El poder de transformar el mundo empieza por las buenas acciones diarias. Los detalles de lo cotidiano transforman a las personas y ese es el punto de partida. Esa es una de las enseñanzas clave del escultismo, y el Grupo Scout Rhode’s de Lepe lo lleva grabado en su ADN. El pasado sábado, una veintena de sus miembros participó activamente en una jornada de limpieza en el entorno natural de la playa Nueva Umbría. No se trató simplemente de recoger residuos, sino que fue una acción de educación ambiental, de compromiso, de trabajo en equipo y de conciencia social.
La actividad se enmarcó en la campaña nacional ‘1m² contra la basuraleza’, impulsada por SEO/BirdLife y Ecoembes a través del Proyecto Libera. En Lepe, se llevó a cabo con la colaboración de Cruz Roja, el Ayuntamiento de la localidad y el impulso de la Diputación de Huelva. El punto de partida fue el puerto del Terrón, desde donde partieron los grupos de scouts para recorrer senderos dunares y playas con el objetivo de limpiar y clasificar residuos.
«El día fue caluroso, pero desde el primer momento hubo muy buen ambiente. Nos organizamos por grupos y nos pusimos manos a la obra. Al final, terminamos con la satisfacción del trabajo bien hecho«, cuenta Manuel Rodríguez, Candy, coordinador del Grupo Scout Rhode’s. En total, participaron alrededor de 25 jóvenes de entre 12 y 18 años, pertenecientes a las unidades Rangers y Pioneros, acompañados por sus responsables. También participaron otros 15 voluntarios de Cruz Roja, en total unos 40 voluntarios.
La jornada tuvo un enfoque marcadamente educativo. No solo se trataba de limpiar el entorno, sino de aprender a clasificar los residuos por tipología: plásticos, papel y cartón, vidrio, orgánicos… Un gesto simple, pero fundamental para fomentar el reciclaje y la gestión responsable de los desechos. La experiencia fue especialmente impactante al encontrar objetos como garrafas de combustible, habitualmente asociadas al tráfico ilegal en la costa, lo que añadió una dimensión social y de conciencia crítica a la actividad.
«Estoy orgulloso de liderar en Lepe a un grupo de jóvenes que se sienten parte de la sociedad, capaces de ver las necesidades de lo que les rodea para analizarlas y, desde sus propios recursos, contribuir a transformar el mundo en un lugar mejor«, afirma Candy. Y no es una declaración vacía. El grupo Rhode’s lleva años colaborando con entidades como Cáritas, el Banco de Alimentos o refugios de animales, entre otras. Para ellos, el servicio a los demás es parte esencial de su formación como ciudadanos activos.
El escultismo no es solo una actividad de ocio. Es una escuela de vida. Los scouts no se limitan a montar tiendas o aprender nudos; también reflexionan sobre su papel en el mundo. «En nuestro grupo velamos porque nuestros jóvenes sean participativos, proactivos y transformadores. Creemos en la juventud y su potencial. Los responsables queremos acompañarles y ayudarles a cumplir siempre su buena acción diaria«, explica el coordinador de Rhode’s.
Este tipo de actividades refuerzan valores como la responsabilidad, el trabajo en equipo, el respeto por el medio ambiente y, sobre todo, la empatía. Porque al final, limpiar una playa no solo implica recoger residuos, sino también hacerse cargo del impacto de nuestras acciones, pensar en los demás y dejar un lugar mejor del que encontramos.
La acción en Nueva Umbría es un ejemplo claro del poder transformador del voluntariado juvenil. Además de su impacto inmediato en el entorno natural, deja una huella profunda en quienes participan. Es una semilla que crece, una experiencia que educa.
Desde el Ayuntamiento y Cruz Roja, se valoró especialmente la implicación de los más jóvenes. No se trató solo de una acción ambiental, sino de una apuesta por el aprendizaje compartido y el compromiso comunitario. Porque si hay algo que define al escultismo es su capacidad de formar ciudadanos responsables desde la acción.
El Grupo Scout Rhode’s seguirá en esa línea. Con energía, con convicción y, sobre todo, con un firme compromiso por dejar huella. Porque transformar el mundo no es una utopía cuando se empieza con pequeños gestos. Como dice su lema, «Siempre listos para servir«.
