Los regantes moguereños buscan soluciones ante la escasez de agua
Los agricultores atraviesan una difícil etapa debido a la carencia de agua, fruto de la sequía y de la falta de infraestructuras hídricas. Problema éste al que trata de hacer frente la Comunidad de Regantes El Fresno tanto con la reivindicación de soluciones e infraestrucuras como buscando una mayor eficiencia en el riego
Uno de los pilares fundamentales de nuestra economía, el sector agrícola, batalla día a día por esquivar los numerosos obstáculos con los que se encuentra. Y no son pocos. El principal, la carencia de agua. En una época de sequía y ante la falta de obras hídricas, gran parte de ellas aprobadas en los Planes Hidrológicos, pero aún sin comenzar a ejecutarse, los agricultores han de mantener sus cultivos cumpliendo con una restricción de agua del 50%. A esto se le une la competencia desleal de productores ajenos a la UE, sujetos a normativa a cumplimentar bastante más laxa y con costes de producción inferiores a los productores europeos. La inflación y la subida del precio de productos, materias primas, etc., es otro de los frentes, conformando una suma de elementos que está poniendo las cosas muy difíciles.
Para analizar uno de estos factores, el del grave problema de la escasez de agua, contactamos con la Comunidad de Regantes El Fresno, que tiene más de 30 años de trayectoria. Su germen fue la sequía prolongada que vivimos en Andalucía en la década de los años 90, cuando los agricultores se organizaron para conformar una comunidad de regantes porque estaban perdiendo cultivos. “Un pequeño grupo de agricultores entendió la importancia de agruparse para luchar por la disponibilidad de agua”, recuerda el presidente de la comunidad, José Manuel Garrido, que añade que “apostaron sin tener garantías y, en el futuro, hemos ganado todos. Ahora tenemos una comunidad de regantes moderna, en la vanguardia, que permite el crecimiento económico y social de Moguer, Lucena del Puerto y Bonares, gracias también a su hermana, la Comunidad de Regantes El Fresno Guadalquivir”. La situación, según explica Garrido, “se está repitiendo ahora con la sequía actual, aunque con la diferencia de que estamos mejor preparados. Algo hemos aprendido”.
Mucho ha cambiado la comunidad desde entonces. Poco a poco se fueron sumando hectáreas de regadío del entorno a la comunidad y se ejecutaron obras imprescindibles para llegar a ser lo que El Fresno es hoy. “Pasamos de tener, en un inicio, 11 kilómetros de tuberías y dos balsas, una en Valdemaría y otra en Montemayor, sin disponibilidad de agua, a ejecutar obras esenciales como el proyecto de Impulsión del Fresno o la modernización de los regadíos del Guadalquivir, entre otras”, apunta Garrido.
El primer gran girose dio el 12 de noviembre de 2007, cuando se ponía la primera piedra de las obras de ‘Impulsión del Fresno’. Con un presupuesto de 36 millones de euros, El Fresno tenía por delante el proyecto de regadíos “más ambicioso y moderno de los que se han realizado hasta el momento en la provincia de Huelva. Involucraba a más de 3.800 hectáreas de cultivos de Moguer, Lucena del Puerto y Bonares y supuso multiplicar por diez la capacidad de entrada de agua en las balsas de Montemayor, es decir, transportar 3.500 litros de agua por segundo en 25 kilómetros de red de tuberías”, detalla el presidente de la comunidad de regantes.
De esta manera, la balsa de Hidroguadiana, una nueva red hidráulica compuesta por dos tuberías de 1’5 metros de diámetro, una sala de rebombeo y la balsa de agua de Lucena “se convirtieron en nuevos activos de esta comunidad de regantes al servicio del agricultor, que conseguía seguir sustituyendo agua subterránea por agua superficial. Nuestro objetivo siempre ha sido ser cada vez más sostenibles y que el agua proveniente de las concesiones sea la principal. De este modo, logramos crear una comunidad de regantes que actualmente da servicio a Moguer, Bonares y Lucena del Puerto, en el Distrito Hidrológico Tinto, Odiel y Piedras y con un trasvase hacia el Guadalquivir”, sentencia José Manuel Garrido.
Así, actualmente El Fresno dispone de seis balsas de riego que suman un volumen de agua muy cercano a los 800.000 m³ de agua embalsada y más de 150 kilómetros de tuberías. “Haber llegado a la situación de sequía actual siendo una comunidad de regantes saneada, que gestiona de forma eficiente el agua que suministra a sus comuneros, con concesiones de agua de la Junta de Andalucía y Gobierno central, nos permite sufrir un poco menos”, argumenta el presidente de los regantes moguereños. Pero aun así, “nuestros comuneros, como todos los de la provincia, están sufriendo las restricciones de agua por encontrarnos en situación de sequía extrema y habiendo reducido el agua un 50 %, tal y como ordena el Plan de Sequía del Tinto, Odiel y Piedras”, lo que ha obligado a modificar el mapa de cultivos en la zona, “entendemos que nuestros comuneros han abogado por plantar menos para contar con agua durante toda la campaña”.
“Estar ubicados en el entorno del Parque de Doñana hace que seamos especialmente cuidadosos con el agua. Por eso, además de trabajar en el cierre de pozos, formamos a nuestros comuneros en técnicas de ahorro de agua y eficiencia hídrica, ya que somos conscientes de que es un bien escaso y muy valioso”, ilustra José Manuel Garrido.
SOLUCIONES
El presidente de la Comunidad de Regantes aclaraba que “aunque hemos tenido un final de invierno con más precipitaciones que en los meses anteriores, y eso habrá hecho que los agricultores pudieran contar con reservas propias de agua y regar menos porque la planta retiene humedad, etc., es verdad que la situación complicada empieza ahora, en primavera, porque las temperaturas suben”. Además, se da la circunstancia de que “el cultivo de frutos rojos, el principal en la zona, ha dejado de ser estacional, terminando en mayo-junio. Ahora regamos todo el año”. Por ello, y para aliviar la sequía, desde la Comunidad de Regantes El Fresno y El Fresno Guadalquivir se lleva tiempo solicitando el uso de pozos de emergencia, algo permitido en situaciones de sequía como la actual.
Además, los regantes de Moguer hacen hincapié en el cumplimiento de los Planes Hidrológicos y la Ley del Trasvase de los 19’99 hm³, ya que “si se cumplieran no estaríamos en la situación de sequía extrema en la cual estamos. Por ello, necesitamos que se ejecuten nuevos embalses y presas en el sistema. Así tendríamos mayor disponibilidad y seguridad de agua y no sólo para el regadío, sino también para el consumo humano”. Hablamos de infraestructuras como la presa de Alcolea, la presa de Coronada, la presa de Pedro Arco, los bombeos de Bocachanza I y II, el canal de Trigueros, el desdoble del túnel de San Silvestre o las obras para completar el trasvase al Condado.
Para demandar estas infraestructuras, El Fresno fue una de las comunidades de regantes que estuvo presente el pasado 1 de febrero en la manifestación sectorial de Sevilla: “Más de 15.000 personas nos dimos cita bajo el lema ‘Agua para todos. Alimentos para el mundo’, una cita en la que solicitamos infraestructuras hídricas para Huelva y la activación de los pozos de emergencia para que la provincia siga teniendo futuro y el campo sobreviva”, recuerda Garrido.
Otra solución a la sequía actual pasa, según el presidente de El Fresno, por “la modificación del convenio de Albufeira con Portugal para disponer de más agua de riego”. La cesión de aguas requiere que los gobiernos español y portugués lo plasmen en el convenio de Albufeira, destinado a la administración y uso hídrico de las cinco cuencas hidrográficas que comparten ambos países. Y es que “se firmó en 1998 y no se ha revisado. Las situaciones cambian y ahora estamos en un momento de necesidad”.
Cabe destacar que este convenio contempla la posibilidad del aporte de agua desde el embalse de Alqueva, en la región del Alentejo de Portugal, en situaciones de sequía extrema como la actual: “En la última semana de febrero, Alqueva ha desembalsado 45 hm³ de agua en un simulacro de crecida de la presa e inundación de los municipios colindantes. Es una casualidad, pero da que pensar, pues 45 hm³ es lo que consumen en un año los habitantes de la provincia de Huelva (hablando sólo de consumo humano)”, anota José Manuel Garrido. Además, según informa la Empresa de Desenvolvimento e Infraestructuras do Alqueva (EDIA), que gestiona el embalse de Alqueva, dicha presa “se encontraba al límite de su capacidad en el momento del desembalse”.
Centrándonos en cuestiones que dependen de la comunidad de regantes, gestionar una situación de sequía como la actual les ha hecho ser aún más eficientes. “Tanto en El Fresno como en El Fresno Guadalquivir disponemos de telecontrol en el 100 % de las hectáreas”, resalta Garrido. Y es que el uso del agua se monitoriza mediante telecontrol digital, gracias a un sistema que permite que, desde la sede de la comunidad de regantes, se pueda realizar en cualquier momento la apertura o cierre de válvulas, la detección de averías o llevar un control más exhaustivo y en tiempo real del caudal de agua que utiliza cada comunero, entre otros aspectos.
Además, desde El Fresno se plantean “la realización de nuevos embalses para aumentar la capacidad de agua embalsada y disponible”, indica José Manuel Garrido, que da un dato contundente: “Si no pudiéramos seguir recargándonos del sistema, tan sólo contamos con agua embalsada para tres días”.
“La situación de sequía actual es complicada para todos, claro que sí, pero lo ideal es aportar soluciones y trabajar para conseguirlas, no pintar escenarios oscuros como el fin de la agricultura”, concluye el presidente de la Comunidad de Regantes El Fresno, quien lamentando la dificultad que el sector atraviesa, prefiere no caer en catastrofismos y seguir trabajando y reivindicando infraestructuras y medidas para que el agua llegue a nuestros cultivos .
Álvaro Burgos, delegado territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural:
“Los agricultores de Huelva, igual que los del resto de España, están sufriendo unas políticas agrarias de la UE, y unas políticas a nivel nacional, que están provocando que éstos se encuentren en una difícil situación, tanto desde el punto de vista de la baja rentabilidad de sus explotaciones como por la competencia desleal de otros países. No puede ser que a nuestros agricultores se les exija cumplir con determinadas normativas más estrictas que las que se piden a otros países y que sus productos compitan con los nuestros en los mercados.
Si a eso le unimos las circunstancias relacionadas con los incrementos de precios de las materias primas, la pasada crisis del Covid, la Guerra de Ucrania o la sequía, pues el cúmulo de aspectos en contra está provocando una situación difícil de sostener. Además, la actual PAC, impuesta y en contra de las organizaciones agrarias y de los propios criterios que defienden con la Junta de Andalucía, va a provocar una pérdida para nuestros agricultores andaluces de más de 500 millones de euros en los próximos 4 años.
Aterrizando en los problemas más específicos de Huelva, también estamos sufriendo unas restricciones al riego muy preocupantes que tienen que ver con el hecho de que el Gobierno de Sánchez no cumple con la Planificacion Hidrológica ni con las obras que Huelva necesita, como, por poner tan sólo un ejemplo, la Presa de Alcolea”.
José Manuel Garrido Presidente de la Comunidad de Regantes El Fresno:
«Nuestros comuneros, como todos los de la provincia, están sufriendo las restricciones de agua por encontrarnos en situación de sequía extrema y han tenido que reducir el agua un 50 %, tal y como ordena el Plan de Sequía del Tinto, Odiel y Piedras.
Estar ubicados en el entorno del Parque de Doñana hace que seamos especialmente cuidadosos con el agua. Por eso, además de trabajar en el cierre de pozos, formamos a nuestros comuneros en técnicas de ahorro de agua y eficiencia hídrica, porque somos conscientes de que es un bien escaso y muy valioso.
No obstante, debemos decir que si se cumplieran los Planes Hidrológicos no estaríamos en la situación de sequía extrema en la cual ahora mismo estamos. Por ello, necesitamos que se ejecuten nuevos embalses y presas en el sistema. Así tendríamos mayor disponibilidad y seguridad de agua y no sólo para el regadío, sino también, por ejemplo, para el consumo humano”.
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