Rosario Feria Navarro es usuaria del CPA de Aljaraque y asegura que, gracias a la actividad y a la convivencia, su vida ha vuelto a empezar

Rosario Feria desea a sus iguales que no se queden en casa mirando al pasado, que se integren en el Centro de Participación Activa de Aljaraque donde ella ha encontrado nuevas ilusiones y gente maravillosa con la que compartir momentos y razones para seguir viviendo feliz.

Carmen impartiendo el taller de psicología grupal. Rosario, junto a la monitora en la fotografía, admite que, gracias a estos talleres, creces como persona y logras llenar tu vida de nuevas ilusiones y motivaciones que te hacen sentir mucho mejor.
Rosario, nuestra vecina de 67 años de edad a la que TODO se le nota en la cara, lo bueno, lo malo y lo regular, es usuaria del Centro de Participación Activa de nuestro pueblo.
Ella se crió en Punta Umbría, pero a los 16 años se casó con “El Pichita” (José Díaz Rodríguez), aljaraqueño, y se vino a vivir a nuestro pueblo donde tuvo a sus tres hijos, Chari, José Ignacio y Gema, unos hijos que la hicieron abuela hace muchos, muchos años.
La vida de Rosario ha seguido el patrón de la de muchas mujeres de su generación. Con 13 años dejó de estudiar y comenzó a trabajar hasta que se casó y se dedicó a su casa, a su marido y a sus hijos. Eso sí, desde pequeña ha tenido “un carácter rebelde” como ella misma reconoce, y “eso de someterse al marido o a los padres, así porque sí, lo llevaba regular”. Ese carácter acompañado por la expresividad de su cara, le ha traído siempre alguna que otra bronquilla, ya que, por aquel entonces, lo que se esperaba de ella era lo habitual de la época, sumisión y buena cara.
Recuerda en concreto una diferencia con su esposo cuando su pequeña cumplió 5 años. Rosario quería hacer más cosas en la vida, superarse, y decidió presentarse a una convocatoria que sacó el Ayuntamiento con Ángel Segador de alcalde. Tras los rifirrafes correspondientes, Rosario se salió con la suya y empezó de limpiadora donde se mantuvo seis o siete años, hasta que las hernias discales de su espalda se cuadraron y no le permitieron seguir trabajando. Para ella, trabajar en el Ayuntamiento fue toda una experiencia porque le permitía tener contacto con muchas realidades diferentes y salir de una vida que, aunque la define como satisfactoria, no dejaba de ser insuficiente para una persona con deseos de crecimiento personal.
Hará unos cinco años, nuestra protagonista pasó una etapa tremendamente difícil que la arrastró a una depresión. Perdió la ilusión, la alegría, la perspectiva… No quería salir de su casa y el llanto protagonizaba su día a día. En poco tiempo, su marido, su hermano Enrique y su hermana Carmen, murieron… “La muerte de mi hermana fue la puntilla. Mi relación con ella era de uña y carne. Fue demasiado para mí en muy poco tiempo. Entré en depresión” relata con los ojos vidriosos.
Un buen día, gracias a las redes sociales, descubrió la existencia de una asociación en Huelva, Anumayores, y decidió acudir. “Total ¿qué tengo que perder?” pensó y acertó…
Hace 4 años mantiene contacto estrecho con la asociación a la que ha estado acudiendo 3 o 4 días por semana para hacer diferentes actividades. Tanto le llenaba la experiencia “que puse en contacto a su presidenta, Isabel Rodríguez, con nuestra concejala de Servicios Sociales, Gema Hinestrosa. Creo que el contacto ha sido bueno para ambas partes” comenta orgullosa.
Rosario Feria desea a sus iguales que no se queden en casa mirando al pasado, que se integren en el Centro de Participación Activa de Aljaraque donde ella ha encontrado nuevas ilusiones y gente maravillosa con la que compartir momentos y razones para seguir viviendo feliz.
Yo a día de hoy llevo una vida muy plena. Presumo de haber sido pregonera de la Virgen de los Remedios en 2004. Adoro la romería de mi pueblo, y no me la pierdo”. Rosario ha aprendido que “hay que disfrutar de todas las oportunidades que la vida nos ofrezca con la gente que nos rodea, las debemos aprovechar siempre, porque nunca sabemos cual va a ser el último día”.
Nuestra protagonista acude a todas las actividades que se programan desde el Centro de Participación Activa de Aljaraque, además de estar inscrita en los tres talleres que se imparten en el Casino. “Así que vengo tres días en semana a los talleres donde lo paso de maravilla. Me encantan los tres profesores, Carmen, Bea y Antonio. Gracias a esos ratos, llego a casa renovada, alegre, y con el deseo de no dejar de hacer cosas nuevas”.
Así, cada vez que surge una iniciativa del CPA, ella no lo duda : “yo corro a apuntarme” .
Comenta agraciada que ya ha ido a dos excursiones y “sinceramente, además de pasarlo en grande, te vuelves con una sensación muy bonita por haber descubierto sitios nuevos donde la vida nunca antes te había llevado. Así que quiero decirle a los mayores que no pierdan la esperanza, que busquen la felicidad, que no se dejen arrastrar por la pereza de quedarse en casa. Hay que aprovechar la ocasión que nos ha proporcionado el Ayuntamiento para promover nuestra actividad y nuestra felicidad”.
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