La joven estudiante puntaumbrieña ha sido una de las tres matrículas de honor que ha otorgado el IES Saltés entre todos los alumnos de Bachillerato. ¿Qué le depara el futuro? ¿Cómo ha podido lograrlo? Lo conocemos a través de sus propias palabras…
Una matrícula de honor siempre es una gran recompensa, y más si esta te ayuda a poder conseguir que logres entrar en una carrera que llevas años deseando hacer. Este es el caso de Belén Díaz, una joven puntaumbrieña que ha sido una de las tres matrículas de honor que entrega el IES Saltés de Punta Umbría. Como ella misma comenta “está muy contenta de poder ser una de las tres seleccionadas con este reconocimiento”
¿Sientes que esta matrícula de honor es la recompensa al esfuerzo de dos años?
Sí, totalmente. Han sido dos años muy intensos, con momentos de mucho trabajo, de mucho estudiar y también de dudas, como le pasa a todo el mundo. Pero al final la matrícula de honor es como una especie de reconocimiento a todo ese esfuerzo, a las horas de estudio, al no rendirme, aunque a veces costara. Me hace sentir orgullosa, porque demuestra que todo ha valido la pena. Estoy muy contenta de haber podido ser una de las tres seleccionadas para este reconocimiento.
¿Era la matrícula de honor tu objetivo cuando empezaste?
La verdad es que no. Mi objetivo siempre ha sido aprender y dar lo mejor de mí, sin obsesionarme con la nota. Sí que es cierto que para lo que yo quería hacer, la nota de corte era un tanto alta, por lo que a mayor media sacase en bachillerato, más fácil sería. Por lo que el haber podido tener esta matrícula me ha hecho el proceso mucho más sencillo.
¿Qué te espera en el futuro, qué vas a hacer ahora?
Para el curso que viene comienzo el grado en Farmacia en la Universidad de Sevilla, algo que me hace muchísima ilusión, ya que es algo que llevo mucho tiempo queriendo hacer. Este es un mundo que me apasiona y saber que con esto puedo ayudar a la gente, me da muchas ganas de comenzar.
¿Te asusta el salto a la universidad o estás deseando empezar?
Me asusta y a la misma vez no, tengo ganas de saber cómo es el mundo universitario, aunque me da respeto ya que por lo que he escuchado es muy diferente al bachillerato, además de que al ser una nueva etapa para mí no sé qué me va a esperar. También, el hecho de que sea en Sevilla me anima ya que es mi primera vez estudiando fuera y allí tengo a gente que me va a ayudar a que el proceso de adaptación a la ciudad y a todo sea mucho más sencillo.
¿Te sentiste presionada en algún momento por las notas?
Más que presionada por las notas, lo que me supuso un mal trago es la exigencia que me pongo yo a mí misma. Al ser Farmacia una carrera que exige una nota un poco elevada, hacía que yo me exigiese siempre el máximo y, aunque en ocasiones eso fue peor para mí, acabó haciendo que lograse ese objetivo que tenía marcado, así que eso es lo que me pone más contenta, más allá de todo lo que haya pasado en estos años.
¿Te han ayudado tus padres, tu familia y tus amigos? ¿Cómo lo han hecho?
Sí que me han ayudado, y muchísimo. Creo que sin ellos no habría llegado hasta aquí. Mis profesores me han apoyado siempre, aunque tuve más afinidad con algunos, incluso cuando me frustraba o no entendía algo, y eso te da confianza. Mi familia ha sido clave: han estado a mi lado en los días buenos y en los malos, respetando mis tiempos y animándome. Y mis amigas han sido mi principal punto de apoyo, con ellas he podido reír, desahogarme y desconectar cuando más lo necesitaba. Además, que ellas estaban en la misma situación que yo, así que ese tiempo con ellas era más especial.
Desconectar es importante, ¿qué hacías tú para desconectar?
Principalmente, mi tiempo de desconexión eran las noches. Los días entre semana aprovechaba para pasar tiempo con mis padres viendo la televisión, alguna película… cualquier cosa que me hiciese olvidar un poco todo lo académico. Cuando llegaba el fin de semana aprovechaba para ver a mis amigas, que también estaban estudiando, y salíamos a dar un paseo, algo que nos venía muy bien a todas para poder despejar la mente.
¿Qué consejo darías a alguien que quiera lograr algo como lo que tú has conseguido?
Que se marque su propio ritmo y no se compare con los demás. Que se organice, pero también que se permita descansar, el descanso es muy importante. Que entienda que los errores son parte del proceso y que no hay que obsesionarse con la perfección. Y, sobre todo, que disfrute de lo que está haciendo, porque eso es al final lo más importante de todo.
Una matrícula de honor no es algo que se consiga todos los días, la joven puntaumbrieña es consciente de que ha cerrado su etapa de bachillerato por todo lo alto, y espera que el futuro le depare el mismo éxito académico. Belén recordará con mucho cariño su etapa en el Saltés, y está muy feliz de haber podido cerrarla con este reconocimiento que tan solo tres alumnos han podido obtener.
