargo, llegué a esta disciplina después de varias crisis de estrés en el trabajo y una muy mala gestión de la ansiedad, lo que me llevó a enfermar en varias ocasiones y encontrar en el yoga un antídoto y una activación de mi médica interior.

¿Ha transformado tu vida?

Digamos que traigo de cuna el disfrute por practicar la observación de mi respiración y la fascinación del movimiento corporal. Desde pequeña siempre sentí que mi cuerpo hablaba y que necesitaba su propia expresión más allá de lo que las palabras alcanzaban. Sin embargo, incorporar el estudio de los textos filosóficos ha transformado mi forma de habitar el cuerpo, de relacionarme con el tiempo, con el dolor y el placer, con los demás y conmigo misma. El estudio de esta disciplina milenaria me ha revelado que cada instante es una invitación a abrazar el cambio en una misma, y que en esa apertura constante se produce una transformación vital auténtica y profunda.

¿Cuál es tu formación y estilo principal dentro del yoga?

Mi práctica está en constante evolución y me encanta el estudio de todos sus estilos. En un inicio me formé como profesora de Vinyasa Yoga. Este estilo dinámico permite sincronizar la respiración al movimiento de una manera intuitiva y precisa respecto a la biomecánica del cuerpo. También he profundizado en yoga terapéutico a través del uso de la silla, yoga nidra y meditación, así como en yoga para niños y niñas con necesidades educativas especiales. Mi estilo como profesora es integrador, tratando siempre que todo el cuerpo respire de una manera cómoda y profunda. A la hora de compartir la práctica, es indispensable conectar con el alumnado que tienes de frente; es por ello que el estudio continuo me permite ajustarme a los requerimientos del alumnado que acude a mis sesiones.

Inés Limón durante un taller de yoga.

¿Qué representa el yoga, más allá del ejercicio físico?

Si bien su origen se remonta hace miles de años, para mí el yoga es la medicina del siglo XXI. Es una herramienta de medicina preventiva para la salud física, pero fundamentalmente para la salud mental. Nuestra mente habita en todo el cuerpo, y cuando ponemos a nuestro cuerpo al servicio de las asanas o posturas, nuestra mente se conecta con el presente, que es justo el espacio-tiempo donde sucede la magia de la salud.

La forma en que nos posicionamos y llevamos nuestro cuerpo no solo tiene un impacto físico. La postura corporal influye en el estado de ánimo de manera significativa. Una postura erguida y abierta puede aumentar la confianza, disminuir el estrés, mejorar el estado de ánimo, potenciar la calidad del sueño y aumentar la claridad mental, lo que te ayudará a una buena toma de decisiones.

¿Crees que el yoga puede transformar la vida de una persona?

No lo creo, lo veo en las cientos de personas a las que les imparto clase. En tan solo una sesión he visto cómo personas que entraban con la mirada perdida salían sonriendo con sus ojos. Cualquier disciplina física puede activarte y permitirte desconectar de tu rutina. Sin embargo, con el yoga no se pretende desconectar, sino más bien que nos conectemos con aquel susurro amoroso y amable que yace en nuestro interior, que nos recuerda que es en el caos y en el frenetismo donde podemos apreciar el poder de la sabiduría de nuestro cuerpo.

¿Por qué y a quién recomendarías practicarlo?

De manera genérica, recomendaría a todo el mundo la práctica del yoga. Es una disciplina muy versátil que puede ajustarse a las necesidades, preferencias y capacidades de cada persona. Gracias a la variedad de estilos existentes, es posible practicarlo a cualquier edad y en diversas condiciones de salud, ya que se trata de una actividad de bajo impacto, y también de impacto para quienes requieren una mayor exigencia física.

Especialmente recomendaría su práctica a aquellas personas con elevados índices de ansiedad diaria, a quienes no tienen nada de flexibilidad en el cuerpo y a toda persona que quiera salir del sedentarismo. La práctica de yoga te disciplina para afrontar otras actividades físicas y mentales más exigentes.

Inés impartiendo clases de yoga con un buen número de alumnos.

¿Practicar esta disciplina está al alcance práctico de cualquier persona?

El yoga nos ofrece múltiples beneficios físicos, mentales y emocionales. Su variedad en estilos hace que el yoga se convierta en una herramienta accesible para todos los públicos. Desde que imparto clases grupales e individuales, he tenido la oportunidad de conocer a personas muy variadas, por ejemplo deportistas, personas con cirugías en todas las articulaciones, incluida la columna vertebral, niñas y niños con una energía infinita o personas con más de 85 años sin patologías, entre otras. Con ello, quiero decir que el yoga es una disciplina completa con la que podemos potenciar nuestra salud y muchas cosas más.

¿Es una técnica difícil de aprender? ¿Cuáles son los primeros pasos que recomendarías dar a alguien que desee iniciarse?

El primer paso para iniciarse en yoga es liberarse de los prejuicios. Es decir, no necesitas hacerlo perfecto, ni parecerte a nadie. Busca a una persona, profesor o profesora, con quien te sientas a gusto, resuene su discurso con la calidad de tus pensamientos y empieza con clases suaves, escuchando a tu cuerpo. Y sobre todo, ten paciencia y cariño contigo.

En yoga colocamos al cuerpo como protagonista y permitimos que se exprese. Para eso es indispensable realizar los movimientos lentos y sincronizados con una respiración consciente y larga, para permitir una mayor escucha del habla del cuerpo.

Es una técnica muy sencilla para comenzar y fascinante para progresar más allá de lo que tu imaginación pueda alcanzar. Al alumnado que viene por primera vez a mis clases siempre le indico que han llegado al estudio para respirar. Que las posturas y movimientos que realizamos son asientos en los que el cuerpo descansa para tomar conciencia de la respiración.

Durante los 60 a 90 minutos que dura aproximadamente una clase, nos enfocamos todo el tiempo en conectar con los distintos ritmos de la inhalación y exhalación. Fíjate qué sencillo es. De hecho, ahora mismo podemos iniciarnos en el yoga. Te propongo una práctica sencilla y corta: Inhala profundo en 1, 2, 3 y 4… exhala en 4, 3, 2 y 1. Otra más, inhala… exhala. Estoy convencida de que te ha resultado fácil realizar este ejercicio, pues aquí se encuentra la base de toda práctica de yoga.

¿Dónde impartes clase de yoga?

Hace dos años fundé Libera Estudio Yoga en Valverde del Camino, un espacio de transformación integral, donde la actividad física, la gestión emocional y el saber energético convergen en una práctica de yoga de nueva generación. Nos esforzamos por guiar al alumnado en un viaje hacia el equilibrio, la conexión interna y el bienestar en todas sus dimensiones, mediante prácticas científicamente demostradas.

También imparto clases online que pueden reservarse a través de la web www.liberaestudio.com, colaboro con proyectos educativos y corporativos, y participo en congresos médicos a nivel nacional e internacional. Mi misión es que el yoga sea accesible y profesional para todas las personas que quieran conocer y estudiar su práctica.

El yoga es un camino hacia la libertad, una forma de explorar tu mundo emocional y comprender los movimientos y ritmos que nos atraviesan en el día a día. Al encontrar tu propia calma, puedes inspirar la serenidad en quienes te rodean y, así, contribuir a la paz colectiva.

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